EDUCACIÓN

Los estudiantes chocoanos a los que no les llegan los alimentos

Estudiantes de varios municipios del Bajo y el Alto Atrato en Chocó aseguran que sus restaurantes escolares no funcionan desde mayo. Aun así, la Gobernación amplió el contrato a la cuestionada fundación Jardines Luminosos.

29 de agosto de 2016
Hasta inicios de 2016 así era el restaurante escolar de una institución educativa en Unguía. | Foto: Archivo particular

“Desde finales de mayo no llegan los alimentos al colegio. Nadie responde, ni la Fundación que tiene la obligación, ni tampoco la Alcaldía. ¿Sabe qué es lo más triste? Hay niños que vienen a estudiar con sólo un vaso de agua de panela y así están todo el día”.

Ese es el testimonio de la personera estudiantil de la institución Educativa Agrícola de Unguía (Chocó), Vanessa Murillo. Allá, al igual que en otros municipios del Bajo y el Alto Atrato, como Riosucio, Acandí, Carmen del Darién, Lloró y Belén de Bajirá, no llegan los alimentos por los que la Gobernación ha pagado miles de millones de pesos a la cuestionada Fundación Jardines Luminosos.

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Esta es la misma empresa que tiene a sus representantes legales tras las rejas, después de que la Fiscalía encontró presuntas irregularidades en la ejecución de un contrato que tenía como fin la atención de menores de cinco años y mujeres gestantes dentro de la estrategia de Cero a Siempre del ICBF.

No fue lo único. Según el ente investigador, las pesquisas dejaron al descubierto que en algunos casos el dinero que se debía invertir en alimentos estaba siendo utilizado para financiar campañas políticas.

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Pero pese a la situación judicial de sus representantes y las graves denuncias sobre presuntos actos de corrupción, Jardines Luminosos continuó a cargo del programa de alimentación escolar del Ministerio de Educación. ¿La razón? El contrato prácticamente lo dejó ‘amarrado’, dos días antes de terminar su mandato, el exgobernador Efrén Palacios Serna, lo que dejó sin opción a la nueva administración de Jhoany Carlos Palacios, que lo firmó el 19 de enero de este año.

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Como era de esperarse, la Fundación no cumplió a cabalidad lo pactado y a los niños –según denuncian- no les llegan los alimentos. Aun así, la administración departamental hizo un otrosí del contrato por 3.265 millones de pesos el pasado 13 de julio para la prestación del servicio por 35 días más.

“La asunción de la disposición se da en el marco de atender las necesidades estudiantiles y garantizar que no se afecte la prestación del servicio mientras las alcaldías contratan con los operadores”, explicó la Gobernación en un comunicado en ese momento.

La administración tomó la decisión de prolongar esa relación contractual, aun cuando tenía presente que ese contrato “se había suspendido (a mitad de año) por dificultades y quejas recibidas por directivos docentes y comunidad educativa relacionadas con el no pago a las manipuladoras, las disminuciones en las raciones de comida, la no operación en algunas zonas y el pésimo estado de los restaurantes escolares” (Lea el comunicado).

La ampliación del contrato también se hizo sin tener en cuenta las denuncias que hicieron los estudiantes, incluso, desde antes de salir a vacaciones de mitad de año. “La idea del otrosí era garantizar el servicio mientras se hacían los convenios con las alcaldías, pero no se logró en todos los municipios. Terminó siendo peor”, reconoció a Semana.com un funcionario de la Gobernación.

¿Qué dice la administración?

“El restaurante escolar está cerrado desde hace tres meses. No nos han dado solución de nada. Hablé con el secretario de Educación y me dijo que esa situación dependía de la fundación. Él espera que todo mejore a finales de agosto”, contó a Semana.com María del Carmen, personera de la Institución Educativa Agrícola La Unión, en Belén de Bajirá.

Este portal se comunicó el José Camilo Córdoba, administrador del servicio educativo de Chocó -que cumple a su vez de Secretario de Educación- para saber qué está ocurriendo en esta región chocoana y conocer las razones para ampliar el contrato.

Córdoba aclaró que el programa de Alimentación Escolar no está a cargo de la Secretaría y ese contrato es directamente entre la Gobernación y el contratista. Sin embargo, reiteró que el objetivo era garantizar la entrega de los alimentos a los niños hasta los primeros días de septiembre, pues después las alcaldías asumirán ese programa.

“Ya he recibido las denuncias de varios personeros estudiantiles del Bajo Atrato que aseguran que no les llegan los alimentos desde antes de salir a vacaciones. (…) Antes del paro, en Lloró los estudiantes hicieron unas manifestaciones por el mismo tema. (…) Nosotros pasamos las quejas a la Gobernación y, por ejemplo, enviamos una comisión a Riosucio para ver lo que ocurría allá”, contó el secretario.

A esta situación se sumó el paro cívico del departamento, pues la fundación no presta el servicio durante estos días y los estudiantes no están asistiendo a clases.

Él espera que la situación mejore después de que se empiecen a ejecutar los convenios con las alcaldías en septiembre y que además se dinamice el mercado local de cada municipio.

Ojalá llegue pronto una solución para los cientos que niños que esperan un alimento en sus restaurantes escolares en Chocó, pues el hambre no da espera.