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BOGOTÁ

Aumentan casos de violencia intrafamiliar en Bogotá

Entre enero y octubre de 2013 se presentaron 41.320.

14 de noviembre de 2013

El fin de semana pasado, sucedió un fatal hecho que sacudió a la capital. Un hombre asesinó con un machete a su mujer, su cuñada y a dos de sus tres hijos, uno de ellos logró sobrevivir y aún se encuentra en estado crítico en el hospital.


La Personería de Bogotá indicó que la señora había presentado este año dos denuncias por violencia intrafamiliar ante una Comisaría de Familia de Bosa. En las dos quejas, la Comisaría citó a las dos partes, pero ninguna de ellas acudió. 

Por tal motivo, la Personería inició una indagación preliminar para determinar si hubo suficiente diligencia en la atención del caso.

Las Comisarías de Familia recibieron durante los diez primeros meses del 2013, 133.724 denuncias por violencia intrafamiliar, 41.320 casos más que en el 2012 , que involucran en su gran mayoría a mujeres y menores como víctimas de maltrato.

Lo más indignante, es que en lo que va corrido del año, los casos de violencia superaron los del 2012. De acuerdo con el Ministerio Público Distrital, el año pasado llegaron 92.364 denuncias por violencia intrafamiliar.

Según el reporte, 11.796 quejas tienen que ver con violencia generada en núcleos familiares que conviven en el mismo hogar y 36.566 denuncias están relacionadas con conflictos al interior de familias cuyos integrantes no residen en el mismo lugar. 

Una de las críticas más fuertes que le hace la Personería a las medidas de protección ordenadas, es que muchas no pueden ser ejecutadas, porque en algunos casos se requiere ir a la vivienda donde se está presentando la agresión. Además, en cada Comisaría existe sólo un día de carro por semana, para realizar dichas diligencias, lo que impide proteger de manera inmediata a los afectados.

A pesar de que las medidas de protección para sancionar la violencia intrafamiliar, van desde la advertencia al agresor, procesos terapéuticos y hasta ordenar el desalojo del victimario de la casa, muchas no se cumplen.

Asimismo, en los casos de tratamiento terapéutico, los afectados son remitidos a las EPS para que los atiendan; sin embargo, cuando consiguen una cita, ésta es asignada para meses después, no hay continuidad en el seguimiento y muchas veces no tienen recursos para pagar la cuota moderadora. 

Las cifras muestran el panorama poco alentador que vive la capital en materia de violencia intrafamiliar. A pesar de la cantidad de medidas que toman las entidades encargadas, éstas no dan abasto y muchas ni siquiera logran ejecutarse por demoras en el proceso.