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El Concejo tendrá que decidir cómo realizará la elección de los dos entes de control.

BOGOTÁ

Por qué están empantanadas las elecciones de contralor y personero de Bogotá

Los concejales no han podido ponerse de acuerdo si la escogencia se debe hacer luego de un examen de conocimiento o si se mantiene la elección por medio de convocatoria pública.

9 de febrero de 2016

Las elecciones de personero y contralor para Bogotá están en un momento crítico. Antes del 28 de febrero, el cabildo de la capital tendría que haber elegido los jefes de los dos organismos de control de la ciudad. A la fecha, el procedimiento está empantanado y con serios vacíos jurídicos.

A pesar de la importancia de los cargos, el Concejo ha retrasado esa decisión por la disputa interna que existe para determinar si la escogencia se debe hacer mediante un concurso de méritos, en el que habría una evaluación académica por parte de una universidad, o por medio de convocatoria pública, es decir, que se presenten hojas de vida y los cabildantes escojan.  

Las diferencias surgieron tras la aprobación de la Ley 1551 de julio del 2012, que modernizó la organización y el funcionamiento de los municipios. En el artículo 170 se estableció la forma para escoger al personero. Allí se ordenó que estos serían elegidos “previo concurso de méritos”.

A ese criterio se sumó la respuesta que dio la sala de consulta del Consejo de Estado, que sugirió que para la elección de contralores en el país debería existir un concurso similar.

Para intentar llegar a un acuerdo, las bancadas nombraron voceros que se han reunido en varias oportunidades y han decidido que el Concejo adelante una evaluación por meritocracia.

El propio presidente del cabildo escribió en su cuenta de Twitter que para la escogencia de estos dos cargos, “habrá criterios de mérito, transparencia y participación amplia”.

Lo cierto es que esto no se ha hecho realidad. En el Concejo circuló un borrador de resolución para definir la forma de elección del contralor. Este documento, conocido por Semana.com, señala que esa elección se hará con los requisitos que exige el cabildo, entre ellos: la hoja de vida y las citaciones para oír “a los aspirantes admitidos”. Luego la plenaria lo elegiría.

Disputas

Al vicepresidente del Concejo, Álvaro Argote, no le cabe duda de que están cambiando las reglas de juego porque existe presión sobre la mesa directiva por parte de algunos concejales. Lo anterior, a pesar de los acuerdos de las bancadas. “Si la resolución no tiene los criterios de la meritocracia, yo no voy a firmarla”, sentenció.

La preocupación es mayor si se tiene en cuenta que a partir del 14 de febrero quedará vacante el cargo de contralor de Bogotá y el 28 el de personero.

Lo cierto es que el Acuerdo 635 de febrero del 2016, firmado por Peñalosa e Hinestrosa, que modifica parcialmente el reglamento del Concejo, estableció que la elección se hará por convocatoria pública, sin examen. 

Para intentar desenredar está compleja situación, el veterano concejal liberal Jorge Durán Silva envió una carta a la mesa directiva para que se mantenga la elección como se ha hecho por años.

Entre las razones que destaca está que el reglamento del Concejo establece que la elección se debe “hacer en el primer mes de las sesiones ordinarias”. La otra, se debe mantener la convocatoria pública, es decir, que no haya examen de conocimiento. “Extraña que la mesa directiva del Concejo esté interesada en llevar a los aspirantes a cargos de Personería y Contraloría a un concurso de méritos contrario a las normas”, se lee en su carta.  

Del otro lado, hay varios concejales, entre ellos María Victoria Vargas y Antonio Sanguino, que lideran la idea de que se haga meritocracia. Para Sanguino tienen que existir “unos mínimos técnicos y de calidad  transparencia que da el examen de conocimiento y evitar la corrupción del pasado”.

La concejala Vargas  dejó una constancia en la que pide que se haga el proceso por meritocracia ya que de no hacerlo de esta manera, “la convocatoria sería una farsa e iría en contra de la transparencia”. 

Lo cierto es que si se hace el examen, este podría tardar al menos tres meses por los tiempos de contratación con la universidad que se escoja para el proceso y luego la convocatoria. Para evitar eso, el Concejo podría usar “el contrato para seleccionar los alcaldes locales”, señaló Sanguino. 

Esta semana el cabildo tendrá que adelantar, en tiempo récord, las consultas jurídicas pertinentes para que se pueda establecer el modo de elección de los encargados de controlar las decisiones del alcalde Peñalosa y sus secretarios. Todo un enredo.