NACIÓN
Clan del Golfo promete suspender acciones militares desde el 13 de diciembre
A través de un comunicado el grupo armado informó que cesará su ofensiva en todo el país y pidió al ELN acompañar la decisión en las zonas donde mantienen confrontación.
Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia suspenderán -temporalmente- su ofensiva. A partir de este jueves cesarán sus acciones militares a lo largo y ancho del país. Así lo anunció el grupo armado, también conocido como Clan del Golfo, a través de su portal web.
"A partir de esta Navidad, en donde los corazones se llenan de esperanza por un país mejor, los colombianos merecemos la oportunidad por primera vez en la historia, a vivir en adelante sin la zozobra del conflicto armado, mientras éste se resuelve definitivamente. Que las familias se integren alrededor del regocijo de la natividad", se lee en uno de los ocho puntos del comunicado.
Aunque no queda claro el tiempo durante el que se extenderá la decisión, el grupo armado no sólo exhorta al ELN a acompañar la decisión en las zonas donde mantienen confrontación sino que también hacen una "invitación a los disidentes de las Farc, Los Pelusos, Los Puntilleros y Las Oficinas".
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Igual como ocurrió en el cese al fuego bilateral que sostuvieron las Farc con el Gobierno y el que se suscribió desde el 1 de octubre con el ELN, el Clan del Golfo se intenta alinear en la misma dirección y lanza un llamado para que haya verificación.
"Hacemos un llamado a la sociedad, a los gremios, a las organizaciones de víctimas, a los defensores de derechos humanos, a las iglesias, a la academia, a los periodistas de los medios de comunicación y a la comunidad internacional, para que verifiquen el cumplimiento del compromiso que a partir de esta declaración hemos asumido", dicen.
El Clan del Golfo, dedicado principalmente al narcotráfico y la extorsión, es considerado por las autoridades como una de las organizaciones criminales más peligrosas del país y también como una de las amenazas para la implementación tras la firma del acuerdo con las Farc. Se calcula que este grupo tiene entre 3.000 y 5.000 personas dedicadas a vigilar las rutas del narcotráfico. Cada individuo que hace parte de la organización, al que llaman punto, se gana entre 800.000 pesos y 1.500.000 solo por estar armado en un lugar, controlando el territorio.
Esta banda criminal hizo sus primeros contactos para un sometimiento a la justicia en febrero de 2015. Un mes antes el gobierno había lanzado la Operación Agamenón, una ofensiva policiva para capturar a Otoniel y desarticular su organización. Se trataba del movimiento de uniformados y recursos más grande contra un grupo delincuencial, muy superior incluso a los esfuerzos que el Estado desplegó hace dos décadas para acabar con Pablo Escobar y el cartel de Medellín.
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El anuncio del temido grupo criminal, fue el resultado de un proceso que avanzó a medida que las acciones de la fuerza pública le fueron cerrando el cerco. Sin embargo, uno de los problemas con los que se ha encontrado el gobierno es caracterizar a estas bandas.
En abril del año pasado el Ministerio de Defensa sacó una directiva que las definió como grupos armados organizados, y las puso en el marco del derecho internacional humanitario para poder combatirlas. Esa directiva, por la puerta de atrás, les dio reconocimiento como actores del conflicto, definición que comparte el CICR. Eso alimentó en Otoniel y su gente la ilusión de lograr el estatus de grupo político. Aún así, el gobierno ha descartado cualquier trato de ese tipo, y anunció que toda fórmula estará en el marco de la justicia ordinaria y no de la transicional, aplicada a las Farc y las AUC.