El centro: Claudia López marca el rumbo de su apuesta por la Alcaldía de Bogotá

La campaña de Claudia López a la Alcaldía de Bogotá prendió oficialmente motores. Inició con un discurso moderado, en el que plantea ser pragmática: fortalecer los buenos proyectos y cambiar lo que haya que cambiar. "Construir sobre lo construido pues no es inventando la rueda cada día como vamos a avanzar", dijo. Este tono es más estratégico que uno confrontacional en momentos en que los colombianos, y especialmente los capitalinos, se identifican más con el centro del espectro político que con los polos opuestos.

Esta tendencia se ha demostrado en las urnas. Claudia López lo comprobó en carne propia como fórmula vicepresidencial de Segio Farjardo. En Bogotá se llevaron la delantera con el 33,7 por ciento, es decir, 1‘240.000 votos. Aunque no les alcanzó para obtener el cupo a la segunda vuelta, sí estuvieron muy cerca y Bogotá se mostró una vez más como la capital rebelde.

Su carrera política la ha perfilado como una líder de centro, sin que por eso no plante posición en temas específicos, como su bandera anticorrupción. Los inicios políticos de López se remontan al movimiento estudiantil de 1990 que se denominó la ‘Séptima papeleta’, con la cual se convocó la Asamblea Constituyente de 1991. Luego de esto, la política bogotana trabajó para la primera administración de Enrique Peñalosa como directora de Acción Comunal del Distrito y alcaldesa de la localidad de Santa Fé. Pero no fue hasta 2004 cuando su nombre comenzó a ser reconocido por las mayorías gracias a las denuncias que hizo en su columna en SEMANA sobre la parapolítica.

Foto: León Darío Peláez / SEMANA

Por sus denuncias, López se convirtió en una analista de posiciones fuertes y una gran crítica de la tradicional clase política colombiana. En 2013 protagonizó una importante confrontación con el entonces presidente Álvaro Uribe -durante un debate en la Universidad Jorge Tadeo Lozano- a quien cuestionó por las relaciones de algunos de sus alfiles políticos y funcionarios de gobierno con los líderes del paramilitarismo.

Un año después, tomó la decisión de lanzarse al Senado de la República por el partido Alianza Verde, convirtiéndose en la senadora más votada de esta colectividad con más de 81.000 votos, superando al entonces cabeza de lista Antonio Navarro por cerca de 30.000 votos. En esa ocasión apoyó la candidatura presidencial de Enrique Peñalosa.

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Durante su paso por el Senado se convirtió en una de las congresistas más mediáticas. Su cuenta de Twitter se caracterizó por ser un medio de denuncias y un espacio de controversia con diferentes personajes de la vida pública nacional.

En las elecciones regionales de 2015, tomó la decisión de apoyar a la Alcaldía de Bogotá al exministro de Trabajo, Rafael Pardo, a pesar de que en esta contienda electoral también se encontraba Peñalosa. Desde la campaña de Pardo se enfrentó con otros aspirantes como Clara López y su excandidato presidencial. En 2018 y gracias al reconocimiento que tuvo desde el Congreso, logró la candidatura presidencial de los verdes al ganarle al también senador Antonio Navarro en una encuesta.

Por ser la candidata oficial de las toldas verdes, López logró conformar la llamada ‘Coalición Colombia’ -junto al exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo y el senador del Polo -Jorge Enrique Robledo- convirtiendose en la candidata vicepresidencial. Aunque el resultado electoral de esta fórmula sorprendió a la opinión pública y a los analistas políticos, especialmente en Bogotá donde obtuvieron más de 1‘200.000 votos superando al exalcalde, Gustavo Petro. En segunda vuelta se adhirió a la campaña de la Colombia Humana.

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Ahora, luego de haber transitado por distintas orillas políticas, pero manteniendo un discurso solido frente a temas como la lucha contra la corrupción, Claudia llama a la convergencia. Durante la oficialización de su precandidatura a la Alcaldía de Bogotá se mostró de talante moderado y afirmó que "ningún político tradicional lanza su candidatura rodeado de sus competidores". A su lado estuvieron los congresista de la Colombia Humana David Racero y María José Pizarro; de la Alianza Verde Mauricio Toro, Catalina Ortiz y Angélica Lozano; la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais) Martha Peralta; y el exviceministro del Interior y también precandidato, Luis Ernesto Gómez. El caso de Mais llamó la atención, pues este partido avaló la candidatura de Hollman Morris. 

También invitó a una convergencia entrono a su precandidatura afirmando que “hoy más que nunca Bogotá nos necesita unidos” y en esta línea presentó una serie de propuestas que dan indicios de cómo se va perfilando su discurso y las fuerzas políticas que quiere a su lado para ocupar el centro en esta contienda electoral. Revivió la apuesta de Mockus por fortalecer la cultura ciudadana, también reconoció la importancia de transitar hacia energías limpias y defender el medio ambiente -un tema que en algún momento fue la bandera de la Bogotá Humana de Petro-. Marcó distancia de Peñalosa al oponerse al Transmilenio por la Séptima, insistir en la reforestación de la ciudad y defender la Reserva Van der Hammen. 

Foto: León Darío Peláez / SEMANA

Aunque falta que los verdes decidan quién va a ser su candidato, pues nuevamente López se medirá con Navarro en una encuesta, hay posibilidades de que, en caso de ganar, ella vaya a una consulta multipartidista con el concejal Celio Nieves, del Polo; Lucho Garzón, del movimiento ‘En Marcha’; el exviceministro Luis Ernesto Gómez, de Activistas y el candidato que elija la Colombia Humana. Aunque el senador Gustavo Petro no ha definido su apoyo hacia ninguno, un sector importante del movimiento apoya al exsecretario Jorge Rojas, quiene está recogiendo firmas. Otro que podría estar en esa interpartidista es Hollman Morris, a quien Mais le ha mantenido el aval a pesar de las denuncias por maltrato intrafamiliar. Sin embargo, varias fuentes han confirmado a SEMANA que este no tendría cabida en la alianza, lo cual podría llevar a que Mais reconsidere su apoyo.

Las preguntas que quedan en el aire son ¿logrará López conquistar el centro? ¿tendrá la capacidad de mantenerse en ese lugar del espectro político si surgen nuevos competidores? Falta que gane la encuesta, que surjan otros candidatos y se articulen las fuerzas políticas al rededor suyo. En política ocho meses son una eternidad pero, por ahora, ella entra a la contienda pisando fuerte.