DENUNCIA

Complot para matar a un periodista

La historia de Yesid Toro, el cronista judicial de Valle que tras publicar un libro se volvió objetivo de sicarios de Cali. ¿Por qué?

Luis Ángel Murcia
16 de abril de 2013
Yesid Toro | Foto: Archivo Particular

Esta historia parece el guión de una película de ficción, pero es la pura realidad y tiene como protagonistas a un reportero exiliado, un libro y una oficina de sicarios.

El sueño de muchos periodistas, y sobre todo los expertos en crónica roja, es publicar un libro que recopile la infinidad de historias de vida y muerte que recogen durante el trabajo de campo.

Esa era la meta de Yesid Toro y en diciembre del año pasado cumplió el sueño, no sin antes endeudarse con diez millones de pesos. Ese mes hizo el lanzamiento de dos mil unidades del libro 'Complot para matar al diablo', una novela en la que el personaje central es un joven gatillero apodado Ricky, que se hizo en las entrañas de las temidas bandas de sicarios de Cali.

La novela de 188 páginas que retrata el problema de las pandillas juveniles en la capital del Valle y cuyo valor comercial es de 30.000 pesos, se basa en la vida de un sicario adolescente, pero que en el libro se tejió como un personaje de ficción.

Pero el pasado 11 de abril el padrino de uno de los tantos jóvenes delincuentes entrevistados por Yesid en su labor periodística, sintió que el protagonista del libro era su ahijado ya asesinado. Lo contactó para pedirle una tajada de las regalías de la obra literaria, que por cierto no se ha vendido.

“Ante esa primera reclamación les expliqué que no estaba obligado a darles participación económica, pero las presiones y llamadas exigiendo dinero continuaron”, dijo Toro tras argumentar que luego de que los mensajes y el tono aumentaron, no tuvo otra alternativa que poner el problema en conocimiento de las autoridades.

Allí surgió otra fatal coincidencia. Resulta que las dos personas involucradas en las exigencias económicas a Toro, tenían cuentas pendientes con la justicia y el mismo día la denuncia del periodista, fueron capturadas. Una de ellas por falso testimonio y aunque la otra recuperó la libertad, al parecer está relacionada con una banda criminal liderada por alias ´Palustre´, un temido jefe de sicarios al servicio de los Rastrojos en la capital del Valle.

Precisamente el padrino del joven sicario mencionado en el libro fue quien lanzó fuertes amenazas contra el periodista y lo culpó de haberles tendido una trampa, en referencia a la captura. “Fue entonces cuando una de mis fuentes en la Sijín me recomendó salir de la ciudad porque mi vida estaba en peligro”.

Yesid Toro es un periodista curtido en cubrir temas de orden público y judicial. Desde hace cinco años labora como  redactor del periódico popular Q'hubo de la casa editorial El País de Cali. También fue redactor de otros medios como El Tiempo, periódico regionales como El Diario del Sur de Pasto, y RCN Radio.

Además, es el autor de un blog llamado El Narrador, en el que recopila todos los artículos escritos por él sobre temas judiciales y el conflicto armado en el sur occidente del país.

Ante la grave situación del periodista, hoy la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, hizo un comunicado en el que rechaza y condena las recientes amenazas contra Toro, “quien se vio obligado a abandonar la ciudad en las últimas horas” (ver comunicado)

Las amenazas contra el comunicador son tan delicadas, que su caso fue puesto en conocimiento de la Unidad Nacional de Protección y la policía, “Yesid es mi periodista estrella que cubre las zonas de guerra que tenemos en esta región”, expresó Rubén Darío Valencia, director del periódico Q'hubo.

Desde un sitio desconocido, Toro lamentó que por cuenta de este incidente no podrá asistir a uno de sus mayores sueños, “participar de una vitrina gratuita que me concedieron para promocionar mi obra en la Feria del Libro de Bogotá, que arranca el próximo jueves”.

Por esas ironías de la vida, el mismo complot que narró en su historia literaria, es el que hoy se fragua en el bajo mundo caleño, pero para atentar contra él.