Iván Cepeda y Roy Barreras. | Foto: SEMANA

POLÍTICA

Congresistas reaccionan a acuerdo político con las FARC

Iván Cepeda y Roy Barreras afirmaron que se trata de un nuevo paso en dirección a la paz.

6 de noviembre de 2013

El congresista de oposición Iván Cepeda y el oficialista Roy Barreras afirmaron que el segundo acuerdo alcanzado este miércoles por el Gobierno y las FARC, en materia de participación política, supone un paso más hacia la paz y blinda el proceso frente a sus críticos.

Cepeda, representante a la Cámara por el Polo Democrático Alternativo, acogió con "confianza" el consenso sobre el segundo punto de la agenda anunciado hoy por las partes en La Habana, sede de los diálogos.

"Así sea un acuerdo de carácter parcial, lo que se anunció hoy representa una derrota para quienes han querido opacar o acabar con el proceso de paz y constituye un fundamento fuerte para creer que podemos llegar a la paz definitiva", señaló Cepeda.

El parlamentario es hijo del senador Manuel Cepeda, una de las víctimas de la violencia política ejercida por paramilitares y por agentes de seguridad del Estado desde 1985 contra la Unión Patriótica, un partido que sintonizaba con las ideas de las FARC y que nació de un intento de paz con el gobierno del entonces presidente, Belisario Betancur.

En ese sentido, Cepeda destacó la importancia de las garantías que logra este acuerdo para el ejercicio de la oposición política, para la creación de nuevos movimientos y de espacios de participación ciudadana con enfoque diferencial.

"Dejaron un mensaje claro de que la paz se construye respetando la palabra empeñada y garantizando la participación democrática de todos los ciudadanos, movimientos y partidos políticos", anotó Cepeda.

Barreras, expresidente del Senado por el oficialista Partido de la U, aseguró, por su parte, que este acuerdo "marca un punto de inflexión irreversible hacia la paz".

"El acuerdo logrado en materia de apertura democrática, nuevas garantías de participación política y popular, garantías de representación de las regiones más golpeadas por la violencia y la responsabilidad del Estado frente a la seguridad física y política de quienes le apuestan a la paz, son todas decisiones de fondo y trascendentales", agregó Barreras.

Además, a su juicio, representa la voluntad de las FARC de abandonar "el camino de la guerra como vía hacia el poder para apostarle definitivamente a la participación política pacífica, como única ruta para resolver los conflictos sociales".

Este acuerdo es el segundo que alcanzan los negociadores, tras conseguir un consenso sobre el tema de la tierra en mayo pasado, a casi un año de que las conversaciones de paz se instalaron en Cuba el 19 de noviembre del 2012.

Con este acuerdo, los negociadores del gobierno colombiano y las FARC cerraron el decimosexto ciclo de conversaciones y se disponen a retomar el diálogo el próximo 18 de noviembre para comenzar a debatir sobre el tema de la "solución al problema de las drogas ilícitas".