ENTREVISTA

"Construir barreras es más caro que cuidar los corales"

Baruch Rinkevich es una autoridad mundial en restauración del ecosistema coralino, Semana.com habló con él.

Antonio Paz
8 de mayo de 2013
"Los arrecifes de coral representan ingresos por más de 30.000 millones de dólares al año a nivel mundial, por la biodiversidad que habita en ellos": Baruch Rinkevich | Foto: Juan Carlos Sierra

Baruch Rinkevich es Doctor en Biología Marina, adscrito al Instituto Nacional de Investigación Oceanográfica y Limnológica de Israel (IOLR). Sus áreas de interés se enmarcan dentro del estudio de invertebrados marinos, principalmente corales y en la última década ha enfocado sus esfuerzos en la restauración ecológica del ecosistema coralino, lo que lo constituye como una de las autoridades mundiales en temas relacionados con el arrecife de coral.

Rinkevich estuvo en Colombia varios días dictando un curso sobre restauración de arrecifes coralinos en Santa Marta, en colaboración con la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la Fundación Calipso y Ecoral.

Semana.com: A la hora de recuperar corales usted ha acuñado el término de restauración activa, ¿en qué se diferencia del método tradicional?

Baruch Rinkevich: El método tradicional yo lo llamo restauración pasiva y consiste en reducir los impactos humanos sobre el medio ambiente, mientras que esperamos que por procesos naturales se retornen a los ecosistemas originales. Restauración activa nos dice que aún cuando la restauración pasiva está bien, no es suficiente.

Por ejemplo, en el caso de los bosques, no basta con detener la tala de árboles, es necesario reforestar, es decir, es necesario intervenir y acelerar los procesos de restauración. Esto mismo es lo que planteo en cuanto a los arrecifes de coral, no basta con detener el daño sobre ellos, hay que realizar una “reforestación”.

Semana.com: ¿Por qué es tan importante cuidar los arrecifes de coral y ayudar a restaurar los que están a punto de morir?

B.R.: Me encanta dar esta respuesta. Los arrecifes de coral en el mar son tan importantes para la biodiversidad como la selva tropical en la tierra, alojan más de un millón de especies (entre peces, invertebrados y plantas). Cuando los corales se degradan hay un peligro inminente de extinción para esas especies, además, los arrecifes alojan cientos de componentes que se usan en las industrias farmacéutica, química y cosmética.

El arrecife de coral es uno de los ecosistemas más diversos del planeta y para los humanos también tiene una importancia enorme que representa ingresos por más de 30.000 millones de dólares al año a nivel mundial.

Cerca de 140 millones de personas en más de 100 países alrededor del mundo se benefician de las especies que viven en los corales y sobre todo en los países en vía de desarrollo son una fuente vital de alimento. Los arrecifes de coral protegen las zonas costeras de enormes olas que podrían causar grandes estragos, ya que son estabilizadores naturales de la marea.

Semana.com: ¿Qué pasaría con las ciudades costeras si se acaban los arrecifes?

B.R.: Costaría miles y miles de dólares construir barreras para proteger las costas, además, los arrecifes en el Caribe son en gran medida el mayor atractivo turístico de muchos países. Si todas las razones anteriores no son suficientes, piense nada más en cómo se afectaría la economía con una gran crisis en el sector turístico.

Semana.com: Usted se declara fanático de la jardinería de coral, ¿de qué se trata?

B.R.:
Es simple. Somos nosotros los que creamos un jardín y nos encargamos de que los corales crezcan. Aquí es donde aplicamos la restauración activa, creamos “enfermerías” en las que curamos los corales y cuando ya están en condiciones de sobrevivir, los ubicamos en las zonas dañadas para que vuelvan a poblar el mar. Hay que tener presente algo, esto no es a la ligera, hay toda una planeación en la que definimos hasta qué punto crecerán los corales, cuántos usaremos, qué zonas se pueden repoblar y cuál será la estructura ideal para los nuevos arrecifes.

Semana.com: ¿Qué tan efectivos han sido estos proyectos?

B.R.:
Esta es la pregunta del millón. Cuando empezamos con esta idea la primera crítica que nos hicieron fue: no todos los corales pueden crecer en las enfermerías. Así que les probamos a ellos y a nosotros mismos que sí era posible que creciera cualquier especie de coral, ya lo hemos comprobado en más de 70 especies. Luego, nos dijeron que era muy costoso “criar” corales, pero probamos que podíamos hacerlos crecer invirtiendo menos de un dólar por colonia de coral.

La tercera crítica fue: los corales crecen en las enfermerías bajo las mismas condiciones pero cuando son llevados a sus diferentes hábitat, mueren. Todos los que hemos llevado al mar, aún están ahí y se han reproducido sin importar de qué región eran. La cuarta crítica radicaba en que los corales no soportarían huracanes, ciclones o fuertes mareas, y la verdad es que hemos perdido algunos, pero la mayoría sobreviven.

Semana.com: ¿Y cuál es el reto que tienen ahora?

B.R.: Ahora el reto es demostrar que podemos repoblar grandes zonas del mar. Se necesitaría recuperar aproximadamente un millón de corales por año para que el programa de reforestación marina sea efectivo, pero para eso necesitamos la ayuda del gobierno y de los habitantes de las costas.

Semana.com: Ahora que ya conoce parte del caribe colombiano, ¿cómo ve usted el estado de los arrecifes del país?

B.R.: No he tenido la oportunidad de ver todos los arrecifes pero he estado en Santa Marta, Cartagena y Barú. Con lo que he observado y comparando los corales con otras zonas del caribe, les puedo decir que están en mejores condiciones que en otros países.

Ustedes tienen mucho que perder si no cuidan sus corales. Aunque aún se encuentran en condiciones aceptables, sí se nota una desmejora respecto a años anteriores y si no los cuidan, en menos de 10 años ya no existirán.

Semana.com: ¿Cuál sería el plan a seguir?

B.R.:
Yo solo estoy de visita y realizo recomendaciones para que puedan preservar sus arrecifes, pero todo está en manos de los colombianos y de las políticas y planes ambientales que se gestionen, aunque estaría dispuesto a seguir brindando mis apreciaciones si así lo requieren.