Gobierno reglamentaría consumo y producción de marihuana con fines medicinales

La política antidroga en Colombia dará un giro de 180 °. El Gobierno sumó este jueves al país a  lista de naciones que allanan el camino para legalizar el consumo de marihuana con fines medicinales.

Como nueva estrategia se contempla un decreto que tiene por objeto reglamentar la tenencia y el cultivo de semillas y plantas de cannabis, así como regular los procesos de producción, fabricación, exportación, distribución, comercio, uso y tenencia de éstos y sus derivados, destinados a fines estrictamente médicos y científicos.

El proyecto que lidera el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, fue revelado este jueves por Blu Radio y cuyo decreto conoció Semana.com. Allí se especifica que el Consejo Nacional de Estupefacientes otorgaría los permisos para poder cultivar la planta, así como el derecho al solicitante de la posesión de semillas.

En ese mismo sentido, Estupefacientes también podrá ordenar la destrucción de toda plantación que no posea las licencias correspondientes.

Sin duda, la propuesta de los ministros de Agricultura, Salud y Justicia es revolucionaria. Aunque no se contempla la legalización de la marihuana en general, les da vía libre a la plantación y la comercialización con fines terapéuticos, y sigue penalizando la recreativa y el tráfico de estupefacientes.

En pocas palabras, una vez el presidente firme el decreto, ya no será ilícita la fabricación de aceites, pomadas o cremas con fines medicinales con base en marihuana. Según le relató el ministro de Justicia, Yesid Reyes, a la cadena radial, la licencia de exportación pretende que estos productos lleguen a donde este permitida su comercialización como Canadá, Uruguay, Holanda, Alemania y República Checa.

"Exportación por parte de un licenciatario de una licencia de exportación a cualquier entidad existente y constituida en una jurisdicción diferente a Colombia, legalmente habilitada y autorizada bajo la ley aplicable para importar plantas de cannabis y/o derivados de cannabis", dice el borrador del decreto.

Allí se establecen cuatro tipos de licencias: cultivo, fabricación -estará condicionada a la aprobación de la licencia de cultivo-, exportación y de investigación.

“Lo que se está comercializando es un producto lícito pero cuya materia prima es ilícita, lo que se está haciendo es crear unas condiciones de seguridad”, dijo el ministro de Salud, Alejandro Gaviria.

Mientras se conoce el pronunciamiento oficial del presidente Juan Manuel Santos, cabe recordar que fue uno de los primeros en manifestar reparos a la llamada estrategia de guerra contra las drogas y ha desempeñado un papel destacado en promover un debate sobre lo que es a todas luces uno de los grandes fracasos internacionales de los últimos 40 años.

Suya es la célebre frase de que luchar contra las drogas es como montar en una bicicleta estática. “¿Cómo le explico yo a un campesino en Colombia que lo puse en prisión por cultivar marihuana cuando en Colorado o Washington es legal comprar la misma marihuana?”, se cuestionó en abril pasado el presidente en entrevista con The Wall Street Journal.

Habrá que ver el trámite del decreto ante el Ejecutivo, pero se trata de un paso importante en dirección a poner sobre el tapete los temas de fondo que implica su prohibición.

Marihuana legal, pero regulada

El anuncio que hicieron los ministros es un paso para cambiar la estrategia fracasada de 'guerra contra las drogas' y representa un alivio para reducir el dolor y la ansiedad de muchos pacientes con enfermedades terminales que encuentran en los componentes de la planta una solución.

Pero aún falta mucho camino por recorrer. Quienes decidan acogerse a la norma tendrán que cumplir cada uno de los requisitos allí expedidos para conseguir la aprobación del Consejo Nacional de Estupefacientes.

Así pues, entre otras cosas, sin previo aviso y cuando lo estime conveniente, Estupefacientes, el Ministerio de Salud y Protección Social, así como la Policía Nacional, podrán realizar visitas esporádicas al predio o predios donde se ubique el área de fabricación, con el fin de verificar las condiciones de seguridad de la misma.