DESAFIO A CASTAÑO
La masacre de 11 funcionarios judiciales en el Meta ocasiono una profunda crisis en las autodefensas al evidenciar de nuevo sus vinculos con los narcos.
EL VIERNES 3 DE OCTUBRE a la 1:40 de la tarde una comisión judicial que se dirigía de la finca El Alcaravan, muy cerca del municipio de San Carlos de Guaroa, hacia Villavicencio en el Meta, fue atacada por miembros de grupos paramilitares. La comisión estaba compuesta por 40 personas, entre ellas varios funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Especiales de la Fiscalia, la Procuraduría, el DAS y el Ejercito. Todos ellos viajaban en ocho vehiculos. La comisión acababa de realizar una acción de extinción de dominio sobre dicha finca, la cual aparecia registrada a nombre de Gustavo Adolfo Sotto Garcia, quien tiene una orden de captura en su contra desde finales de febrero pasado.
Despues de cumplir con la misión, cuando los miembros de la caravana estaban relajados y creían haber realizado la tarea sin contratiempos, fueron atacados en una zona escarpada por unos 70 hombres, quienes por más de tres horas los bombardearon con disparos de fusil y cohetes. Al final, 11 personas, entre ellas un mayor del Ejercito, cinco soldados, tres soldados del CTI de la Fiscalia y dos agentes del DAS, murieron en la acción. Otros 16 funcionarios judiciales quedaron heridos.
Tras el cruento ataque las autoridades que acudieron al sitio creyeron que se trataba de un atentado ejecutado por el frente 53 de las Farc, que opera en la zona. No obstante, y tras los primeros interrogatorios de dos personas detenidas en el sitio, quedó en claro que la acción fue ejecutada por un grupo de autodefensas al servicio de traficantes de droga de la región, entre ellos el propietario de la finca sometida a la extinción de dominio.
EL ALCARAVAN
A quienes manejan el tema el nombre El Alcaravan les resultaba casi que familiar. La primera vez que las autoridades tuvieron conocimiento de su existencia fue el primero de noviembre del año pasado cuando la Policia Antinarcóticos ocupó varias fincas de esa zona, en las cuales encontró varios laboratorios para el procesamiento de cocaina y gran cantidad de insumos para procesarla. Sin embargo lo que mas llamó la atencion de los uniformados fue el hallazgo de unas 30 trincheras completamente fortificadas, las cuales fueron construidas con el unico fin de proteger el ingreso a esos predios. Tras continuar con las indagaciones la Policia concluyó que habia descubierto un sitio donde grupos paramilitares protegian a reconocidos narcos de la región y que las trincheras habian sido construidas para protegerse de la guerrilla.
En esas operaciones de finales del año pasado hubo siete personas detenidas, cuyos testimonios sirvieron de soporte para que la Fiscalia regional del oriente, con sede en Villavicencio, armara las bases de un gran proceso judicial de lo que empezó a llamar el cartel de los Llanos. Luego de esas primeras indagaciones le quedó claro a la Policia que una finca ampliamente conocida en la zona con el nombre de El Alcaravan podria ser el epicentro del narcotrafico en esa región del pais.
Las revelaciones de los detenidos y los documentos encontrados en los allanamientos fueron suficientes para que el 29 de noviembre del año pasado la Fiscalia de Villavicencio dictara las primeras ocho órdenes de captura contra presuntos narcos de la región. Pocos dias despues la Policí0a Antinarcóticos capturó a Hector Jose Buitrago Rodriguez, acusado por narcotrafico y uno de los presuntos lideres de los narcos de la región.
La ofensiva juridica contra el narcotrafico continuó el 28 de febrero de este año cuando la Fiscalía profirió otras 10 órdenes de captura, entre las que se encuentran las de los hermanos Gustavo Adolfo y Julian Sotto Garcia, propietarios de El Alcaravan. Pero quizas lo mas interesante de esa decisión de los fiscales sin rostro tiene que ver con la inclusión en esa lista de al menos tres personas claramente identificadas como miembros de grupos de autodefensas.
Pese a los indicios, solamente seis meses despues, y luego de obtener informes de inteligencia al respecto, el Bloque de Busqueda y la Policia Antinarcóticos obtuvieron la prueba que les hacia falta. Ocurrió el 25 de mayo pasado cuando unos 60 hombres apoyados por helicópteros ocuparon El Alcaravan y encontraron 60 kilos de cocaina listos para ser exportados. Ademas la Policia encontró que no lejos de alli existian tres pistas de aterrizaje que permitian la llegada y salida de aviones de pequeño y gran tamaño. Al mismo tiempo fueron decomisados algunos documentos que dejaban en claro que la finca de los Sotto era visitada con alguna frecuencia por hombres armados.
LA VENGANZA
Con todos estos antecedentes a las autoridades no les resultó dificil concluir que la matanza de El Alcaravan habia sido planeada y ejecutada por los narcotraficantes del cartel de los Llanos. La consecuencia más inmediata de este episodio salió a relucir 72 horas despues del atentado cuando Carlos Castaño, jefe de las autodefensas de Córdoba y Uraba, se comprometió a encontrar a los culpables y obligarlos a entregarse a las autoridades.
La vinculación de autodefensas a una masacre de funcionarios judiciales echó por la borda todo el andamiaje montado por la gente de Castaño en los ultimos ocho años para desmontar los vinculos de esas organizaciones con narcotraficantes.
Desde 1989, cuando las autodefensas protagonizaron las peores masacres de la historia reciente del pais, incluida otra de una comisión judicial, Castaño y sus autodefensas diseñaron una estrategia para vestirse con un ropaje que le diera un caracter politico a su movimiento. Por esa razón Castaño creó las Autodefensas Campesinas de Cordoba y Uraba =Accu= para que fuera la uhica entidad con vocería ante el gobierno nacional.
La estrategia parecia funcionar porque las autodefensas se dedicaron a atacar a la guerrilla en lo politico y en lo militar. El discurso politico lo sustentaron en el anuncio de las autodefensas se desmovilizaron una vez la guerrilla deje las armas. En lo militar, las Accu lograron claros triunfos sobre los insurgentes, como el asalto del fortin de las Farc en Mapiripán.
Pero el proyecto tuvo un serio reves a mediados de este año cuando la Policía descubrió que el jefe de una autodefensa en Yacopi (Cundinamarca) protegia la producción de coca en esa zona. Castaño sorteó la situación al ordenar el retiro fulminante del responsable.
Pero lo ocurrido en el Meta colocó a las autodefensas, y a Castaño en particular, en una encrucijada. Al cierre de esta edición parecía que el responsable de la masacre era un hombre conocido como 'Luciano Varela', al parecer, jefe de las autodefensas del sur del Meta, quien habria sido requerido para que se entregara pero se negó a asistir a una cumbre paramilitar que se reunió a mediados de la semana pasada en Uraba. Muy por el contrario, 'Luciano Varela' expidió un comunicado el viernes en la noche, dirigido al estado mayor de las Accu, en el que reivindicó su responsabilidad en la masacre y desafió abiertamente el poder de Castaño. El j efe paramilitar consideró que la exigencia de Castaño de someterse a la justicia era 'irracional' y anunció que en adelante no acatara las directrices de las autodefensas de los Llanos ni de las de Córdoba y Uraba.
Ante el desafio planteado por 'Luciano Varela', el gran reto de Castaño para mantener la unidad de su movimiento y una minima capacidad de negociación con el Estado consiste en entregarlo a la justicia junto con los demas responsables de la masacre del Meta. De no ser asi tendra que seguir con el fantasma del narcotrafico a sus espaldas.