DIÁLOGOS
Diálogos: Gobierno y FARC acuerdan punto sobre drogas y narcotráfico
Tras cinco meses de negociación, Gobierno y guerrilla cierran el tercer punto de la agenda.
Tras cinco meses de negociación, todo indica que el Gobierno y las FARC llegaron a un acuerdo en torno de uno de los puntos más difíciles de la agenda, drogas ilícitas y narcotráfico, que será anunciado por las partes a las 5:00 p. m. de este viernes en La Habana.
Si a este anuncio se añade el que hicieron las FARC y el ELN en la mañana del viernes, decretando una tregua unilateral para la primera vuelta de las elecciones presidenciales, entre el 20 y el 28 de mayo, es evidente que el proceso de paz en Cuba cobra un poderoso impulso.
A un año y medio de iniciada la negociación en La Habana, la mitad de la agenda de seis puntos está acordada. Estos acuerdos incluyen, además, puntos tan delicados y sensibles como el agrario, que se pactó en mayo del año pasado, el de participación política, en noviembre siguiente y, ahora, el de drogas y narcotráfico.
Aunque aún no se conoce en detalle lo que las partes convinieron en torno a este último, el proceso recibe una inyección de oxígeno y vitalidad y, con toda probabilidad, el optimismo frente a sus perspectivas va a crecer. Quedan por delante puntos difíciles como responderles a las víctimas o acordar las fórmulas para un cese bilateral de hostilidades y las de dejación de armas, desmovilización y reintegración de las FARC, pero una constatación se impone: ningún proceso de negociación con las Farc desde cuando se inició el primero, en 1982, había llegado tan lejos.
Una pregunta interesante es la del impacto que tendrá este acuerdo en la recta final de la campaña electoral. Habrá que esperar a que las partes informen en concreto sobre lo acordado.
Pero, desde ya, puede decirse que la combinación del acuerdo en La Habana con el gesto de las FARC de decretar una tregua unilateral, sumando al ELN, tendrán un impacto en una campaña electoral que se ha caracterizado en los últimos días por enfrentamientos personales y judiciales entre los candidatos y no por la discusión política sobre el futuro del país y de la guerra y la paz.