La 'baronesa' de Guacarí vuelve a la Casa de Nariño

Los primeros gobernadores electos en reunirse con el presidente Juan Manuel Santos fueron los de su propio partido, La U. El mandatario los recibió este jueves en la Casa de Nariño y les reiteró el mensaje del mandato que recibieron en las urnas, según el presidente, de convertirse en el cimiento para la paz y el posconflicto en las regiones. Por eso, uno a uno, les impuso la paloma de la paz.

En la reunión, los gobernadores electos despuntaron lo que serán sus agendas de trabajo en sus respectivos departamentos. Los temas de frontera, salud, y recuperación del campo fueron los que más coparon la conversación.

Pero más allá de este diálogo, la reunión supuso un hecho que pudiera ser anecdótico pero que no deja de tener gran significado, el regreso de Dilian Francisca Toro a las instalaciones palaciegas.

Durante sus 11 años como senadora, entre el 2002 y el 2013, Dilian fue una de las asiduas visitantes de la Casa de Nariño. Primero cuando el huésped era Álvaro Uribe. En ese entonces era una de las principales figuras de la bancada uribista, la que permitió la reelección presidencial, y luego, durante los primeros años de la era Santos, no faltaba a las reuniones de congresistas de la bancada oficialista. Fue además la ponente de la ley que habilitó la construcción de las casas gratis del entonces ministro Germán Vargas Lleras.

Pero la congresista vallecaucana, que fue la mayor electora de La U en el 2006 cuando se estrenaba el partido fundado por Santos, pareció caer en desgracia cuando la Corte Suprema de Justicia ordenó su captura. Entre el 24 de julio del 2012 y el primero de agosto del 2013 estuvo detenida y pareció convertirse en vergonzante para la política capitalina. Recobró su libertad por orden de la Fiscalía y aunque sigue vinculada una investigación, la ‘baronesa de Guacarí’ se marginó directamente de la política, aunque conservó intactas sus estructuras en el Valle del Cauca. Incluso afirmó que no regresaría al Congreso.

Lo particular del caso fue que el propio partido de Santos le reabrió las puertas para sus aspiraciones políticas, pese a los numerosos cuestionamientos de la opinión pública, aunque en su contra no pesa ninguna inhabilidad ni requerimiento alguno de las autoridades judiciales.

Dos días antes de las elecciones, en una alocución presidencial, Santos dijo: “No podemos cometer el error de votar por quienes son de dudosa conducta o antecedentes (…) Necesitamos mandatarios sin tacha, sin sombras, que estén decididos a trabajar por su comunidad”.

Aunque Dilian fue una de las candidatas sobre las que mayores sombras se posaron, probablemente se convirtió en la principal carta electoral del partido de Santos, que hoy está presidido por el senador Roy Barreras, y tras el veredicto de las urnas, a la larga terminó siendo una de las principales protagonistas para el triunfo electoral de la Unidad Nacional, que el propio Santos reivindicó el lunes, cuando manifestó lo del mandato para la paz.

Dilian volvió a la Casa de Nariño, y esta vez, tras su nuevo triunfo en las elecciones, la presencia de la baronesa de Guacarí no es tan vergonzante.