PROCESO

Ordenan captura de mayor Juan Carlos Meneses

El oficial retiró el segundo llamado indagatoria dentro del proceso por el que también se investiga a Santiago Uribe Vélez.

31 de octubre de 2013
| Foto: Archivo SEMANA

Por incumplir por segunda vez el llamado a indagatoria de la Fiscalía, se ordenó por parte de la Fiscalía la captura del mayor retirado Juan Carlos Meneses. El oficial está vinculado al mismo proceso que se le adelanta a Santiago Uribe Vélez.

Meneses, de quien lo último que se supo era que se encontraba en Argentina, es uno de los testigos que compromete al hermano del presidente Álvaro Uribe Vélez por presuntamente tener vínculos con los paramilitares, más específicamente con el haber ayudado hace más de una década a conformar una estructura armada al margen de la ley a la que se le denominó los ‘el clan de los doce apóstoles’.

Precisamente hace apenas unos días Santiago compareció ante la Fiscalía para rendir indagatoria ante un fiscal de la Unidad de Derechos Humanos por los presuntos delitos de concierto para delinquir, conformación de grupos ilegales y homicidio agravado por la muerte de Camilo Barrientos Durán, de quien decían era un supuesto colaborador de la guerrilla.

La Fiscalía, en principio, les ha dado crédito a los testimonios de miembros retirados de la Policía, entre ellos el mayor Meneses, quien ha dicho que Santiago Uribe lideró, cuando él estaba adscrito al comando de la institución en Yarumal (Antioquia), en los años 90, un grupo paramilitar denominado 'los doce apóstoles'.

En su testimonio a la justicia, el mayor Meneses también dijo que los sicarios de ese grupo entrenaban en la finca La Carolina, de propiedad de la familia Uribe. Esa misma versión ha sido difundida por un extrabajador de la finca de los Uribe.

Santiago Uribe, un hombre reservado que pocas veces habla en público, tuvo que dar en esa ocasión detalles de aquella época para sustentar su defensa. Así quedó en evidencia en la declaración ante el fiscal 16 de Derechos Humanos que Semana.com conoció en exclusiva. En esta, como era de esperarse, se defendió de las acusaciones y negó cualquier relación con grupos al margen de la ley.

El hermano del expresidente se presentó como un hombre muy normal, sin poder alguno, que vivía con ocho millones de pesos como ingreso y que tenía tan solo un “pedazo de tierra como propiedad”. En el interrogatorio, el fiscal le preguntó sí había tenido relación o contacto con el mayor Meneses.

Santiago Uribe dijo que no conocía personalmente al exoficial: “(…) Lo conocí en mayo del 2010 cuando me denunció con todos sus cuentos y mentiras como jefe de la supuesta organización 12 apóstoles y que de eso estaba enterado mi hermano. Meneses mintió al afirmar que yo portaba una ametralladora y él, quien manifestó haberse reunido conmigo varias veces en La Carolina, no tuvo precaución de describirme cómo soy y de resaltar mi notoria señal particular”.

En efecto, Meneses en varios episodios ha relatado lo que ocurrió en los 90 en Yarumal. En una entrevista a The Washington Post dijo: “El papel de Santiago era liderar un grupo de ganaderos. Él los organizó para armar un grupo y así protegerse de las acciones de la guerrilla”. Según el exoficial de la Policía, por dejar operar a los 12 Apóstoles en la zona "Uribe le pagaba 1,5 millones de pesos mensuales en esa época".

El fiscal le preguntó a Santiago Uribe sobre reuniones de personas armadas y uniformadas en la hacienda La Carolina, donde supuestamente funcionaba el grupo armado ilegal. “La Carolina era un remanso de paz hasta finales de 1987 cuando aparecieron los miembros de las FARC. No le he entregado armas a nadie, ni he tenido reuniones de esa índole con nadie”, respondió.

Acto seguido habló de Eunicio Pineda (un extrabajador de la finca aledaña a la de los Uribe, quien lo ha incriminado). Dijo que no lo conocía como tampoco ha probado que trabajaba en la finca aledaña a La Carolina. “Pineda manifestó que yo le entregaba armas y a veces radios. Él afirma haber visto lo invisible”, dijo Santiago Uribe.

Pineda ha dicho también que Santiago Uribe, a quien le decían el 'Abuelo’, mandaba en la zona con el exalcalde de Santa Rosa de Osos, Álvaro Vásquez, y el exjefe paramilitar ‘Julián Bolívar’, quien llegó con el tiempo a conformar la cúpula de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) con las que el expresidente hizo un proceso de paz que incluyó su desmovilización.

Julián Bolívar se presentó en Santa Fe Ralito, epicentro de esas conversaciones, como comandante del Bloque Central, una de las estructuras armadas más sanguinarias.

Pineda también relató a la Fiscalía que huyó de la finca porque Santiago Uribe y otros querían matarlo por lo que él sabía. Actualmente el hombre se encuentra refugiado en Chile y también mencionó al exsenador Mario Uribe en esas reuniones. Mario Uribe es primo del expresidente y está condenado por nexos probados con los grupos paramilitares.

En otro aparte de la indagatoria, Santiago Uribe tampoco reconoció, como ha dicho el mayor Meneses, haber prestado sus hombres para, en conjunto con la Policía de Angostura (Antioquia), repeler un ataque guerrillero en esa población. “Esa afirmación es falsa. Meneses dice que él acudió a La Carolina a eso de las 6:30 p. m. para hablar conmigo y que yo le presté gente. Nunca estuve hasta esa hora por razones de seguridad”.

El fiscal que lo interrogaba le preguntó si él se enteró de una condecoración que el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, le habría hecho al mayor Meneses. Santiago no pudo explicar el asunto: “Me enteré de esa condecoración a través del proceso y de lo expresado por Meneses ante los medios. Nunca intervengo en las actividades de mi hermano como político y hombre público”. Acto seguido, sin embargo, entró a descalificar a Meneses, de quien dijo estaba siendo investigado como un “falso testigo”.

El fiscal le preguntó por una ‘lista negra’ de supuestos colaboradores de la guerrilla, que en esa época circuló en la población de Campamento (Antioquia). En esa lista, presuntamente en manos de Santiago Uribe, estaba Camilo Barrientos, quien resultó asesinado el 25 de febrero de 1994, episodio por el que se investiga también al hermano del expresidente.

Santiago Uribe también negó el hecho y dijo no haber tenido esa lista en sus manos, como lo aseguró Meneses. “Nunca he tenido una lista de ese tipo. Nunca he estado en Campamento y no tengo el corazón o la maldad para ejecutar semejante acción”, dijo ante la justicia, según reza en la indagatoria en poder de Semana.com.

El fiscal 16 le preguntó sí él o alguno de sus hermanos había tenido tratos con exparamilitares desmovilizados, en especial con Jhon Fredy Rendón y Raúl Emilio Hasbún. Dijo que su hermano Álvaro no ha tenido vínculos con ellos y que su otro hermano, Jaime Alberto (ya fallecido en septiembre de 2001), “pudo haber tenido vínculo con Hasbún” porque trabajó como agrónomo en la zona de Urabá.

Santiago describió a Hazbún como importante ganadero en la época de los 90. Hazbún hoy se encuentra en la cárcel por sus vínculos con paramilitares.

Por último, Santiago Uribe aseguró que todo ese proceso no era más que una “vil e inescrupulosa persecución contra Álvaro Uribe, mi hermano, gran patriota, que algunos quieren ver muerto o en la cárcel para callarlo”. Pero además mencionó como protagonista del “calvario que ha padecido” al entonces senador y hoy alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, quien en el 2005 denunció en una intervención en el Congreso que en la finca La Carolina se coordinaban acciones ilegales.