Duque y Petro: las dos caras del dilema del liberalismo

Horacio José Serpa y Luis Ernesto Gómez son amigos entrañables. Tienen la misma edad (35 años), cada uno tiene dos hijos y su trayectoria pública se ha hecho en las toldas rojas. El primero es hijo del también senador y ex candidato presidencial Horacio Serpa, y le dio inicio a su vida pública durante la administración Petro. Gómez, además de viceministro del Interior, ha sido viceministro de Trabajo. Los dos han crecido con la tutela de dos liberales purasangre: Juan Fernando Cristo y Rafael Pardo. Creen en la paz.

Sin embargo, el jueves por la noche, Horacio José trinó su apoyo a Iván Duque. Lo hizo después de que varios petristas interpretaran que, como él había firmado una carta programática en la que los ejes eran la defensa de la paz, la lucha contra el cambio climático y la reivindicación de los derechos, estaba con Petro. Sus argumentos para apoyar a Duque son una cercanía personal de vieja data y el hecho de que, cuando Serpa fue concejal de Bogotá, se enfrentó a la administracion del candidato presidencial, de quien dice que fue muy cerrado al diálogo y la concertación. Frente a su respaldo a Duque, asegura que este no implica un cambio de posicion frente a la paz o derechos individuales.

Horacio José y otros congresistas liberales podrían estar esta semana en un acto de adhesión al candidato uribista, si las mayorías de congresistas del partido deciden irse con Duque o si la colectividad los deja en libertad de apoyar a quien quieran. Es difícil saber qué pedirían los liberales a cambio, pues César Gaviria ha insistido en que su partido apoyará al candidato que respalde la paz. No en vano, en el liberalismo hay figuras que participaron en la negociación del acuerdo y su implementación, comenzando por el propio ex candidato presidencial Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador.  De otra parte, la principal bandera del uribismo ha sido la crítica a los acuerdos de paz y a Duque lo acompañan defensores acérrimos del No, como Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez.

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En el caso de Luis Ernesto Gómez, sus razones para participar en la disidencia del partido y en el eventual desmarque de Duque, en donde también se ubican parte de las juventudes liberales y más de 15 senadores, tienen que ver con el respeto a la paz.  Esto es lo que asegura el exviceministro, después de publicar el video que se volvió viral. SEMANA habló con él.

SEMANA: Usted publicó un video, diciendo que no va a votar por Duque ¿Se entiende que va a votar por Petro?

Luis Ernesto Gómez: Es inconcebible que un liberal que ha defendido la paz , que defiende el respeto por las minorias y un rol social del mercado, defienda la propuesta más copnservadora que hay en Colombia. No quise estar enfrentado a una decision tan dificil y por eso estuve en la campaña de Humberto de la Calle, pero ahora lo que hay que defender es nuestro ideario liberal y la paz.

SEMANA: ¿Qué opina de la adhesión de un sector de su partido mañana a Duque?

L.E.G.: El uribismo no va a negociar al Partido Liberal ni a los liberales de Colombia, va a recibir un cascarón sin gente y todo el clientelismo. Creo que le hará un daño al ‘buen muchacho Duque’ y quienes estén en esa foto representarán la política del todo vale.

SEMANA: Pero en esa foto estará su gran amigo Horacio José Serpa…

L.E.G.: Me duele profundamente en el alma. Voté por él al Senado con profunda convicción y espero que reflexione sobre lo que es el futuro de la política en Colombia y sobre el futuro del Partido Liberal. Seguirá siendo mi amigo siempre.

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SEMANA: ¿Qué opina de la jefatura de César Gaviria?

L.E.G.: Te voy a responder con un meme que circula en las redes: el Partido Liberal está en la Funeraria Gaviria.

SEMANA: ¿Cuál debe ser el papel del Partido Liberal con cualquiera de los dos gobiernos?

L.E.G.: El Partido Liberal debe defender su ideario socialdemócrata y de libertades, gane o pierda la Presidencia de la República. Si queda Petro, su responsabilidad es garantizar la institucionalidad democrática, la economía de mercado y la propiedad privada.  Y si gana Duque debe, desde la oposición, defender la implementación de la paz y los derechos de las minorías.