NEGOCIOS

El día que ‘El País’ no quiso entrevistar a Santos

Para hablar de la buena marcha de la economía colombiana, el presidente recuerda la llamativa anécdota.

22 de enero de 2014
El presidente Santos interviene en el foro organizado por el diario El País, en Madrid, España. | Foto: SIG

¿Se imagina el lector la frustración para un ministro de Hacienda latinoamericano que al llegar a España el principal periódico de ese país no se tome siquiera la molestia de entrevistarlo? Pues eso le pasó a Juan Manuel Santos, hoy presidente de Colombia y quien está en Madrid paradójicamente como figura estelar de un foro económico organizado por ese diario.

Para Santos, en ese momento, la entrevista revestía un carácter de urgencia porque quería contarle al público las medidas que el Gobierno estaba tomando y evitar una cesación de pagos. “Nadie nos prestaba un solo peso y mi propósito de ir a Davos era tratar de vender una historia que convenciera a los tenedores de bonos que compraran bonos colombianos, pero no tuve mucho éxito”, recordó.

El mismo Santos contó la llamativa anécdota en la mañana de este miércoles durante una intervención que Semana.com reproduce a continuación, en la que exhibió con ejemplos concretos la buena marcha de la economía colombiana:

“Estaba pensando para compartir con ustedes estos minutos y se me ocurrió hacer una comparación real con lo que ocurrió hace 14 años que iba rumbo a Davos (Suiza), precisamente como voy hoy rumbo a Davos, pero en unas circunstancias muy distintas.

En esa oportunidad vine a Madrid a tomar un avión para Davos, estaba buscando que tipo de inversionistas estarían interesados en invertir en Colombia, Santiago Rengifo, aquí presente me quiso ayudar, quise una entrevista con El País, no fue posible.

Iba a Davos a buscar, encontrarme con algún banquero, porque en ese momento yo estaba recién nombrado Ministro de Hacienda y estábamos a punto de entrar en una cesación de pagos. Nadie nos prestaba un solo peso y mi propósito de ir a Davos era tratar de vender una historia que convenciera a los tenedores de bonos que compraran bonos colombianos, pero no tuve mucho éxito.

Catorce años más tarde estamos en Madrid ante el grupo yo creo más selecto de inversionistas que uno puede encontrar.

Ayer, ayer coincidencialmente hicimos una emisión de bonos en Colombia, la más grande de nuestra historia 2.000 millones de dólares hubo demandas por 4.000 a una taza, la mejor que puede uno conseguir en este momento sin duda alguna, en ese momento lo que llaman los express lo que tiene uno que pagar para que le compren los bonos era más de mil, la tasa que vendimos ayer fue de 190 puntos y un bono a 30 años y es la emisión más grande a 30 años que ha hecho cualquier país en la historia de América Latina.

Quería como hacer ese contraste para brevemente tratar de explicarles por qué ha sido posible ese cambio tan abrupto, tan radical, entre lo que teníamos hace unos años y lo que tenemos hoy en materia económica.

Eso tiene que ver mucho con la política y el mensaje que quisiera dejar entre ustedes es: Por qué Colombia ha logrado lo que ha logrado y porque creo que va a poder lograr más hacia el futuro, y qué es lo que estamos haciendo.

Quería como hacer ese contraste para brevemente tratar de explicarles porque ha sido posible ese cambio tan abrupto tan radical entre lo que teníamos hace unos años y lo que tenemos hoy en materia económica.

Eso tiene que ver mucho con la política y ese mensaje que quisiera dejar entre ustedes es qué Colombia ha logrado lo que ha logrado y porque creo que va a poder lograr más hacia el futuro y que es lo que estamos haciendo.

En esa oportunidad yo fui Ministro de Hacienda porque me lo pidió el presidente Pastrana (Andres Pastrana Arango), en ese entonces, que le ayudara a pasar unas reformas que eran muy necesarias estábamos bajo un programa del Fondo Monetario Internacional, yo pertenecía al partido de la oposición y necesitábamos aprobar esas reformas ante el Congreso.

Yo acepté ser Ministro de Hacienda con algunas condiciones y en ese momento hicimos reformas muy necesarias, dolorosas e impopulares, pero que nos salvaron, nos salvaron en el sentido en que los mercados empezaron a tener algún tipo de confianza en el futuro de la economía colombiana. Hicimos reformas dolorosísimas desde el punto de vista político, pero muy necesarias para tener un mejor futuro.

Luego vino el Presidente Uribe (Álvaro Uribe Vélez), y se concentró en algo que desde la época de los romanos todo el mundo debe tener presente la seguridad debe ser la primera ley de la República, porque sin seguridad no puede haber otras leyes que operen objetivamente.

El Presidente entendió eso muy bien y se concentró en tratar de rescatar la seguridad para los colombianos, yo tuve el privilegio de ayudarlo en su segundo mandato como Ministro de Defensa y esa condición importantísima para poder mirar el futuro con mejores ojos se cumplió en buena medida, aunque este es un tema que siempre debe estar presente.

Cuando yo asumí el poder también dije la seguridad debe ser una prioridad por aquello que decían los romanos cuando se inventaron la república tiene que estar presente, pero no es una condición suficiente, es necesaria pero no suficiente.

Y fue por eso cuando gane las elecciones me inspire en un gran presidente norteamericano Abraham Lincoln e invité a mis antiguos rivales de la campaña a hacer parte del gobierno y creamos lo que se denomina un Gobierno de unidad nacional y nos fijamos una serie de objetivos desde el punto legislativo y de reformas.

Una serie de objetivos que le dieran a los inversionistas y al mundo y a nosotros mismos confianza en el futuro , que nos permitieran que la economía pudiese crecer a tasas altas que dieran garantías para que esa economía se pudiese desenvolver en una forma cada vez más positiva.

Yo invite a los rivales antiguos a hacer parte del gabinete y entre todos fijamos unos objetivos, unos objetivos que buscaban poner a Colombia en ese camino decrecimiento alto y crecimiento alto con equidad social. Porque uno de los problemas que teníamos y en cierta forma seguimos teniendo pero en menor medida es la inmensa desigualdad que existe en América latina y en general.

Entonces nos propusimos hacer un inventario de reformas constitucionales y legales para poder lograr esos objetivos y eso para mí ha sido una de las condiciones fundamentales para lograr los resultados que estamos viendo.

Esa gobernabilidad que logramos crear que nos permitía pasar reformas en el Congreso, pasar reformas constitucionales que dieran una base sólida para que la economía pudiese crecer a tasas más altas y así conseguir los recursos para invertir en lo social con mucha más efectividad.

No voy a dar un inventario de la cantidad de reformas que hemos logrado aprobar, pero ha sido la legislatura, sin duda alguna, más rica en cantidad pero sobre todo en calidad que ha tenido Colombia en el pasado reciente, algunos dicen que en su historia, y eso es bien importante.

Voy a dar algunos ejemplos, que han sido, inclusive señalados como ejemplo para el resto del mundo:

Cuando yo fui Ministro de Hacienda en esa época, cuando vine aquí y El País no quiso entrevistarme, estábamos ad portas de una cesación de pagos y la Corte Constitucional que es una Corte muy proactiva en Colombia había fallado sobre un caso donde obligaba a los colombianos y obligaba al Estado a indexar los salarios de los servidores públicos.

Yo fui a donde el presidente de la Corte, me acuerdo muy bien era un señor con una barba blanca, pelo blanco, y le dije: magistrado, ese fallo nos va a traer unos problemas serísimos porque eso nos va cobrar y no nos va a permitir pagar el día de mañana el resto de las deudas del Estado.

Y él me dijo: lo felicito, hace 14 años me hizo un gran elogio, lo felicito joven me dijo el magistrado, porque usted está cumpliendo su deber como ministro de Hacienda pero yo estoy cumpliendo con el mío como magistrado de la Corte Constitucional, entonces váyase usted a cumplir con su deber y yo sigo aquí cumpliendo con el mío.

Yo quedé un poco desubicado y le dije: y cuál es el deber que usted está cumpliendo con esa actitud y con esa forma de proceder. Me dijo: porque estoy defendiendo los derechos de los colombianos, y lo dijo en forma enfática.

Le dije: cuál derecho está defendiendo. El derecho de los funcionarios del Estado de tener un salario mínimo. Entonces le dije: bueno válido, pero si usted por defender ese derecho deja al resto de los colombianos sin el derecho a la salud, sin el derecho a la justicia, sin el derecho a la educación, ¿qué pasa?

Me miró y me dijo: buena pregunta pero como la Constitución no dice lo que usted está preguntando, aquí yo no tengo alternativa diferente a seguir defendiendo ese derecho.

En esa ocasión me dijo: si usted logra convencer al resto de los magistrados, que cambiemos el fallo porque usted tiene un punto importante yo acompañaría ese cambio.

Y me tocó hacer un lobby con todos los magistrados de la corte que cambiaran ese fallo, pero me quedo sonando esa situación.

Y lo primero que hice cuando llegué a la Presidencia de la República fue introducir la reforma constitucional que elevara a rango constitucional con criterio de responsabilidad fiscal, para ser tenido en cuenta en todas las decisiones no solamente del Poder Ejecutivo, sino del Poder Judicial y del propio Congreso, el Poder Legislativo para que estuviera ahí mismo pidiendo los derechos fundamentales.

¿Con qué objetivo? ¿Con qué criterio? ¿Por qué? porque una crisis, ustedes lo han vivido recientemente como pocos países, una crisis lo primero que se lleva por delante son los derechos de los ciudadanos porque tienen que restringir los presupuestos de la salud, de la educación, de la justicia, de la seguridad.

O sea que en toda crisis económica también tiene un gran contenido de defender los derechos de los colombianos y con esa tesis fuimos al Congreso, fue una discusión muy rica, filosófica, moral.

Algunos me decían: no, usted quiere poner los intereses económicos por encima de los derechos fundamentales, eso es inconcebible. Y nos tocó hacer una pedagogía muy importante para decir no, están íntimamente ligados.

Sin una buena economía, sin una economía que produzca los recursos suficientes el resto de los derechos se vulneran, están debilitados. No hay, por consiguiente, mejor objetivo que tener una economía sólida.

Y finalmente logramos, no solamente aprobar esa reforma constitucional sino que la propia corte constitucional nos afectara esos principios. Y un principio que hoy, por muchos académicos, muchos analistas, está siendo señalado como ejemplo por el resto del mundo.

Eso es un ejemplo de una serie de reformas. Inmediatamente nos pusimos una regla fiscal, es decir, nos pusimos una camisa de fuerza que nos obliga a mantener un gasto público dentro de unos márgenes, nos obliga a ir reduciendo la deuda que en el caso colombiano no era una deuda exagerada pero iba reduciendo en la medida en que va creciendo la economía.
Y eso ha generado una confianza enorme entre los inversionistas, que nos ha permitido por ejemplo lo que paso ayer, emitir bonos a los costos más bajos de nuestra historia.

Eso ha venido acompañado por otra serie de reformas de todo tipo en la parte social, en la parte económica para poder garantizar la sostenibilidad de un crecimiento alto y eso nos ha permitido unos resultados tal vez sin precedentes.

Yo creo que no me equivoco, inclusive mis críticos no o contradice, que hoy Colombia tiene la economía más sólida de su historia, tenemos la inflación más baja de América Latina.

Colombia está creciendo al nivel más alto, el último trimestre del año pasado, donde hay datos es el crecimiento más alto de toda América Latina.

Tenemos la creación de empleo, que es bien importante, más alta de toda América Latina, hemos logrado crear más de 2 millones y medio de empleos y en su mayoría empleos formales.

Hemos logrado atraer inversión y generar inversión también pública y privada que nos coloca con la tasa de inversión más alta de América Latina, eso tiene como consecuencia que va a generar más crecimiento hacía el futuro, tenemos unas cuentas fiscales en equilibrio, tenemos una deuda que está bajando, hoy en día el nivel de deuda es de cerca del 33 %, la hemos venido bajando año por año.

Hemos introducido reformas que nos ha permitido elevar el ingreso tributario en cerca de un 50 por ciento o más. Teníamos 60 y pico billones de pesos, hoy tenemos más de 100 billones de ingresos, y eso lo hemos invertido en la parte social, lo que a su vez con políticas muy focalizadas nos han permitido bajar la pobreza como ningún país de América Latina con excepción del Perú, Perú bajó más la pobreza de Colombia tanto pobreza como pobreza extrema, y nos ha permitido algo que para mí es muy importante por la sostenibilidad y además por convicción de justicia social.

Nosotros éramos un país con unas desigualdades, y seguimos siendo, con unas desigualdades enormes, pero teníamos el vergonzoso segundo lugar en América Latina, después de Haití, nos disputábamos con Guatemala ese segundo lugar y eso nos propusimos romperlo porque si queríamos tener sostenibilidad a largo plazo teníamos que generar, hacer crecer la clase media porque de otra forma no éramos viables a largo plazo.

Pusimos en marcha políticas en esa dirección que afortunadamente han tenido resultado y hoy podemos decir que en estos tres años, tres años y medio hemos logrado reducir las desigualdades como pocos países, Ecuador ha sido más efectivo que nosotros en eso, pero ya no somos el segundo país, estamos más o menos en el promedio de América Latina, que no es gran cosa, porque América Latina sigue siendo el continente más desigual del mundo entero, pero por lo menos hemos avanzado y ahí tenemos que avanzar muchísimo más.

Todo esto ha sido posible por lo que les decía, la gobernabilidad, porque hay unos consensos que hemos logrado entre los diferentes partidos políticos que conforman la unidad nacional, donde nos ha permitido la aprobación en el Congreso de estas reformas y esos resultados están a la vista, están ahí y el gran reto hacía adelante es cómo podemos sostener este crecimiento.

El promedio de crecimiento de Colombia ha sido cercano al 5 por ciento, estamos haciendo unas inversiones en m materia de infraestructura donde tradicionalmente nos hemos quedado atrás porque los ministros de hacienda cuando tenemos problemas fiscales, lo primero que hacemos es sacrificar lo que políticamente es lo menos costoso y generalmente lo menos costoso es posponer las obras de infraestructura y eso a Colombia le ha significado acumular un atraso en materia de infraestructura de muchos años, de muchas décadas que nosotros estamos tratando de corregir.

También dentro de las reformas que aprobamos, aprobamos una ley de alianzas público-privadas para apalancar la inversión pública con la inversión privada que nos permitan hacer grandes inversiones en infraestructura y estamos haciendo unas inversiones sin precedentes, lo que hemos puesto en marcha, lo que se está licitando, se está poniendo ya en ejecución.

En los últimos meses y en los meses por venir puede sumar más de 27 mil millones de dólares en obras de infraestructura, eso lo hace el proyecto de infraestructura más ambicioso de América Latina por mucho, que va a cambiar también la competitividad del país donde hemos estado atrasados.

Se calcula que con esta inversión en infraestructura al aumento en el crecimiento económico de Colombia, permanente, puede ser del orden del uno por ciento adicional.

Si estamos creciendo más o menos al 5 (por ciento), pues con estas inversiones solamente en materia de infraestructura que tienen que ver, muchos de ustedes conocen mejor que yo el programa, porque nosotros hemos invitado a las empresas españolas, precisamente por la gran capacidad que tienen las empresas españolas y la gran experiencia que tienen en crear infraestructura, tienen que ver con carreteras, tienen que ver con ferrocarriles, tienen que ver con puertos.

Ahí, hay entonces una área, un sector que es muy atractivo desde el punto de vista de inversión, que va a generar más crecimiento no solamente durante la construcción de esa infraestructura; tiene que ver con carreteras, tiene que ver con ferrocarriles, tiene que ver con puertos, ahí hay entonces una área, un sector que es muy atractivo desde el punto de vista de inversión, que va a generar más crecimiento no solamente durante la construcción de esa infraestructura sino también hacía el futuro por la competitividad que le introduce a todo el engranaje económico.

Por ejemplo, hoy una tractomula entre dos ciudades de Colombia, Medellín y Cali se demora 15 horas, con estas obras se va a demorar alrededor de 7 a 7 horas y media.

Hoy es más costoso llevar un contenedor de Bogotá a Buenaventura que de Buenaventura a Hong Kong, eso se revierte totalmente con estas inversiones, es un factor que ha sido muy atractivo para los inversionistas y en todos estos proceso de precalificación el interés ha sido monumental, empresa españolas, británicas, del mundo entero.
Por supuesto está la apuesta por la paz, nosotros hemos logrado estos resultados en medio de un conflicto, un conflicto que nos ha desangrado durante 50 años.

Un conflicto que ha sido un freno en nuestro desarrollo durante todo este tiempo, un conflicto que por ejemplo, el campo colombiano, donde hay un enorme potencial en un mundo que cada vez está buscando producir más alimentos por la demanda creciente en la China, en la India, en Indonesia, en tantos lugares del mundo donde la población está creciendo y el poder de consumo está creciendo.

La gente se pregunta: ¿de dónde van a venir todos estos alimentos?, y de acuerdo a la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura) hay siete países con un gran potencial para aumentar la producción de alimentos, uno de ellos es Colombia. Pero paradójicamente Colombia tiene su campo muy atrasado, la productividad del campo colombiano es de las peores del mundo. Y ahí hay una oportunidad enorme.

Una de las razones por las cuales no ha habido inversión en el campo es la presencia del conflicto, la presencia de la guerrilla en el campo colombiano. Si sacamos de en medio ese gran freno que tenemos en nuestro desarrollo, logramos la paz.

Una paz que no va ser a expensas de nuestro modelo económico, una paz que no va ser a expensas de nuestras instituciones políticas, una paz que no va ser a expensas de la política de inversión favorable a los mercados, favorable a la inversión extranjera. Nada de eso está en la mesa de negociación.

Todos los principios que han regido, el quehacer económico se mantendrán. Somos una economía de mercado favorable a la inversión extranjera, favorable a unas reglas de juego estables.

Y lo que yo le digo a todos los inversionistas que son más que bienvenidos, siempre y cuando cumplan con dos condiciones fundamentales: responsabilidad social y responsabilidad ambiental.

Colombia es uno de los países más ricos en materia de medio ambiente. Tenemos que preservarlo, y por supuesto que paguen los impuestos.

Pero aparte de eso, la inversión la necesitamos. Es parte de nuestros elementos fundamentales para seguir creciendo a tasas altas. Nada de eso está en juego en la mesa de negociación con la guerrilla.

Y si logramos la paz, se calcula, han hecho muchos economistas, muchos cálculos, modelos económicos que, la economía también puede crecer en forma permanente entre, unos dicen uno, otros dicen dos por ciento, otros dicen uno y medio por ciento. Seamos conservadores, pongámosle uno por ciento.

Entonces en esos dos factores, infraestructura y paz, tendríamos un crecimiento adicional de dos por ciento o dos y medio por ciento en forma permanente.

Si la capacidad de la economía en estos momentos es del 5 por ciento, porque cuatro y cinco es la capacidad de crecer y le agregamos esos dos puntos, ahí podríamos entonces estar en esa senda que es la ideal de tener una economía con un crecimiento del 7 por ciento permanente durante mucho tiempo.

Es en esa dirección en donde estamos nosotros encaminados, en buscar esas condiciones que las tenemos, -están ahí a la mano- y que debemos es cuidarlas y ponerlas a funcionar para lograr una economía con un crecimiento alto, estable, sostenible en el tiempo. Y que a su vez retroalimente la política social.

En la medida en que nuestra clase media siga creciendo pues, el poder de consumo sigue creciendo y eso es un círculo virtuoso en el que queremos estar. Creo que ya entramos en ese círculo virtuoso, y el gran desafío en mantenerlo.

Y eso tiene a su vez mucho que ver –nuevamente vuelvo al principio- a la parte política. La polarización lo único que hace es estancar las economías. La polarización política tiene un costo altísimo en materia de desempeño económico. Y eso lo hemos aprendido, lo hemos asimilado. Y por eso, preservar la capacidad como sociedad de encontrar consensos frente a ciertas situaciones, es muy importante.

Esa actitud, que les decía, al principio del gobierno de invitar a los contrarios, a los rivales a ponerse de acuerdo sobre aspectos fundamentales para el desempeño del país en términos económicos y sociales, es algo que, creo que debemos mantener a toda costa. Y por lo menos, en mi caso, yo lo alimento todos los días.

Creo que Colombia es una economía y un país que en este momento está teniendo un, un nivel de atracción sin precedentes.
Nos hemos propuesto también en la parte internacional jugar un papel relevante en muchas de las discusiones que tienen que ver con nuestro futuro. Una de ellas es el medio ambiente.

Hemos iniciado un proceso de integración muy exitoso con los países de mejor desempeño de toda América Latina: México, Chile, Perú y Colombia, la Alianza del Pacífico. En muy poco tiempo se ha convertido en el proceso de integración más exitoso de la historia de América latina, sin duda laguna. Muchos dicen que es el proceso más interesante en este momento del mundo entero.

Sumados somos más grandes que Brasil. Con un ingreso per cápita más grande que Brasil. No estamos compitiendo con Brasil. Esto no es un juego de suma cero, esto simplemente cuatro países que tienen una forma parecida de ver el futuro, que comparten visiones, que comparten principios, que se han unido y en este caso para integrarse y fortalecer sus cadenas.

Precisamente, el próximo 10 de febrero nos reuniremos en Colombia, -Colombia preside la Alianza en este momento- para formalizar los acuerdos comerciales donde todos los aranceles van a quedar en cero entre el comercio de todos estos países, y nos estamos fortaleciendo para poder competir con el resto del mundo; sobre todo, con el mundo del Asia Pacífico. Pero no es exclusivo del Asia Pacífico es una alianza mirando al mundo en su integridad.

Iniciativas de este tipo tenemos varias. Estamos jugando un papel cada vez más activo en un mundo cada vez más globalizado. Y creo que ahí también Colombia.

Tiene un futuro interesante.

Nuestras relaciones con España pasan por un momento muy positivo. Estamos muy agradecidos con la iniciativa de España de llevar a la Unión Europea la propuesta de quitar este antipático visado para los colombianos y los peruanos en la entrada de los países de la Unión Europea. Eso va avanzando bien.

Pero no solamente ese gesto de amistad que tuvo el gobierno español sino la enorme sinergia entre España y Colombia en muchos frentes, en el frente económico sin duda alguna. Como les decía, ustedes aquí, lograron crear y construir una infraestructura, en relativamente corto tiempo, una infraestructura maravillosa, toda esa capacidad la queremos aprovechar nosotros.

Allá tenemos esa necesidad, y eso nos presenta una oportunidad enorme a los dos países. No solamente en infraestructura, en otros frentes, en materia de tecnología está todo por hacer; Colombia está haciendo inmensos esfuerzos de conectar todo el país con banda ancha, fibra óptica, vamos a ser el primer país de américa latina que va a lograr eso.

Conectar todo el país con fibra óptica y banda ancha. Ahora el gran reto es cómo vamos a utilizar mejor –aquí tengo a la ex ministra de la tecnología española que nos ha venido ayudando también, a quien le agradecemos mucho toda esa ayuda que nos ha dado-, ahí hay oportunidades de todo tipo.

De manera que el mensaje que quería dejarles a ustedes es: ahí hay un país que necesita la inversión, que necesita la presencia de todos ustedes, ustedes todos son bienvenidos, nosotros no tenemos ningún prejuicio frente a la inversión extranjera, todo lo contrario tenemos una necesidad de unos buenos socios –así vemos nosotros a los inversionistas extranjeros, como nuestros socios- en este empeño de lograr este crecimiento alto, sostenido.

Sin esa inversión extranjera es mucho más difícil lograr esos objetivos, y por eso agradezco tanto esta oportunidad, Juan Luis, para poder darles a ustedes una versión más positiva de la que pude dar hace 14 años cuando aquí ni siquiera me recibían.

Entonces, muchas gracias”.