El pasaporte de Helena está copado de sellos de migración y de destinos bastante exóticos. Alemania, Egipto, Jordania, Israel. Tiene 38 años y siempre aprovecha sus vacaciones para viajar alrededor del mundo. Su aventura para este fin de año era conocer la nieve, y esquiar. Pero su objetivo se vio truncado por las autoridades migratorias españolas, que decidieron negarle el ingreso a territorio europeo.
El viaje más corto de su vida, pero a la vez el más traumático. El pasado 8 de diciembre emprendió su periplo. Medellín – Cali, Cali – Madrid. Al llegar al aeropuerto de Barajas, en la capital española, le exigieron todos los documentos. Helena presentó la reserva de hotel, sus extractos bancarios, sus tarjetas de crédito, el pasaporte vigente. La pasan a un cuarto con muchos teléfonos públicos, es sometida a dos entrevistas, una de ellas con una abogada, quien fue la encargada de entregarle la resolución en la que la inadmitían.
Helena relató a La FM Radio detalles de lo que fueron las 48 horas en las que pasó entre aeropuertos y aviones. La razón que le dieron para no dejarla entrar a Europa, a pesar de la eliminación de la visa Schenguen, es que no tenía carta de invitación. Ella presentó las reservas del hotel donde se hospedaría en Madrid, pero dice que el error pudo ser que dichas reservas terminaban días antes de la fecha de su viaje de regreso. Ella explicó que solo se quedaría unos días en Madrid porque después visitaría pueblos vecinos, y su objetivo final era la Sierra o los pirineos, quería conocer la nieve y esquiar.
Sin embargo no presentó las reservas para esos días, señaló que aún no le dieron la reserva porque no le garantizaban la fecha en que caería nieve y los días en que habría condiciones para esquiar. Nada de eso sirvió. Como no tenía carta de invitación, fue deportada.
A Helena le quitaron las pertenencias, le dejaron solo el reloj. Nunca vio sus maletas, y cuando salió del cuarto secreto lo hizo escoltada por dos policías. Relata que les dieron cobijas, sábanas limpias y toallas. Tuvo que pasar una noche en el terminal aéreo, antes de que la pudieran deportar.
Aunque dice que en general el trato fue respetuoso, se quejó de una mujer policía que las llamaba lentas y mongólicas a las mujeres que tuvieron que pasar a las entrevistas. También dice que sus maletas le fueron devueltas con señales de que las habían abierto, manipulados, y averiados. Fue escoltada por dos policías hasta el avión que la llevaría de regreso, la entraron por una puerta alterna, y su pasaporte le fue entregado a una de las azafatas. Solo hasta el 10 de diciembre, cuando regresó a Cali, recuperó su documentación. “A pesar de que eliminaron la visa Shenguen los requisitos para entrar a España son más estrictos”, dice Helena, la primera colombiana a la que le niegan el ingreso a Europa, luego de que se eliminara el requisito de la visa a los colombianos.