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El enigma de 'La Gata'
La polémica historia de una empresaria del chance de Bolívar que es venerada por unos y muy temida por otros.
En Bolívar dicen que no hay gobernador sino gobernadora. Y que es tan poderosa que se dio el gusto de propinarle una cachetada al mandatario de Bolívar, Libardo Simancas, en público.
Su nombre es Enilse de Jesús López, popularmente conocida como 'La Gata'. Ella es la dueña del monopolio del chance que se vende en Magdalena, Sucre y Bolívar.
Es una mujer que maneja un bajo perfil, no acude a fiestas y tampoco gusta de los medios. Además, a través de su Fundación Wendy Vanesa, creada hace cuatro años en honor de su hija de 8 años, ha realizado innumerables obras sociales que le han granjeado el apoyo de mucha gente humilde. Sin embargo, es una de las personas más poderosas -y también temidas- en la Costa.
López nació en Naranjal, Sucre, en 1953, pero hizo su fama en Magangué, un municipio de Bolívar, a la orilla del río Magdalena, donde leía la fortuna de la gente en las cartas cuando era joven.
Luego montó con su esposo la heladería La Enramada, al lado del Teatro Habi. Allí vendían helado, cervezas, discos y, con el tiempo, electrodomésticos, vajillas y oro, que compraba en el sur de Bolívar. El negocio prosperó y le dio para abrir una casa de empeño y convertirse en prestamista. Entre sus clientes se encontraban los jueces del municipio, quienes recurrían a ella cuando el pago de sus salarios se retrasaba, que era casi siempre.
Un día apareció en la heladería un gato solitario que se comió todos los ratones y los bichos que merodeaban el negocio. En honor del animal surgió el nombre de Apuestas Permanentes El Gato, para su negocio de chance, el concesionario más antiguo de Bolívar.
Con su progreso económico, llegaron las cartas extorsivas de la guerrilla. Al principio López se rehusó a dejarse extorsionar y entonces secuestraron a su padre, que murió dos meses después de haber sido liberado tras pagar un rescate. La guerrilla también secuestró a su esposo, el ex policía Héctor Julio Alfonso Pastrana, y mató a tres hermanos, todos empresarios del chance. Su socio en Uniapuestas, Renato Fabián Pardo Donado, también fue asesinado cuando entraba a las instalaciones de la empresa en noviembre de 2003.
Además de ensañarse contra la familia de 'La Gata', en enero de 1999, las Farc acusaron a Enilse López en un comunicado público de ser jefe paramilitar en Magangué, acusación que no está sustentada por acción judicial alguna. En la Fiscalía General no tiene antecedentes por paramilitarismo.
A finales de los años 80, López comenzó a expandir su negocio hacia los departamentos vecinos, algunos creen que impulsada por un dinero que habría escondido en su finca el narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, muerto por la Fuerza Pública a dos kilómetros de Tolú en diciembre de 1989. Según muchas versiones recogidas por SEMANA, Gacha había sido amigo suyo, relación que el hijo de 'La Gata' negó. "A Gacha lo conocimos por televisión. Es totalmente falso que mi mamá y él se conocieran", dijo Jorge Alfonso López, actual alcalde de Magangué. Él y su mamá también dicen que jamás han conocido al jefe paramilitar Salvatore Mancuso. "A ese señor no lo conozco, sólo lo he visto por televisión y en la prensa", dijo Enilse López a SEMANA, indignada por lo que ella considera una leyenda tejida por sus enemigos.
Sobre ella circulan muchas historias en Bolívar. Una de éstas es que semanas antes del día de la votación, Libardo Simancas iba perdiendo las elecciones para la gobernación de Bolívar y además se había quedado sin plata. SEMANA confirmó que por esos mismos días, en un consejo de seguridad del departamento, el gobernador Luis Daniel Vargas había expresado su preocupación porque el comandante paramilitar 'Juancho' había dado la orden en varios municipios de Bolívar de votar por el candidato opositor a Simancas, y el Bloque Central Bolívar habría hecho lo propio en el sur del departamento.
Sin embargo, dos semanas antes del día de la elección levantaron la prohibición, la campaña de Simancas resolvió su situación económica, y se convirtió en el palo de los comicios. ¿Qué pasó en esos días?
Lo que dicen muchos políticos en Cartagena, sin dar la cara, es que la campaña de Simancas habría buscado la ayuda de 'La Gata'. Habría sido una colaboración en un doble sentido: por un lado ella supuestamente le habría prestado dinero -7.000 millones- y por otro habría conseguido que los paramilitares dejaran a la gente votar en libertad. ¿Qué de todo esto es verdad?
Es difícil saberlo. SEMANA no logró hablar con Simancas, pero sí pudo verificar los reportes que hicieron las campañas políticas al Consejo Nacional Electoral, y no aparece ninguna donación hecha por empresas de Enilse López al gobernador Simancas. Ella también dice que no aportó ni un centavo a la campaña y que tampoco habló con los paramilitares, con quienes dice no haber tenido jamás en su vida relaciones.
Ella admite, sin embargo, haber promovido la candidatura de Simancas, pero únicamente porque su hijo era candidato a la alcaldía de Magangué también por el Partido Liberal. "Les dije a mis trabajadores y a la gente marginada, que me quiere mucho por el trabajo de la Fundación, que votaran por él", dijo la empresaria del chance a SEMANA. También organizó un apoteósico evento de apoyo a Simancas en el Coliseo Bernardo Caraballo, en Cartagena, en el cual levantó la mano del candidato y las de los concejales que ella respaldó, invitando a la gente a depositar su confianza en ellos.
Es probable que el interés de 'La Gata' en apoyar a Simancas fuera más allá de respaldar el partido de su hijo. Un mes antes de las elecciones, el 29 de septiembre de 2003, ella había obtenido la concesión para operar el chance de Bolívar en una adjudicación que fue ampliamente cuestionada.
El gobernador Luis Daniel Vargas, del partido de Simancas, se negó a seguir la recomendación de la Procuraduría General de suspender la licitación del chance de Bolívar por las irregularidades en los estudios que soportaban la licitación. Esto, a pesar de que así lo había ordenado también el Juzgado Quinto de Familia en Cartagena, al resolver una tutela en primera instancia, fallo que luego fue confirmado por el Tribunal Superior de Cartagena. Vargas decidió más bien cambiar al gerente de la Lotería y nombró a Enrique Nadad Mejía.
Nadad había sido contratista de la alcaldía de Magangué y al momento de ser nombrado gerente de la lotería figuraba en el boletín de responsables fiscales de la Contraloría, lo cual lo inhabilitaba para cualquier cargo público. Sin embargo, durante los pocos días que estuvo en el cargo y cuando el contrincante, Inverapuestas, había decidido retirar su propuesta de la licitación alegando falta de garantías, le otorgó la licitación a Apuestas El Gato EU, de López, quien explota la concesión actualmente.
Con Simancas como gobernador, la gente en Cartagena percibe una creciente influencia de López en los asuntos del departamento, sobre todo en las áreas de salud y educación, cuyos secretarios son oriundos de Magangué.
Cuando su hijo Jorge Alfonso López cumplió los primeros 100 días de mandato hubo excursión de prácticamente todos los secretarios de la gobernación al evento. La celebración además se transmitió por radio y televisión, y hasta apareció una nota en El Tiempo. A la posesión del alcalde también acudieron a Magangué unos 20 congresistas a felicitar al joven de 30 años, quien a pesar de jamás haber hecho política obtuvo 30.000 votos, un caudal considerable dado que el pueblo no supera los 160.000 habitantes. "Las empresas de apuestas permanentes apoyamos a dirigentes como William Montes, Vicente Blel, José María Imbett", dijo a SEMANA el alcalde Jorge Alberto López, para explicar la presencia de tantos congresistas en su posesión.
Estos congresistas formaron parte del bloque que promovió en el Congreso la elección de Volmar Pérez a la Defensoría del Pueblo, quien coincidencialmente el 17 de marzo de 2004 -cuando estaba en plena campaña para ser nombrado en propiedad - presentó una insistencia ante la Corte Constitucional para que revisara una tutela instaurada por Inverapuestas S.A. contra la Lotería de Bolívar, que la Corte había negado.
Es una facultad que le concede la Constitución al Defensor para abogar ante la Corte a favor de los derechos de los ciudadanos -generalmente de los desvalidos-. En su insistencia, el Defensor no menciona a Enilse López ni a su empresa de chance. No obstante, si la Corte Constitucional falla de acuerdo con su petición la principal beneficiaria será Apuestas El Gato, pues dejaría sin piso las tutelas que buscaron anular el proceso de licitación del chance en Cartagena.
Todo esto resalta hasta dónde llega el poder político de esta empresaria. Los chanceros también fueron aportantes de la campaña de Guillermo Hoenisberg y de Álvaro Uribe. En efecto, Uniapuestas, la Unión de Empresarios de Apuestas Permanentes del Atlántico, aportó 10 millones de pesos al alcalde de Barranquilla y 100 millones de pesos a la campaña presidencial, estando entre los 20 mayores aportantes.
López y su hijo, quien antes de ser alcalde era gerente de Uniapuestas, dicen que su participación accionaria en esta sociedad anónima que congrega a varias empresas de chance no supera el 10 por ciento de las acciones, que es la proporción que aparece en la escritura de constitución de la empresa en 2000. Sin embargo, en el certificado actual de la Cámara de Comercio de Barranquilla consta que su hijo Jorge y su esposo Héctor son dos de los cinco miembros principales de la junta directiva.
El gerente financiero de la campaña de Uribe dijo a SEMANA que en ese momento se verificó que la empresa no estuviera en la Lista Clinton, ni reportada a la Fiscalía ni en los bancos. "Tenía todas las acreditaciones de una empresa legal, afirmó. Incluso el Estado le había otorgado varias concesiones".
Mientras en Cartagena Enilse López -quien tiene en la Fiscalía dos indagaciones preliminares por amenaza y otras dos por fraude a resolución judicial y falsedad en documento privado- inspira temor a algunos, en Magangué es altamente apreciada por otros por las labores sociales de su Fundación Wendy Vanesa. Por lo pronto, ella seguirá siendo un enigma.
NOTA DE LA REDACCIÓN
Por un error de edición en la versión impresa, quedó por error que el gobernador Libardo Simancas había otorgado la licitación del chance en Cartagena a Apuestas El Gato cuando en realidad fue su inmediato antecesor. Ofrecemos disculpas por este error.
SEMANA publica la carta que el gobernador Simancas envió a la redacción sentando su posición frente al artículo. Aunque SEMANA buscó infructuosamente su versión con anterioridad a la publicación del mismo, sólo se conoce hasta ahora su versión de los hechos.
Carta del Gobernador de Bolívar
Por infames y denigrantes, rechazo categóricamente los términos falaces, injuriosos e irrespetuosos como se refieren al Gobernador de Bolívar en la edición 1.180 de su revista. Considero que sus lectores y las autoridades legítimamente constituidas merecen el homenaje de una información responsable y veraz, y que los periodistas deben rendirles tributo a los sagrados principios de su profesión.
La verdad ha sido ultrajada en dicho artículo, como lo evidencian las notorias imprecisiones y suposiciones que consigna, sin sustento alguno en la realidad, y que como habitual suscriptor de SEMANA me dejan defraudado.
En los aspectos de fondo, me permito ilustrarlos sobre el proceso político que me llevó a la Gobernación de Bolívar, y que seguramente por tratarse de un proceso regional escapó a su cubrimiento periodístico oportuno.
Desde un principio mi candidatura contó con el respaldo de bases comunitarias, dirigencia cívica, política y empresarial de la región, conocedores de mi trayectoria independiente dentro del Partido Liberal, de mis 20 años de cátedra universitaria, de mi carrera pública y de mi propuesta política "Por el Bolívar que todos queremos". Dicha candidatura siempre evidenció ser la más fuerte en el departamento (gané la consulta interna del Partido Liberal e impuse la más alta votación jamás registrada por candidato alguno), lo que deja sin sustento las afirmaciones: "semanas antes del día de la votación, Libardo Samancas iba perdiendo las elecciones para la Gobernación de Bolívar y además se había quedado sin plata" o "y se convirtió en el palo de los comicios".
Tales frases carentes de verdad desencadenan otra serie de falacias, lo que desdice del rigor periodístico y seriedad que se supone ha consolidado SEMANA a lo largo de varios años.
El artículo se diluye en otras afirmaciones infundadas. Ustedes sostienen que, respecto a la adjudicación del chance, cambié un gerente de la Lotería de Bolívar, cuando la fecha en que se registró tal situación -29 de septiembre de 2003- ni siquiera había sido elegido gobernador.
El resultado de fundar versiones periodísticas en rumores es la desinformación a que es sometido el lector y el ataque a la integridad moral de personas con hojas de vida intachables, como sucede en este caso.
Prueba de ello es el constante empleo de facilismos periodísticos como "supuestamente", "dicen" o acudir a pospretéritos como "habría", lo que conduce a sembrar prevenciones infundadas en los lectores. "Por un lado ella le habría prestado dinero -7.000 millones de pesos- y por otro habría conseguido que los paramilitares dejaran a la gente votar en libertad". Acudir a tales artificios no solo desdice de la investigación periodística, sino que tipifica una injuria, tal como lo contempla el Código Penal y la jurisprudencia vigente. No hay asomo en todo lo dicho de la más mínima prueba y no se cita ninguna fuente que lo acredite.
Por mi formación académica y cultural, siempre he estado alejado de altercados personales. La infamia de la bofetada no solo desborda la imaginación macondiana sino que alcanza la dosis venenosa del pasquín. El gobernador de Bolívar es Libardo Simancas Torres, y nadie le ha faltado al respeto, salvo SEMANA.
Por todo lo anterior, solicito se sirvan retomar los principios del buen periodismo y le concedan al Gobernador del Bolívar el derecho a rectificar estas infundadas aseveraciones, con la publicación íntegra de esta carta.
Libardo Simancas Torres, gobernador de Bolívar
Cartagena