A barajar de nuevo: el incierto futuro de la carrera Séptima

La carrera Séptima es la vía más importante y emblemática de Bogotá y, a su vez, la que más ha sido objeto de todo tipo de estudios en los últimos 15 años. Desde Luis Eduardo Garzón en adelante, todos los alcaldes han invertido recursos en diseños y han prometido cambiarle la cara y ponerles fin al caos vehicular y a la contaminación. Pero nada ha ocurrido y, justo cuando parecía haber una solución definitiva, el futuro del corredor volvió a quedar en suspenso.

La alcaldesa Claudia López decidió revocar la licitación abierta en la alcaldía de Enrique Peñalosa, suspendida en 2019 por un juez faltando poco para adjudicar la obra por casi 1,7 billones de pesos. En la campaña electoral, López prometió que en la Séptima no habría una troncal de TransMilenio, como estaba contemplado, sino un corredor verde.

En los últimos días cumplió parcialmente su promesa porque, tras llegar a un acuerdo con las firmas interesadas, revocó la licitación abierta por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). Pero hoy nadie sabe muy bien en qué consiste el corredor verde ni qué alternativa de transporte público va a circular por una vía clave en la movilidad de millones de personas.

Si no habrá buses articulados, la Alcaldía de Claudia López le podría apostar entonces a buses eléctricos, o incluso a un tranvía. Hasta el momento esas alternativas son una mera especulación, porque nuevamente la Séptima será sometida a un ejercicio de diagnóstico de alternativas. Si todo sale como está planeado, en 2022 podrían adjudicar la nueva obra, lo que significa otro largo retraso en los planes para la Séptima.

El director del IDU, Diego Sánchez Fonseca, le dijo a SEMANA que en el diseño conceptual del corredor verde van a trabajar con la asesoría de la firma de arquitectura danesa Gehl Architects. “Lo más importante es que se va a socializar una alternativa con la ciudadanía en el mes de septiembre. El corredor verde quedó contemplado en el Plan Distrital de Desarrollo, que señala que habrá prelación para la bicicleta, los peatones, y un modo de transporte público no contaminante, cero emisiones. La gente va a opinar, no es una imposición”, aseguró Sánchez.

Por ahora solo queda claro que la Séptima no será intervenida como si se tratara de un solo corredor, sino en soluciones por tramos, dadas las diferencias arquitectónicas, patrimoniales y en demanda de pasajeros. El primer tramo irá de la calle 26 a la 40; el segundo irá entre las calles 40 y 100; y el tercero, de la calle 100 a la 200.

Para que la propuesta de la alcaldesa siga adelante, los jueces deben archivar todos los procesos abiertos por la licitación de la troncal de TransMilenio.

La Alcaldía de Peñalosa invirtió 12.000 millones de pesos en estudios y 260.000 millones de pesos en comprar predios. Teniendo en cuenta que la licitación había llegado a su tramo final y que venían aclarando las dudas de los jueces, un sector de la ciudad cuestionó que la nueva alcaldesa haya revertido el proyecto. La troncal contemplaba renovar todas las aceras y una ciclorruta de 11 kilómetros.

“Como en el mito de Sísifo, los bogotanos pasan de tener un megaproyecto con diseños definitivos, predios negociados, muchos ya adquiridos, y una licitación abierta a una promesa”, escribió el exsecretario de Movilidad Juan Pablo Bocarejo en una columna en El Tiempo.

Sánchez Fonseca señaló que los estudios van a servir en el nuevo proyecto del corredor verde, al igual que los predios adquiridos para la troncal. Durante 2021 se hará la ingeniería de detalle y esperan abrir la licitación de la obra en 2022, si ningún contratiempo ocurre.

La troncal de TransMilenio contemplaba movilizar unos 18.000 pasajeros hora sentido, y el corredor verde podría mover unos 10.000. La alcaldesa ha explicado que, con la entrada del corredor férreo de la Novena, podría bajar la presión de demanda de la Séptima.

La ciudad debe intervenir esta avenida cuanto antes, pues ir de norte a sur en hora pico puede tomar dos horas. La Séptima se articula en un solo corredor con la carrera Décima en el centro, lo que muestra su importancia. Dejarla en la incertidumbre por más de 15 años, debido a que cada alcalde llega con una idea distinta, deja en claro que Bogotá necesita aprender a construir sobre lo construido en materia de infraestructura.