EL PICOTAZO

Con la fuga del asesino de Galán, Los Extraditables anuncian que ni se entregan ni se quedan en las carceles.

22 de octubre de 1990

Eran las 2:30 de la tarde del pasado martes, cuando dos hombres -vestidos de paño y corbata llegaron a la puerta de información de la Penitenciaría de La Picota.
Allí se identificaron con sus tarjetas profesionales de abogados y solicitaron al guardia de tumo permiso para ingresar en el pabellón de maxima seguridad, Rodrigo Lara Bonilla, para visitar al preso Jaime Eduardo Rueda Rocha, uno de los sicarios sindicados del asesinato del líder político Luis Carlos Galan. Para el guardia de tumo, la solicitud era una de las tantas que cada martes recibía de diferentes personas que pedían entrevistarse con Rueda Rocha.
Por eso, no se inmutó ante el pedido de los dos hombres.
Sin embargo, antes de permitirles el paso, comunicó a la Dirección de la carcel la presencia de los visitantes. De allí no recibió ninguna indicación y tan pronto colgó abrió la primera de las cinco puertas que condujeron a los dos abogados, uno de ellos de aproximadamente 23 años, de barba y bigote, hasta donde se encontraba Rueda Rocha. Ya dentro del pabellón de seguridad, donde también están recluidos presos de la talla de "El Negro" Vladimir acusado de ser el autor material de la masacre de La Rochela y "El Zarco" acusado del asesinato del líder político de la UP, Bernardo Jaramillo, los dos hombres solicitaron a uno de los guardias permiso para utilizar una de las casetas destinas a las visitas conyugales, con el fin de tener privacidad en la conversación con su cliente.
Ahí, encerrados en una caseta de madera, estuvieron por espacio de 20 minutos. Luego, los dos hombres abandonaron el pabellón y varias manos "poderosas" abrieron las cinco puertas sin encontrar ningún obstaculo a su paso hasta ganar la calle. Sólo media hora después, cuando un joven de jeans, tenis y camisa de rayas rojas -la vestimenta que tenia Rueda Rocha en el momento de recibir a sus visitantes trataba de abandonar la cárcel, fue detenido por uno de los guardianes que le exigió la boleta de visita y el sello de seguridad con el que son reseñados los visitantes en el brazo. Entonces, estalló el escándalo. Jaime Rueda Rocha, uno de los presos más peligrosos del país, había burlado en una operación cinematográfica y a la vez burlesca, la seguridad de La Picota. Utilizando la barba postiza y la ropa de paño de uno de los dos hombres que se había hecho pasar por abogado, logró fugarse. Lo que nadie ha podido explicar es cómo un reo se puede volar de una prision de alta seguridad, donde todos los guardianes deberían reconocerlo facilmente, con un plan tan simple que mas parece el de una obra de colegio, en la cual los niños utilizan barbas y bigotes postizos para simular que son viejos.

Pero lo que desconcierta aún mas a las autoridades es que el falso abogado que ingreso al penal y se quedo en reemplazo de Jaime Eduardo Rueda Rocha, es un albañil que, desde hace varios meses, laboraba dentro de la carcel en unas reparaciones locativas que se adelantaban en las celdas del mismo pabellón Rodrigo Lara Bonilla. Como si fuera poco, todos los guardianes lo conocían y en nada se parece a Rueda Rocha. Antonio Pérez Díaz es un joven de 23 años, de escasos recursos económicos, padre de tres hijos, que esporadicamente trabajaba en obras de construcción. Los primeros resultados de la investigación que adelantan la Unidad Judicial de la Policía, el F-2 y el DAS, señalan que Pérez Díaz tuvo que haber sido convencido por el mismo reo para que participara en el plan de fuga que, según las autoridades, venía gestandose desde hace por lo menos un mes. Sobre el otro sujeto, que también se hizo pasar por abogado, y con quien Rueda Rocha abandonó la carcel de La Picota, los organismos de seguridad no tienen todavía una información clara. Tanto en la tarjeta de abogado como en la cédula -ambas falsificadas aparece con el nombre de Lubín Boada Avila.

La fuga de Jaime Eduardo Rueda Rocha dejó en claro varias cosas. La primera de ellas es que cinco de los guardianes encargados de la vigilancia de las rejas de seguridad están seriamente comprometidos, lo mismo que los encargados de adelantar las requisas.
No sólo conocían muy bien a Rueda Rocha, sino tambien al albañil que todos los días pasaba por las rejas de seguridad y era requisado por estos guardianes.

El segundo interrogante que se hacen los investigadores es el de cómo pudo fugarse un preso de la talla de Rueda Rocha, cuando la Dirección General de Prisiones había tomado, desde hacía un mes, una serie de medidas, cuando corrió la bola de que el preso estaba adelantando un plan de escape.
Los investigadores no entienden por qué, en el momento del ingreso de los dos presuntos abogados, la Dirección del penal hasta el martes a cargo de Sandra Urazán no hubiera pedido una información más detallada al juzgado que otorgó las boletas de entrada a los dos visitantes.

La tercera pregunta que se hacen los investigadores es por qué los guardianes no reconocieron a Rueda Rocha cuando salió del penal con barba postiza y ropa de paño. Para los investigadores debería ser imposible burlar la seguridad de un penal que cuenta con hombres preparados, con un plan tan infantil que cualquier parroquiano podría detectar.

Pero si las preguntas son muchas, las respuestas comienzan a dar sus frutos.
SEMANA estableció que para la fuga de Jaime Rueda Rocha corrió mucho dinero. Según los organismos de inteligencia, las personas implicadas en este plan recibieron 450 millones de pesos, de los cuales cerca de 100 millones fueron para el albañil que, por el delito de suplantar a un preso, recibirá una pena que oscila entre seis meses y dos años de carcel. Igualmente, los investigadores establecieron que la mayoría del personal de guardianes que labora en La Picota está comprometida en la fuga y que, además, se preparaba otro plan que permitiría la evasión de Jose de Jesús Baquero, alias "Vladimir", también detendio en el pabellón Rodrigo Lara Bonilla.

¿Quién es?
Jaime Eduardo Rueda Rocha no es ninguna pera en dulce. Este hombre, conocido con el remoquete de "Fósforo" por su temperamento explosivo, es catalogado como uno de los mas expertos terroristas del Cartel de Medellín. Según las investigaciones sobre el asesinato de Luis Carlos Galan el 18 de agosto del año pasado, Rueda Rocha fue el hombre que accionó la subametralladora Ingram que acabó con la vida del candidato liberal. Durante varios años perteneció a las FARC, como miembro del frente Ricardo Franco, del cual fue expulsado por indisciplina y brotes de violencia con sus compañeros guerrilleros. De allí pasó a formar parte de los grupos paramilitares del Magdalena Medio, donde conoció a Gonzalo Rodríguez Gacha y de quien se volvió hombre de confianza. Su misión fue organizar el aparato de seguridad de "El Mexicano".

El largo prontuario que reposa en una de las dependencias del DAS, señala que Rueda Rocha está sindicado de los asesinatos del dirigente izquierdista Teófilo Forero y del dirigente liberal de Puerto Boyaca, Pablo Emilio Guarín, considerado el hombre duro de la zona. Su experiencia para manejar explosivos fue aprovechada por el Cartel de Medellin, que le encargó la misión de dinamitar las instalaciones de El Espectador y posteriormente las del DAS. Otra misión que se le encomendó fue la destrucción del edificio donde funciona la Sijin, pero las autoridades lograron descubrir el plan que incluía un carro-bomba con 500 kilos de dinamita. Fue en la preparación de este atentado dinamitero cuando las autoridades lograron su captura en septiembre del año pasado. Primero pasá a la cárcel Modelo desde donde manejó los hilos del terrorismo urbano en Bogota. Después fue trasladado para La Picota junto con varios de los implicados en el asesinato de Galan. Uno de ellos, José Orlando Chavez Fajardo, el hombre que portaba la gigantesca pancarta que sirvió para encubrir a los asesinos , decidió confesar a las autoridades el crimen. Rueda Rocha le ofreció, segun las autoridades, 30 millones para que se retractara en su testimonio, pero no lo logró. Cuando Chávez salió de la cárcel por el beneficio de confesión , Rueda Rocha contactó a sus compinches y pagó, de acuerdo con los organismos de seguridad, 50 millones de pesos por el asesinato del principal testigo del caso Galán, quien cayó abaleado, junto con uno de sus hermanos, en una calle del sur de Bogotá hace un mes.

La fuga de Rueda Rocha coincide con lo que parece ser una nueva ofensiva de los narcotraficantes y constituye una demostración de fuerza. Esta incluiría no sólo la ola de secuestros, sino la ola de liberaciones, ya que casi simultáneamiente con la fuga de Rueda Rocha, se produjo la liberacion masiva por parte de la juez séptima de Orden Público, Gladys Vargas de Franco, de 15 de las 18 personas capturadas durante la operación Apocalipsis II, 20 días antes de la posesión de César Gaviria. Entre ellas figuraban el cuñado de Pablo Escobar, Hernan Darío Henao; el administrador de la hacienda Napoles, José Miguel Posada, y un presunto "cocinero" del laboratorio de cocaina descubierto durante la operación, Jorge Echeverri Londoño.
Según las autoridades, para la liberación de esos detenidos se pagaron 400 millones de pesos. Todo ésto parece indicar que los narcotraficantes le estan comunicando a la opinión pública que no sólo no piensan entregarse a la justicia colombiana, sino que tampoco piensan quedarse en las cárceles.