JUDICIAL
El ventilador del 'Tuso'
El jefe narcoparamilitar Juan Carlos Sierra hizo una impactante confesión a la Corte Suprema de Justicia, que ya está desatando un 'tsunami' político y judicial. SEMANA revela su testimonio.
Desde hace meses, La Corte Suprema de Justicia viene investigando la declaración que le rindió Juan Carlos 'el Tuso' Sierra, uno de los jefes narcoparamilitares extraditados. En junio pasado, en una cárcel de Warsaw, en Virginia, Estados Unidos, habló a lo largo de 13 horas y no dejó 'títere con cabeza'.
Con apuntes a la mano, 'el Tuso' reconstruyó su vida delincuencial y entregó nombres, datos y situaciones de la espinosa asociación criminal que tejieron en los últimos lustros narcotraficantes, paramilitares y políticos. Luego de las primeras verificaciones, hace un mes, se compulsaron copias de los expedientes para que la Sala Penal de la Corte Suprema analice si abre investigación contra varios políticos señalados por Sierra, entre ellos, el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, a quien ya se le hizo apertura y está llamado a rendir indagatoria.
Pero el ventilador del 'Tuso' está lejos de agotarse. SEMANA tuvo acceso al grueso de la declaración y presenta algunos de los detalles más reveladores confesados por el narco. Un testimonio polémico y explosivo de un testigo que ya ha sido clave en otros procesos de la parapolítica, pero que debe tomarse con las debidas precauciones, pues se trata de evidencia presentada por un criminal, sobre la cual la Corte Suprema tiene la última palabra.
“Con Eleonora y Rocío todo era plata”
Los paras les habrían financiado hasta cirugías estéticas a sus voceras en el Congreso Eleonora Pineda y Rocío Arias fueron congresistas por obra y gracia de los paramilitares.
Eso es algo sabido: las dos terminaron condenadas por parapolítica. Sin embargo, ‘el Tuso’ le contó a la Corte que la relación de ambas con la organización criminal fue más que orgánica, a tal punto que los paras les pagaron cirugías estéticas. De Pineda dice que “se hizo la lipo, igual se puso los senos, pero se hizo una operación que no es visible: se operó los juanetes; esa operación se la regaló Daniel Mejía” (jefe de la Oficina de Envigado).
‘El Tuso’ afirma que en varias oportunidades entregó dinero a Arias y Pineda –“en una ocasión le di treinta millones a Eleonora”– para que lograran que fuera reconocido como un jefe paramilitar que buscaba beneficios jurídicos a cambio de desmontar su aparato de guerra. “Tenían una relación impresionante, según ellas, con el fiscal general Luis Camilo Osorio. Esa fue otra puerta que tocaron para meterme al proceso de paz. (…) Decían que era un viejito morboso y ellas le daban contentillo. Salían en Bogotá, en el apartamento de Eleonora o en el apartamento de Rocío, le daban traguito y le tocaban temas, pues temas en los que él tuviera influencia, y para esas atenciones siempre les dábamos plata. Bueno, nosotras tenemos reunión esta semana con Luis Camilo y hay que atenderlo, hay que llevarlo a un buen restaurante, traguito, y tal, y eran cinco millones de pesos pa’ los pasajes, pa’ la estadía, porque siempre con Eleonora y Rocío todo era plata”.
El senador y el helicóptero para los narcos
Según ‘el Tuso’, el senador Miguel de la Espriella tuvo un turbio negocio con ‘los Mellizos’.
“Dígale a él (se refiere al mellizo Miguel Ángel Mejía Múnera) que cuál era el negocio que tenía él con (el senador) Miguel de la Espriella que se comprometió a comprarles un helicóptero… este es un tema muy preciso que me da miedo, porque él va a saber que lo dije yo”.
“Miguel de la Espriella se comprometió con este a comprarle un helicóptero, este le entregó un millón de dólares (…) pudo ser un millón cien o novecientos veinte, ¿me hago entender?, para el helicóptero. El helicóptero nunca apareció. Este hombre iba a matar a Miguel de la Espriella. La gente intervino, medió, bueno, en fin, llegaron a un acuerdo en que Miguel de la Espriella lograba meter al hermano de él (Víctor Manuel Mejía Múnera) en el proceso de paz porque el gobierno lo aceptaba a él, pero al hermano no. Miguel de la Espriella metía al hermano al proceso de paz y la deuda quedaba cancelada. Y eso fue discutido, y si quiere saque todas las grabaciones de la mesa de negociación en Santa Fe de Ralito, esa es otra prueba…”.
Relaciones peligrosas
‘El Tuso’ dice que tuvo negocios de narcotráfico con Jorge Gaviria, hermano del exasesor presidencial José Obdulio Gaviria.
“Jorge Gaviria es hermano de José Obdulio Gaviria. Yo lo conocí hace muchos años, quizás para el 96, 97, en Envigado, a través de dos muchachos que se llama, uno, Jorge Mejía y, el otro, Gustavo Londoño. Dos muchachos que trabajaban con droga. Gaviria es el que manejó la reinserción del Bloque Cacique Nutibara en Medellín, bajo la Secretaría de Gobierno de Gustavo Villegas…
“Ellos compraban cocaína en Los Ángeles y en Miami, y yo era muy amigo de Julio Fierro, el hombre que mataron que era esposo de Natalia París, la modelo. Entonces yo les presenté a Julio Fierro. Le dije: ‘estos son dos señores que me presentaron, ellos compran’, Julio tenía, Julio les vendió y Julio me daba una comisión a mí…
”Resulta que uno de los clientes de ellos, de los que compraban la mercancía en Miami, era Jorge Gaviria; él había trabajado en Estados Unidos vendiendo droga y estuvo detenido aquí. Resulta que me volví muy amigo de él, y él me dice que le venda directamente a él, que ya no le venda a estos pa’ que estos le vendan a él (…) y así fue.
Se le vendió a Jorge Gaviria directamente, él la vendía aquí, en Estados Unidos.
“Él mismo, Jorge Gaviria, me ofrece a mí una vuelta. Me dijo, ‘vea, yo tengo una forma para meter cocaína a los Estados Unidos’ y yo le dije: ‘no, yo no sé nada de eso, pero yo le presento a Julio Fierro, venga’… Entonces le propone el negocio: ellos tenían contacto con una empresa naviera de meter la droga en los contenedores de esa empresa naviera porque no la abrían, es decir, ellos tenían la forma de que eso, el contenedor, lo cierran, le ponen un sello y después no lo vuelven a abrir y tenían la forma de meterla y de sacarla de los Estados Unidos, y la vuelta se hizo, eso se hacía como con muy poquito, con siete u ocho kilos. Julio le puso la mercancía y Jorge le hizo la vuelta…
”De hecho, le digo que cuando ya yo lo veo dizque un empleado oficial, pues, ese hombre (Jorge Gaviria) casi se muere, ese hombre me vio a mí en la cárcel de Itagüí y le dio… se puso como esta pared. (…)
”Fue solamente un negocio del envío en esa empresa naviera. Pero de entregas de mercancía fue dos, tres, cuatro, cinco veces. No fue una sola vez. No le digo el número preciso, porque no lo recuerdo, estoy hablando de hace 14 años… y se hacían entregas de treinta, cuarenta, cincuenta kilos. La entrega de mercancías fue en varias oportunidades (…) La mercancía era entregada aquí, en Estados Unidos. Totalmente. Narcotráfico puro”.
La funeraria de la Oficina
El narcotraficante le contó a la justicia dónde están las víctimas desaparecidas de la llamada oficina sicarial del Valle de Aburrá.
“A Julio Fierro (el esposo de la modelo Natalia París) lo mataron en 2000, y nunca va a aparecer, porque a Julio lo incineraron (…) Y a Julio quien lo mata es uno de los de las bandas emergentes que hay hoy, que se llama Erik Vargas, alias ‘Sebas’, ‘Sebastián’, –asegura ‘el Tuso’. Y añade–: “Mire otro temita que surge. Daniel (Daniel Alberto Mejía, alias ‘Danielito’, jefe de la Oficina de Envigado) tenía funeraria propia; se llama la Funeraria Ochoa, en Envigado. Todos los cuerpos que no aparezcan que mató la Oficina de Envigado o que mató Daniel los picaban, los llevaban en bolsas negras y los incineraban en la Funeraria Ochoa, en Envigado”.
El vuelo del general
La relación con el entonces coronel de la Policía Luis Alberto Moore
“Le voy a contar una anécdota, y apúntela y la pregunta y me dice si miento: René, comandante de las autodefensas del suroeste, es muy aficionado al fútbol, yo soy otro aficionadísimo al fútbol, enfermo por el fútbol. Tengo en la finca en Andes una cancha de fútbol. Resulta que yo armé un partido, invité a René, era un miércoles, los miércoles en el pueblo no se trabaja y el coronel Moore estaba de descanso, un coronel manda, estuvimos jugando en mi finca, en un equipo jugaba el coronel Moore y en el otro equipo jugaba René, así de sencillo, y René con cincuenta mil órdenes de captura y con la escolta ‘enfusilada’ ahí en la finca. Así de fácil, jugando fútbol”, así narra ‘el Tuso’ Sierra uno de los muchos encuentros que dice tuvo con el general de la Policía Luis Alberto Moore Perea, hoy retirado.
En octubre pasado, Moore admitió que conoció circunstancialmente al ‘Tuso’ en una fiesta y negó enfáticamente que haya recibido dinero de él, como lo afirmó el extraditado en una declaración ante Justicia y Paz. Sobre ese encuentro, ‘el Tuso’ dio nuevos detalles a la Corte: “Llamé al coronel Moore (para invitarlo a una fiesta) y me dijo ‘estoy muy ocupado’; le dije ‘doctor, coronel, no me vaya a hacer ese desplante, qué necesita’. ‘No, es que no me da tiempo de viajar’. ‘Váyase para el aeropuerto Olaya Herrera, para el hangar 38, que allá está un helicóptero Heuse (sic) 500. Era la mitad de Berna y la mitad mío, y allá llegó, feliz. Porque lo normal era que el coronel estuviera conmigo, los fines de semana para él eran… a tomar trago conmigo en Andes”.
Asesinatos, pagos y absolución
Detalles de un triple homicidio y la posterior investigación, que habría sido comprada.
En abril de 2005, el proceso de paz adelantado por el gobierno de Uribe con los paramilitares entró en crisis luego de que hombres de alias ‘Don Berna’ asesinaron por orden suya al diputado Orlando Benítez, a su hermana y a su conductor, cerca de Montería. Para sorpresa del país entero, en junio de 2007, la justicia absolvió por esa masacre a ‘Don Berna’. Sobre ese crimen, ‘el Tuso’ advierte: “Son cosas muy delicadas que por esto me muero, y si no me muero yo, se muere mi familia”. Luego asegura que quien instigó a ‘Don Berna’ para asesinar al diputado fue Mario Prada, el excandidato a la Gobernación de Córdoba y exalcalde de Valencia, justamente el cargo al que aspiraba Benítez. Según ‘el Tuso’, Prada era el jefe político del grupo paramilitar que lideraba Berna y este habría pagado a funcionarios públicos para que lo absolvieran del triple crimen: “Se bajó de mucho dinero, eso costó mucha plata, quien manejó ese caso fue el abogado Diego Álvarez”. En abril de 2008 Prada fue capturado por nexos con grupos paramilitares.
Alto funcionario
‘El Tuso’ Sierra asevera que el exsecretario de Gobierno de Medellín Gustavo Villegas
delinquió con ellos
Gustavo Villegas, exasesor de paz y exsecretario de Gobierno de Medellín, es uno de los personajes públicos más cuestionados en la capital antioqueña. De él dice ‘el Tuso’ que era parte de la Oficina de Envigado “totalmente” y relata su estrecha relación con Daniel Alberto Mejía, alias ‘Danielito’, uno de los jefes más temidos en esa organización delincuencial. “La relación con Gustavo Villegas y Daniel era casi de hermano, pa’ que sepa. Así de fácil”.
“Daniel le pagaba a Gustavo porcentaje por todo, por las licencias de las máquinas (tragamonedas). Es que las licencias de las máquinas estaban cerradas y él le abría licencias a Daniel pa’ las máquinas, pa’ los casinos y él ganaba porcentaje (…) y aparte de eso tenía como decir nómina, pues de la Oficina de Envigado en cabeza de Daniel, porque Daniel era el que manejaba eso… Eso da mucha plata y aparte de que da mucho dinero, ha habido mucho muerto por ahí. Empresarios del chance se murieron porque no se sometieron a eso. Yo leí por ahí en una revista ‘Cambio’ de una investigación sobre Etesa, eso es cierto, los funcionarios de Etesa recibían un porcentaje por cada máquina, 30.000 pesos, eso era una tarifa que había y unos investigadores que fueron a Medellín Daniel los mató…
“Hay una empresa de chance en Medellín que se llama Gana, ese ‘pool’ de apuestas Gana lo montaron fue desde la Oficina y el que no se alineó, lo mataron, alinear es aportar (plata), y al que le guste bien y al que no le guste se muere, y se murieron unos empresarios del chance. Quien manejaba eso por orden de Daniel es César o Cesarín; él está detenido”.
“Cesarín, pa poder ir a La Ceja (el municipio de Antioquia donde el gobierno concentró a los jefes paramilitares después de Santa Fe de Ralito), donde Daniel Mejía, para que no quedara registro ni nada, quien entraba en los carros de la Gobernación a Cesarín a hablar con Daniel era Gustavo Villegas. Cesarín entraba con una chaqueta que decía, una chaqueta azul, letras amarillas, que decía: ‘Gobernación de Antioquia, Secretaría de Gobierno’, y él entraba en los carros oficiales, hablaba con Daniel, y Gustavo volvía y lo sacaba”.