ANÁLISIS
Encuestas: el eterno debate
Las dos primeras encuestas de la campaña arrojaron resultados diferentes, por lo menos en Bogotá. Se abre la discusión sobre la metodología de los sondeos.
La candidata del Polo Democrático a la Alcaldía de Bogotá, Clara López, atacó con vehemencia a Javier Restrepo, de Ipsos Napoleón Franco, el martes pasado. Le dijo que su firma había fallado en su trabajo de investigación sobre intenciones de voto en otras campañas, y lo acusó de haber convocado a la gente a votar contra ella en las elecciones del 2014.
Que un candidato critique a un encuestador no tiene nada de raro. Es una señal, por el contrario, de que la campaña comenzó. No ha habido una campaña en Colombia en los últimos años en la que no se reedite la polémica sobre las encuestas. Y generalmente la lideran quienes salen desfavorecidos.
En la competencia para las regionales de octubre 25 el eterno debate apareció temprano. Esta semana se conocieron las primeras encuestas después de la inscripción formal de los candidatos, y los resultados fueron muy diferentes.
Clara López fue la protagonista de la polémica porque salió librada de maneras muy diferentes en las distintas investigaciones. El lunes, según un estudio de la firma Ipsos Napoleón Franco, para RCN Radio, Noticias RCN, La FM y SEMANA, la candidata del Polo, que venía liderando todos los sondeos previos al inicio oficial de la campaña, obtuvo el 14 %. Apareció detrás de Enrique Peñalosa (30 %) y Rafael Pardo (19 %). La primera impresión de Clara frente a esta encuesta es que estaría “inflada”.
Este martes, en la encuesta Polimétrica de la firma Cifras y Conceptos, Clara López volvió a aparecer en el primer lugar, aunque con menor intención de voto que hace un par de meses (según la misma encuestadora).
Según el estudio revelado por Caracol Radio y Red + Noticias, la candidata del Polo Democrático es la primera, con el 21 % de intención de voto, aunque en un empate técnico con Rafael Pardo, 20 %, y Enrique Peñalosa, con 19 %. Francisco Santos, del Centro Democrático, es cuarto y registra el 10 % en la intención de voto.
Esta vez, Clara López se refirió a este sondeo como más ajustado a la realidad y una fotografía más fiable de la forma como arrancaba la campaña, prácticamente en un empate técnico (según analizó en Caracol Radio).
Las críticas a las encuestas con frecuencia caen en dos errores. El primero es acusarlas porque no predicen el resultado de las elecciones. En realidad, el objetivo que tienen no es pronosticar ni adelantar resultados, sino mostrar la realidad en un momento dado. Son una foto. Si las tendencias de los electores cambian, o los que no habían definido su voto lo hacen, obviamente el resultado de las elecciones no tiene nada que ver con lo que dijeron las encuestas semanas antes.
La otra es que se comparan estudios con metodologías diferentes, que no necesariamente son comparables. Ninguna encuesta se puede comparar con otras. Cada firma encuestadora, que además está registrada en el Consejo Nacional Electoral, tiene diferentes metodologías, aplica determinados filtros, establece universos distintos y utiliza métodos de recolección de datos diferentes. Todo con el propósito de acercarse, estadísticamente, a una predicción en torno a unas elecciones.
A la encuesta que dio como amplio favorito a Enrique Peñalosa, la de Ipsos Napoleón Franco, le han caído numerosas críticas. Javier Restrepo aclaró que la muestra se sacó de una base de datos de que tiene la firma basada en el directorio telefónico de Bogotá y se seleccionó teniendo en cuenta los grupos poblacionales por estratos, edades y sexo, que representaran Bogotá sobre la base de que el 88 % de los bogotanos tiene teléfono. “Sí es representativa, además, ninguna encuesta es totalmente probabilística. Yo reto a todos los encuestadores a que muestren cómo hacen sus encuestas. Hacerlo 100 % probabilístico implica gastos en procedimientos, en costos que en la vida real no están disponibles. Nosotros somos una firma con 40 años de experiencia, la más grande del país y sabemos hacer este tipo de mediciones”, dijo a Lasillavacía.com.
La de Cifras y Conceptos, que es una encuesta probabilística, se practicó a 900 personas mediante entrevistas cara a cara, en todos los estratos, entre mayores de 18 años que han votado al menos una vez en los últimos cinco años. Y aunque Clara López figura como la de mayor intención de voto, aunque en empate técnico con Pardo y Peñalosa, varios dirigentes del Polo consultados por Semana.com aseguran que tampoco se acerca a la realidad.
Javier Restrepo asegura que las críticas a la encuesta obedecen a que “como no les va bien, le están jugando a desprestigiar la encuesta". César Caballero, de Cifras y Conceptos, asegura que si las encuestas dieran el mismo resultado, sobrarían las firmas encuestadoras.
El debate tiene un gran tema de fondo. ¿Afectan las encuestas publicadas la intención de voto de los ciudadanos? Tradicionalmente se decía que a la gente le gusta subirse al tren ganador. Sin embargo, la experiencia de los últimos años demuestra que ese no es el único escenario posible. Óscar Iván Zuluaga ganaba en todas las encuestas para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 2014 y al final perdió. Lo mismo ocurrió con Enrique Peñalosa, hace cuatro años, frente a Gustavo Petro en la competencia por la Alcaldía. Y habría más ejemplos.
El eterno debate de las encuestas, disfrazado en términos técnicos sobre el carácter de la muestra, el tipo de entrevistas y el tamaño de la investigación, tiene mucho de político y también recoge muchos mitos. Al final, la última palabra la tienen los ciudadanos en las elecciones, que son “la única encuesta que vale”. Es lo que dicen siempre los que van perdiendo, pero es verdad.