NACIÓN

En vilo la doble calzada por el campo de la Batalla de Boyacá

Un auto del Tribunal Contencioso Administrativo de Boyacá ordena al Consorcio Solarte y Solarte suspender las obras en el tramo del puente de Boyacá.

13 de mayo de 2015
Aunque la doble calzada Briceño-Tunja-Sogamoso no afectará al Puente de Boyacá, los historiadores consideran que causará un daño irreparable en el campo donde se presentó la batalla que le dio la independencia a los colombianos.

Después de casi tres años de que un grupo de académicos del país instauró una acción popular para frenar las obras de la doble calzada en el campo de la Batalla de Boyacá, el Tribunal Contencioso Administrativo de Boyacá emitió un auto en el que suspende la Resolución 3991 de 22 de diciembre de 2014, que permitía la intervención vial en el campo de la Batalla de Boyacá.

La decisión significa que el Consorcio Solarte y Solarte, encargado de realizar la doble calzada por este sitio histórico, debe suspender los trabajos en la zona “hasta que, con fundamento en el estudio especial de manejo y protección que debe ejecutar el Ministerio de Cultura, este expida una nueva autorización”, y se tramite una nueva licencia ambiental.

La decisión, que no cayó bien ni el gobierno nacional ni en el departamental, fue celebrada por la comunidad académica del país. Javier Guerrero, presidente de la Asociación Colombiana de Historiadores, le dijo a Semana.com que la medida la recibirán con beneplácito porque el Tribunal les da la razón en lo que ellos reclamaban.

Según él, la resolución emitida por el Ministerio de Cultura: “aprobaba unas obras sin que se hubiera presentado un plan de manejo arqueológico y mucho menos se hubiera realizado una arqueología de rescate”.

Aunque Juan Camilo Rodríguez, presidente de Academia Colombiana de Historia, recibe con satisfacción el auto del Tribunal, es menos optimista: “Las medidas cautelares impuestas a Solarte y Solarte nos parecen buenas, hay que tener en cuenta que el pronunciamiento de los jueces no es garantía de preservación del Campo de la Batalla de Boyacá, ya que les dan un plazo a todas las partes involucradas en el proyecto para que muestren que están cumpliendo la ley sobre preservación del patrimonio histórico y cultural”.

Por su parte, Germán Córdoba, vicepresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, no oculta su preocupación por la decisión del Tribunal. “Para nosotros las medidas cautelares no tienen ningún sentido. Hemos demostrado que el diseño actual de la doble calzada no afecta los monumentos del campo y no genera grandes movimientos de tierra, con lo que se preserva la memoria histórica del país. Tanto es así, que el Ministerio de Cultura otorgó el permiso para la construcción de la vía”, afirmó Córdoba.

Al respecto funcionarios del Ministerio de Cultura y del Instituto Colombiano de Antropología e Historia afirmaron que con las prospecciones arqueológicas realizadas en los años 2004, 2006 y 2015 se cumplieron los requerimientos establecidos por la legislación colombiana sobre protección de patrimonio arqueológico.

El auto emitido por el Tribunal es el inicio de un pleito que podría durar años, lo que ocasionaría un cese de las obras indefinidamente y pondría en riesgo la movilidad de centenares de viajeros que transitan entre Bogotá y Tunja. Por su parte, Córdoba afirmó que este jueves presentarán su apelación a los magistrados, en la que demostrarán que el nuevo trazado no afectará este monumento nacional.

La comunidad académica dice que una de las formas para solucionar este impasse es construir una variante que comience antes del Campo de la Batalla de Boyacá. Sin embargo, Córdoba no ve viable la propuesta, ya que “no hay plata y la concesión Briceño-Tunja-Sogamoso no aguanta una adición o un otro sí más”.

Por lo pronto, los planes de entregar esta doble calzada a finales del año quedan en vilo otra vez, y suspendidos indefinidamente si alguna de las partes entabla una apelación ante el Consejo de Estado.