“Lista del Centro Democrático nació contaminada”

Andrés Pastrana fue uno de los mayores críticos a la inclusión de José Obdulio Gaviria como candidato al Senado por el Centro Democrático. La razón no es otra que él sea el primo del capo del narcotráfico Pablo Escobar Gaviria. Para el expresidente, el narcotráfico vuelve a asomarse en la campaña.

Pastrana asegura que la presencia de José Obdulio va a afectar a Álvaro Uribe en su campaña electoral, pues dice que los colombianos deben entender que al votar por Uribe también se votará por el “representante del Cartel de Medellín”.

El expresidente le dice al Partido Conservador que se ponga las pilas para las elecciones; no sólo insiste en que deben tener candidato propio, sino que deben conectarse con los ciudadanos. El exmandatario también se fue en contra de la reelección de Juan Manuel Santos y afirma que está embolatada desde el momento en que el expresidente Ernesto Samper entró al Gobierno.  

Semana.com: ¿Le sorprendió que Uribe se decidiera por incluir a José Obdulio en su lista de candidatos?

Andrés Pastrana: No es raro porque él fue el 'consiglieri' del gobierno Uribe, el ideólogo del Centro Democrático. Pero su llegada no es más que premiar al narcotráfico. José Obdulio no sólo era primo hermano del narcotraficante más grande del mundo, sino también su apoderado. Y eso no lo digo yo, lo dice el propio hermano de Escobar, que ha referido la cercanía que tenía el capo con José Obdulio. El 'Osito’ es quien dice que eran muy cercanos hasta el punto que iba a la cárcel de La Catedral a cobrar dinero. Uribe ha debido pensarlo mejor, pero no me parece extraño que le apueste a su principal ideólogo.

Semana.com: ¿Es un agravio para las víctimas del narcoterrorismo?

A. P.: Para el país sí va a ser muy difícil explicarle al mundo que el primo hermano de Pablo Escobar, que nos asesinó a los mejores políticos, policías, jueces y periodistas, es un miembro del parlamento. Para quienes le hemos puesto el pecho al narcotráfico esa decisión es una vergüenza nacional.
 
Semana.com: ¿Le gustó el resto de candidatos de la lista de Uribe?

A. P.: No voy a hacerle reparos. Me gusta que los colombianos de bien lleguen a la política, lo grave es que en esa lista se cuele el apoderado del mayor criminal que ha tenido el país en su historia y probablemente el mundo.

Semana.com: ¿Cree que la presencia de José Obdulio le va a quitar votos a la lista del Centro Democrático?

A. P.: La lista del Centro Democrático nació contaminada y yo creo que los colombianos están cansados del narcotráfico. En el 94 el narcotráfico compró la silla presidencial y después compró la absolución del presidente Ernesto Samper. El país no quiere más narcotráfico. Los colombianos tienen que pensarlo muy bien porque cuando lleguen a las urnas y quieran votar por Uribe, deben saber que con esa decisión también están votando por el Cartel de Medellín, que quedó representado en el Centro Democrático.

Semana.com: Ha insinuado que el presidente Santos ya está en campaña, ¿cree que está evadiendo las garantías para el próximo debate electoral?

A. P.: El presidente Santos lleva meses anunciando que quiere reelegir sus políticas para su agenda de gobierno y se va a instalar su nueva sede de campaña, al nombrar sus cuadros directivos, a anunciar la estrategia. El problema de la reforma al articulito de Uribe, el de la reelección, es que se perdieron todos los pesos y contrapesos establecidos en la Constitución. Y la única fórmula de contenerlos es activar de inmediato la Ley de garantías para que el presidente-candidato desde el Gobierno pueda ofrecer transparencia en el proceso. Pero no se debe esperar al 29 de noviembre. Ya se dieron todas las razones para que se active la Ley de garantías. De lo contrario, tendrá a disposición la nómina para seguir en el poder.

Semana.com: ¿Mantiene sus diferencias con Santos tras la estrategia que reveló para afrontar el fallo de La Haya?

A. P.: ¿Cuál estrategia? Llevamos más de diez meses del fallo y hasta ahora yo no he conocido de boca del presidente Santos o de su canciller una verdadera estrategia para atacar el fallo. Decir que es inaplicable a la luz de la Constitución sólo es un anuncio concentrado a la política nacional. Pero se han gastado una millonada en abogados y asesores y hasta ahora no han dicho si van a utilizar los recursos de revisión o de aclaración. El fallo hay que enfrentarlo es en la Corte Internacional de Justicia, no dentro del territorio nacional.

Semana.com: Volviendo a la campaña, ¿cree que el Partido Conservador será uno de los afectados por la presencia de Uribe en el tarjetón?
 
A. P.: El Partido Conservador lo que tiene que hacer es desprenderse de la mermelada, en Colombia hay más conservadores que partido, y debe salir a fortalecerse y volverse a sintonizar con los ciudadanos. Ese es el problema de la mermelada. Yo dejé al partido Conservador con 34 senadores, hoy están en 17 y si no se fortalece, el partido va a terminar reducido a una bancada de un digito.

Semana.com: ¿Debe salirse de la Unidad Nacional?

A. P.: El escenario político ha cambiado, hace dos meses el presidente Santos tenía una favorabilidad del 40 %, recientemente una encuesta de Datexco señalaba que no más del 24 % votarían por la reelección. El Partido Conservador tiene que reafirmar su vocación de poder y tener candidato propio. Tiene nombres y muy buenos, no voy a entrar a mencionarlos, pero en las próximas elecciones debe aparecer en el tarjetón un candidato del conservatismo.

Semana.com: ¿Usted cree que la reelección de Santos está embolatada?

A. P.: Yo no tengo muchas diferencias con el presidente Santos, salvo una, su decisión de abrirle las puertas de la Casa de Nariño para que entrara el ‘elefante’. Cuando Santos decidió cambiar su eslogan de JMS (Justo Moderno y Seguro) por el de la coalición SSS (Santos, Samper y Serpa), empezó a cerrarle las posibilidades a su reelección porque los colombianos no van a elegir esa opción.

Semana.com: Entonces ¿usted cree que en las próximas elecciones van a estar el ‘elefante’ y el cartel de Medellín?

A. P.:Vamos a ver cómo serán los afiches de las campañas o, como decían en otras épocas, como serán esos ‘carteles’ publicitarios.