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"No somos partidarias de las cuotas parlamentarias": Erika Montero

Todo está por definirse ahora que las Farc comenzaron a moldear su partido. SEMANA habló con la excombatiente sobre el aterrizaje de la guerrilla a la arena política, dice que no le "suenan los cargos" porque es "más interesante hacer que vivir diciendo".

28 de julio de 2017
Erika Montero | Foto: Guillermo Torres

SEMANA.: ¿Qué tanto se cocinó el partido de las Farc estos días que estuvieron en Bogotá? 

Erika Montero.: Desde el 23 de julio estuvo sesionando el pleno del Estado Mayor Central que tenía como mandato específico estudiar los aportes que hizo toda la militancia en los campamentos. Son 62 tesis las que se han formulado para el congreso constitutivo del nuevo partido. Lo que se recogió durante estos cinco días fueron los reparos y críticas que tenían desde los diferentes zonas y puntos.

SEMANA.: ¿Qué papel jugarán las mujeres en el nuevo partido?

E. M.: Este feminismo fariano, si se le puede decir así, ha contado con muchas corrientes que han conseguido que hoy demos un voto y, por ejemplo, que podamos decir que nos gusta y que no. Las tesis sobre nuestro papel se en marcan en que lo que pactó en el acuerdo.

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SEMANA.: Pero, ¿se viene un liderazgo clave y representativo?

E. M.: En el congreso de agosto se tendrá que decir quiénes ocupan o no esos espacios. Puede haber compañeras interesadas, pero hay que esperar a ver qué pasa. Puede que les digan: ‘-vea usted es militante, le corresponde esto‘. En su momento, se sabrá que "fulana" es quien se lanzará al Senado o la Cámara. No será nada del otro mundo. No somos tan partidarias de las cuotas parlamentarias sino que su participación se definirá en la necesidad misma del trabajo.

SEMANA.: Se ha dicho que Pablo Catatumbo e Iván Márquez ocuparían algunas de las curules que tendrán en el Congreso, ¿es cierto?

E. M.: Ese dato no es oficial porque es el Congreso el que tiene la palabra en las postulaciones. Allí es donde se define, claro con la participación de la militancia. Uno trata de adivinar. En cuestión de política uno especula porque ve perfiles y se imagina compañeros. Pero de ahí a que ellos sean los elegidos es muy distinto.

Infografía: + Armas de las Farc silenciadas

SEMANA.: En la implementación se ve a muchas cabezas del Secretariado liderando el proceso de reincorporación, ¿en qué andan las mujeres? y ¿Usted cómo se proyecta?

E. M.: Hay que asumir con humildad y responsabilidad lo que le sugieren a uno. Claro, en la medida que uno lo quiera hacer. Como campesina que soy me veo liderando temas relacionados con derechos humanos, que podamos elaborar un proyecto que beneficie la región y la vereda. Me gustaría hacer trabajo social con la gente. No me suenan mucho los cargos, esos no dicen nada. Es más interesante hacer que vivir diciendo. Me veo en los territorios desde luego.

SEMANA.: ¿Qué tiempos se vienen hasta el congreso fundacional del partido de las Farc?

E. M.: Esta semana se realizó el último pleno del Estado Mayor Central. De ahí sale la comisión que se encargará de preparar el Congreso. Hay el consenso de que se debe crear porque la fecha está muy cerca. Un mes vuela y la última semana de agosto se llevará a cabo el evento. De ese proceso participarán todos los delegados de las zonas y puntos. Hablamos de tres o cuatro delegados de los puntos y de seis a ocho de las zonas veredales, más o menos. Yo me imagino que será en Bogotá pero no puedo decir que es fijo. Hay que esperar.

SEMANA.: ¿Han pensado en la campaña para la contienda electoral? ¿Hay alianzas en marcha ya?

E. M.: Aún no. Lo que se ha dicho es que nuestro partido va a ser amplio. Alianzas claro que van a haber, pero aún no se sabe con quién, eso hay que conversarlo. Ese tema no está muy claro todavía.

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SEMANA.: El candidato que apoyarán, Los opcionados a las curules y el tema de las alianzas, ¿son temas que quedarán resueltos en el Congreso de agosto?

E. M.: Algunas cosas se quedarán para después del congreso constitutivo. Este no se puede adelantar a nada que no haya mandatado la militancia. No nos podemos adelantar a los acontecimientos. Se trata de discusiones que se dan en todos los niveles y no es fácil predecir.

SEMANA.: ¿Qué ambiente se respiró en la asamblea?

E. M.: Hay incumplimientos pero los ánimos del pleno son la palabra empeñada con el país. Es casi un hecho la dejación de armas, falta muy poco de las caletas y la otra semana empiezan a extraer los contenedores de las zonas. La gente coincide en decir que la lucha política sigue y los acuerdos hay que conseguirlos a través de la lucha y no mani-cruzados. No pueden ser quejas ‘-no me cumple, no me cumple‘. No, hay que utilizar los espacios para dar la lucha por la implementación.

SEMANA.: Por ejemplo...

E. M.: Ahí la están los organismos creados como la Comisión de Seguimiento Impulso y Verificación (Csivi), el Consejo Nacional de Reincorporación que están en constante contacto con el Gobierno. Además, habrá una veeduría internacional para que se cumplan estos acuerdos.

SEMANA.: Entonces, ¿se mantienen 15 días más la figura de las zonas veredales?

E. M.: Estábamos a la expectativa de lo que decidiera la Csivi. Si desaparecía la figura de las zonas veredales el primero de agosto era normal porque hace parte del acuerdo. Se prologa, bien. Yo no le veo ninguna alteración a lo acordado. Al final estos espacios se convertirán en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación.

SEMANA.: ¿Ya está andando el Centro de Pensamiento que se acordó en La Habana?

E. M.: Está en la agenda del congreso, así como lo estuvo en la Décima Conferencia Guerrillera. Aún no sabemos cómo se va a estructurar. No está en marcha todavía.

SEMANA.: ¿Cómo la ha tratado la vida civil?

E. M.: Yo nunca perdí el contacto con mi hija. Nos comunicábamos por cartas, lo que nunca permití fue que entraran a los campamentos porque estaban en riesgo ella y mis nietos. A ellos los conocí hace poco. En el 2015 les dijeron ella es su abuela. Decían, ‘abuela, abuela, nona‘. ¿Por qué me dicen así?, me pregunté. Miré el diccionario y decía que nona es abuela por allá en Argentina y en Santander también.

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