NACIÓN

Hernán Giraldo, el depredador de vírgenes

El ex paramilitar que fue condenado a más de 16 años por una Corte de EE. UU. dejó pendientes en Colombia graves crímenes, entre ellos los abusos sexuales cometidos en contra de decenas de niñas.

3 de marzo de 2017
| Foto: Fotomontaje SEMANA

A Hernán Giraldo lo llamaban de varias maneras, era ‘El Patrón’ de la Sierra Nevada de Santa Marta, era ‘El Tigre’ y ‘El Viejo’, pero sobre todo era ‘El Taladro’ porque además de usar ese elemento como arma de tortura aprovechaba su poder para abusar sexualmente de niñas; le gustaban las vírgenes.

“No borraré de mi memoria esa niña de doce años, llevada a empujones, llorando por todo el camino, que subió a pie la Sierra hasta la finca donde su padre negociaba con “El Patrón” su virginidad por 5 millones de pesos. Cuando llegó, la encerraron durante 15 días, rodeada de armados. Fue una cruel tortura. Daba gritos y alaridos de dolor cuando él se le acercaba a besarla, cuando tocaba su cuerpo con sus manos asesinas. Ella narraba con horror que era un viejo de 60 años asqueroso. Hoy esta mujer cuenta que a pesar del tiempo sigue sintiendo asco de su cuerpo y no ha podido olvidar las huellas de la guerra”. 

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El testimonio es de una profesora que el Centro de Memoria Histórica utilizó para su informe ¡Basta ya! Colombia: Memorias de Guerra y Dignidad en el que documentó la historia de Giraldo, quien fue socio de Pablo Escobar y después montó su grupo armado en la Costa. 

Giraldo andaba por la Sierra Nevada de Santa Marta con poncho y sombrero, aunque había llegado en 1969 a la región no olvidaba su tierra natal: Pácora, Caldas. Sólo cursó la primaria pero fue capaz de incidir en la elección de concejales, alcaldes, gobernadores. Su palabra era ley.

"Inicialmente los políticos iban a la Sierra en busca de votos. Después yo me reunía con las juntas de acción comunal, discutíamos unos nombres y entre todos escogíamos un candidato por quién votar”, aceptó en versión libre ante fiscales de Justicia y Paz el propio Giraldo.

Empezó estando al mando de unos cuantos hombres en el grupo llamado Los Chamizos que ayudaban a la ‘seguridad’ del mercado y hacían ‘limpieza’ social. Después llegó a ser el comandante de más de mil hombres del Frente Resistencia Tayrona, adscrito al Bloque Norte de las AUC al mando de Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’.

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El poder que le daban las armas y el control sobre la producción y comercialización de droga fue utilizado para hacer y deshacer. La cuenta de las niñas que pasaron por las manos de ‘El Patrón’ es larga, se cree que fue un centenar. La prueba que quedó fueron los hijos de las pequeñas de las que abusó. El mismo Giraldo admitió en versión libre que tiene 24 hijos producto del abuso de las menores en la Sierra Nevada: "no eran tan jóvenes, se trataba de una costumbre del campo".

“La vida me cambió. Yo antes reía y bailaba… Ahora no tengo ganas de vivir”

Sin embargo, el terror invadió la región y todavía impera en la zona. Muchos no hablan abiertamente del tema pero sí aseguran que había “piojos regados por todas las veredas”. Según Verdad Abierta, ‘El Patrón‘ alcanzó a tener 38 hijos durante 40 años de control de la Sierra Nevada.

Giraldo se intenta blindar alegando que ha asumido su responsabilidad como padre, los registraba como hijos suyos, en algunos casos se pudo probar que las madres de los niños tenían menos de 14 años al momento del parto, en otros no. La Corporación Humanas hizo el ejercicio de revisar la copia de doce registros civiles y no encontró ninguno en el que la madre tuviera esa edad, sin embargo, aseguran que “existen datos que permiten inferir que la información suministrada en dichos instrumentos públicos puede no ser veraz, estar incompleta e incluso alterada”.

Lo que sí se sabe es que hijos de ‘El Taladro’ hicieron parte de sus filas y aun cuando su padre ya estaba capturado siguieron sus pasos, como Daniel Eduardo Giraldo, alias el ‘Grillo’, y de Hernán Giraldo Ochoa, alias ‘Rambo’ o ‘Rambito’. Ellos que fueron víctimas después decidieron ser victimarios.

Buscar los relatos de boca de las propias víctimas ha dado una idea del velo de terror que todavía cubre este capítulo de la violencia del país. Tienen “físico temor”, asegura la publicación del Centro de Memoria Histórica.

"Yo conocí tres muchachitas que fueron vendidas por sus padres a Hernán Giraldo, una era de 12, otra de 13 y otra de 15 (…) yo estaba en la casa de él en Machete cuando llegaron. Cuando eso sucedía, él mandaba a todos los que estaban en la casa a encerrarse en un cuarto y el que observara algo ¡que se atuviera a las consecuencias! No sé qué pasaba. Él sólo decía eso. Yo observaba cuando llegaban, o sea, el papá o la mamá junto con la menor. Hernán les pagaba (…) se quedaba con la menor en un cuarto", relató un testigo.

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Se han encontrado casos en los que la familia de las niñas no solo permitieron que fueran abusadas sino que las ofrecieron para obtener beneficios económicos o conseguir poder al tener un parentesco con el paramilitar.

Se dice que las niñas hacían fila para que ‘El Patrón’ pudiera escoger, e incluso que a sus papás les decía que se las “cultivara” para que él pudiera “disfrutarlas”. También se dice que les pagaba a las menores después de tener relaciones sexuales y que las drogaba. "Él era el patrón y todo allá era para el patrón. La mejor gallina y la mejor niña eran para el patrón", dijo a la Fiscalía Carmen Rincón, alias ‘La Gorda‘. 

La pequeña que le gustara era suya, a las buenas o a las malas. “La vida me cambió. Yo antes reía y bailaba… Ahora no tengo ganas de vivir”, dijo una mujer consultada por el equipo del CNMH que fue abusada por Giraldo.

Este viernes, Hernán Girando fue condenado a 16 años y medio de prisión por una Corte Federal de Washington. Sin embargo, esos años no serán en nombre de las niñas a las que les marcó la vida sino, sobre todo por tráfico de droga. A Estados Unidos fue a parar tras ser extraditado en 2008 durante el gobierno de Álvaro Uribe. Lo cierto es que pagará más del doble de lo que le tocaba por haberse acogido al proceso de Justicia y Paz.