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NACIÓN

Falleció la senadora de los niños

Según informó la Clínica del Country en un comunicado, la congresista Gilma Jiménez murió este sábado a las 6:31 de la tarde.

29 de junio de 2013

Después de 14 días la exconcejal de Bogotá y senadora Gilma Jiménez, reconocida por su lucha en pro de los derechos de la infancia, murió hoy a las 6:31 de la tarde.

En un escueto comunicado la Clínica del Country informó del deceso y expresó sus condolencias a los familiares y amigos de la desaparecida senadora. 

Durante su carrera política fueron varios los temas que trasnocharon a esta parlamentaria del Partido Verde: violadores, prisión perpetua, niños abusados, dolorosas agresiones. Sin embargo, la energía que alimentaba a Gilma Jiménez provenía de una sola fuente: la felicidad de los niños de Colombia. 

Por esa gesta titánica que echó sobre sus hombros, esta congresista fue diferente a los demás políticos. No hablaba de votos, ni de alianzas programáticas, y menos de burocracia. Ella creía que sólo dándoles un completo bienestar a los más pequeños, este país tendríá futuro. Y así lo hizo con una tenacidad envidiable. 

En un perfil publicado en KienyKe reconoció que nunca habló con un violador. En aquella ocasión señaló que al verlos en las audiencias donde se les acusa, sentía ganas de írseles encima, golpearlos, castigarlos por el enorme mal que han hecho contra los indefensos e inocentes. 

Quienes la conocieron admiraban su carácter. Por eso, existe una versión, por muchos dada por cierta, de que cuando entraba a un despacho judicial, los guardias del INPEC rodeaban al sindicado porque pensaban que ella iba a agredirlo. Sin embargo, sólo los castigaba con su mirada porque no se trataba de sus puños, sino su espíritu combativo. 

Una vida dedicada a los niños

A Gilma Jiménez desde temprana edad -17 años- le tocó combinar los oficios de mamá y sus estudios de Trabajo Social en el Colegio Mayor de Cundinamarca. Estudió esa carrera porque su ideal era servir en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. 

Su carácter férreo le permitió salir adelante y luego de terminar la carrera llegó a la campaña de Virgilio Barco. Allí, como dijo en aquel perfil, la atendió el exgobernador de Cundinamarca Julio César Sánchez, quien le ofreció el único trabajo disponible: atender al público. Se ganaba poco menos de 50.000 pesos al mes. 

Luego se desempeñó como asesora en la Gobernación, donde hizo causa común con Enrique Peñalosa para temas sociales y desde entonces no se le despegó a este hombre que fue alcalde de Bogotá y es hoy en día un importante político y consultor. 

Gilma fue exitosa no sólo en su lucha contra quienes atentan contra la integridad de los menores, sino batiéndose a fondo en las calles de Bogotá y el país. A cualquier escenario que llegaba, ya se sabía de qué va a hablar. Y por ese camino labró su carrera política. En el 2008 aspiró por segunda vez al Concejo de Bogotá por el partido Liberal y sacó el sólido respaldo de 18.000 votos. 

Cuatro años después quiso ser senadora por el Parido Verde, donde también milita Peñalosa, y arrasó: obtuvo 217.000, la mayor votación de esas elecciones. 

Su obra 

Esta emprendedora mujer, en el 2004, desde la Secretaría de Bienestar del Distrito fue artífice de la red de Jardines Sociales, una herencia que las distintas administraciones han sostenido en favor de los menores. 

Cuando hablaba de su recorrido político y sus luchas, Gilma siempre recordaba, como lo hizo en esa revista virtual, los casos en los que se ha batido como el de Arcebio Álvarez, el 'Monstruo de Mariquita', aquel personaje que abusó de su hija durante 30 años y tuvo con ella ocho hijos. 

Tampoco descansó hasta lograr la deportación, en el 2009, del ex subintendente del Ejército Rudy Alonso Suárez Corrales, quien huyó a Atenas, Grecia, después de violar y asesinar a la menor Katherine Huertas Vanegas. Otra de sus obsesiones fue lograr la condena en contra de Orlando Pelayo, el papá de Luis Santiago, quien apareció asesinado en un paraje cerca de Bogotá en septiembre del 2008. 

También fue reconocida por sus luchas a favor de la aprobación de un referendo que buscaba castigar con prisión perpetua a violadores y maltratadores de niños. Y es en ese punto donde ella perdió una de sus batallas porque los proyectos se hundieron en el Legislativo. Este sábado perdió la batalla por su vida esta vez frente a un cáncer de matriz que dejó a la niñez colombiana sin una de sus más acérrimas defensoras.