PROCESO
Kofi Annan se equivoca, no vamos a pagar ni un día de cárcel: FARC
A las FARC no les gustaron las afirmaciones que les hizo en La Habana el exsecretario general de las Naciones Unidas.
La guerrilla de las FARC expresó su inconformidad con la intervención ante los medios de comunicación del exsecretario general de Naciones Unidas Kofi Annan, tras el encuentro que este sostuvo en La Habana con el equipo negociador de ese grupo insurgente. “Es desafortunada su intervención”, dijo el insurrecto Jesús Santrich. “Con seguridad no ayuda en nada para que el proceso de paz avance, lo que hace es confundir y colocar más obstáculos”.
“Lo que nos queda es reiterar nuestro desacuerdo y repetir que quienes ejercemos el derecho a la rebelión contra un régimen de terror no estamos dispuestos a pagar un solo día de cárcel. A La Habana no vinimos a asistir a un proceso de sometimiento ni de rendición, sino a buscar salidas a los graves problemas políticos, económicos y sociales que tiene Colombia”, reiteró Santrich.
Sus afirmaciones fueron hechas en una entrevista que divulgó ANNCOL, agencia que habitualmente reproduce las versiones oficiales de las FARC, y que por considerar de un trascendental tema de actualidad Semana.com reproduce a continuación en su integridad:
La paz de Colombia y la desafortunada rueda de prensa de Kofi Annan en La Habana
HABANA / 2015-02-27 / El ex Secretario General de la ONU, el señor Koffi Annan apareció en La Habana el día jueves 26 de febrero y se reunió con la delegación de la insurgencia de las FARC y con la delegación del gobierno de Juan Manuel Santos. Hoy, viernes se realizó una rueda de prensa en donde opinó sobre los temas de la Mesa del Diálogo, opiniones que no han caído muy bien en el lado de la guerrilla de las FARC.
ANNCOL conversó con el comandante guerrillero Jesús Santrich, sobre sus reflexiones de las declaraciones del señor Annan.
Comandante Jesús Santrich, acaba de culminar la rueda de prensa de cierre de la visita a la Mesa de Conversaciones de Paz, por parte del ex Secretario General de la ONU, el señor KOFFI ANNAN. ¿Cuáles son sus impresiones sobre este suceso, cree que el intercambio con él podrá aportar al desenvolvimiento de los diálogos?
JESÚS SANTRICH (JS): Cualquier respaldo sensato al proceso de paz debe traducirse en acciones y opiniones que ayuden a mediar posiciones, no en expresiones que entrena a reforzar los puntos de vista que den base para el sostenimiento de posiciones unilaterales.
¿Qué nos quiere decir con esta opinión, hay alguna inconformidad con el visitante?
JS: Me explico, si existen divergencias, debates en desarrollo, sobre aspectos sobre los que aún no hay acuerdo, mal se hace, entonces, en aprovechar escenarios de acercamiento para sentar argumentos concluyentes que van en contra vía de lo que piensa alguna de las partes. Si un personaje como KOFI ANNAN, tiene la decisión de hacer públicas posturas propias, personales, lo mejor es que busque otro tipo de estrados, no aquellos donde gobierno y guerrilla le acompañan en gesto de aproximación y concordia, sin posibilidad de controvertir.
¿Crea acaso que el señor ANNAN no cumplió con esta condición?
JS: Bueno, no se trata de una condición, cada quien actúa según lo que le indique su conciencia, pero es de sentido común que si alguien va a ayudar no puede perder imparcialidad, y lo cierto es que en la rueda de prensa del Hotel Nacional el ex Secretario General de Naciones Unidas no tomó en cuenta esto, hizo todo lo contrario sin referirse siquiera a que sus respuestas no cuentan con el beneplácito de la insurgencia.
Parte de la Delegación de Paz de las FARC se reune con Koffi Annan.
¿Nos podría detallar un poco más está situación?
JS: Las FARC, de manera muy respetuosa le explicaron minuciosamente al señor ANNAN su visón sobre el proceso y el futuro del país, argumentándole con suficiencia que no compartíamos la imposición que el gobierno pretendía de un Marco jurídico para La Paz y de una legislación de justicia transicional en la que el Estado se pretende juez y parte, y esto sencillamente porque de los informes mismos de la Comisión histórica del conflicto, mayoritariamente, se desprende, como también lo muestra la realidad, que el Estado es la máxima instancia de imputación, es el victimario por excelencia. Y se le dijo que tampoco compartimos la intervención de la Corte Penal Internacional, por razones diversas que van desde el hecho de que además de tratarse de un mecanismo subsidiario, este se ha utilizado solamente para actuar respecto a situaciones de países del tercer mundo, sin que para nada se toqué casos de criminalidad que están en cabeza de potencias como Estados Unidos, aparte que hay decenas de acusaciones contra el régimen colombiano que están engavetadas sin que sus altos funcionarios se interesen por fallar; y entonces resulta que ahora quieren poner la lupa, no sobre los responsables del conflicto en nuestro país, sino sobre la guerrilla atendiendo a los expedientes amañados que se fabrican desde la corrompida institucionalidad colombiana. Nosotros hemos dicho que no estamos dispuestos a admitir estás asimetrías y despropósitos.
¿Las FARC consideran acaso que no se debe hablar de justicia para las víctimas del conflicto?
JS: No, todo lo contrario, nosotros hablamos desde la orilla de las víctimas, lo que pasa es que creemos que el concepto de justicia no se puede plegar a la mentalidad punitiva de jurisdicciones que pretenden aplicarnos el derecho penal del enemigo. Consideramos que el concepto justicia debe reivindicar la solución de los problemas sociales para apuntar a acabar con las causas de desigualdad y miseria que generaron la confrontación. Esa es la mejor manera de resarcir a las víctimas y al conjunto del pueblo colombiano que cada día sufre la exclusión, la pobreza y la carencia de democracia que ha impuesto el Bloque de Poder Dominante.
¿Entonces el problema está en el sentido que debe tener la justicia?
JS: Hay mucho sesgo y distorsión acompañados de campañas mediáticas en las que de manera maniqueísta se colocan los problemas en blanco y negro, presentando a las FARC como las malas de una película en la que ahora hasta el Estado aparece como víctima angelical habiendo sido el generador de esta tragedia de desangre que sufre Colombia. A las FARC le preocupa la permanencia de la Doctrina del enemigo interno, la Doctrina de la Seguridad Nacional, el paramilitarismo con toda su carga de muerte que sigue pesando sobre los dirigentes cívicos y populares; les preocupa que el gobierno persista en mantener el fuego haciendo caso omiso a la necesidad de desescalar el conflicto con medidas prácticas que eviten más dolor y muerte a las comunidades que están en el centro de la confrontación y así se lo han hecho saber al señor ANNAN, quien parece no haber tomado nota de estas inquietudes y por eso destinó su intervención ante los medios solamente para posicionar algunos argumentos claramente alinderados con el gobierno, los cuales apuntas al desarme de la insurgencia y a que la dirigencia guerrillera vaya a la cárcel, con el cuento de que hay parámetros internacionales que cumplir y jueces que deben definir esto. Pero, ¿cuales parámetros, cuales jueces? ¿Acaso, los que le convienen al entramado global del poder capitalista, para que los gobernantes, grandes empresarios y transnacionales, entre otros, que han ideado y auspiciado la política de sangre y fuego en función de su acumulación violenta basada en el despojo, no sean tocados?
Entonces, dentro de este orden de ideas, es desafortunada la intervención del señor KOFI ANNAN ante los medios. Con seguridad no ayuda en nada para que el proceso de paz avance, lo que hace es confundir y colocar más obstáculos. Por eso, al respecto de todo lo que dijo, al parecer siguiendo un librero de cuya elaboración la insurgencia no hizo parte, lo que nos queda es reiterar nuestro desacuerdo y repetir que quienes ejercemos el derecho a al rebelión contra un régimen de terror no estamos dispuestos a pagar un solo día de de cárcel. A la Habana no vinimos a asistir a un proceso de sometimiento ni de rendición, sino a buscar salidas a los graves problemas políticos, económicos y sociales que tiene Colombia.
¿Las FARC hicieron alguna reflexión sobre las recientes declaraciones del ex Presidente Cesar Gaviria referidas al tema de justicia transicional?
JS: Sobre eso también hicimos nuestras reflexiones y sentamos puntos de vista, porque es un hecho que esas declaraciones avaladas por el Comisionado del gobierno Sergio Jaramillo, y por el mismo Presidente Santos, lo que hacen es corroborar afirmaciones graves sobre hechos que si bien se han denunciado siempre, solamente hasta ahora son asumidos por altos dignatarios de Estado, como eso de que más allá de los combatientes hay otro espectro de responsables civiles, institucionales unos y otros no institucionales, empresarios, industriales, ganaderos, gente del clero, jueces, etc. que deben responder por el conflicto. Dijimos que Gaviria lo que ha soltado era una noticia criminal que el Estado debe investigar oficiosamente si quiere posara de ser un Estado de Derecho. ¿Entonces cual es el afán de negar nuestra condición de de rebeldes y de paso borrar las conexidades del delito político? Pareciera que se quiere aplicar la política del chivo expiatorio para mandar a la cárcel a algunos militares y a la dirigencia insurgente exonerando de sus responsabilidades a la dirigencia política y en general al Bloque de poder Dominante, que es el que ha impuesto la guerra.
¿No hay nada positivo que se le pueda rescatar a la visita de KOFI ANNAN?
JS: Es algo difícil, porque personalidades de esta dimensión, que han tenido responsabilidades tan grandes y delicadas son muy escuchadas por la opinión mundial, entonces sus desaciertos se reproducen y eso no ayuda mucho, no obstante, me atrevería a agregar que de todas maneras sí compartimos con KOFI ANNAN, un par de ideas que presentó antes en el sentido de que "La justicia no puede ser un impedimento para la paz", sino que ?es un socio absolutamente esencial para ella". Pero no la justicia transicional de nuestros interlocutores en la Mesa de conversaciones, sino la que se apegue a la idea de justicia social con las medidas de normalización que se deriven del único Marco jurídico que admitimos que es el Acuerdo General de la Habana, el de agosto de 2012.
Y no es que estemos cerrados en nuestras opiniones, pues de hecho hemos propuesto la organización y la realización de un debate nacional acerca de la justicia aplicable, y que sean sus resultados los que conduzcan a los diseños normativos correspondientes, pues nuestra realidad no es la de otros lugares del mundo y por tanto debemos buscar nuestras propias maneras de resolver el conflicto. Por lo demás, en la Agenda de La Habana, la cual hemos asumido como inmodificable en sus partes sustanciales, en ninguna parte está escrito que hablaríamos de justicia transicional; lo pactado es hablar de justicia en su sentido más inclusivo que es el de la justicia social.