PROCESO DE PAZ

Este viernes podrían quedar libres los secuestrados

Como reveló el propio presidente Santos, el operativo para devolver a la libertad a los secuestrados ya se inició.

20 de noviembre de 2014
Rubén Darío Alzate | Foto: Archivo particular

El general Rubén Darío Alzate, secuestrado por la guerrilla de las FARC, da sus primeros pasos hacia la libertad. El operativo para traerlo de vuelta a casa se inició en la tarde de este jueves, tal como lo confirmó desde Popayán el presidente Juan Manuel Santos.

Minutos antes, una fuente de altísima credibilidad le confirmó a Semana.com que la comisión de rescate iba a su encuentro. Este portal no pudo confirmar si también quedarían en libertad el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, que también fueron hechos cautivos este domingo cuando llegaron en un panga desarmados al corregimiento de Las Mercedes, a varios kilómetros del casco urbano de Quibdó.

El general Alzate debe ser entregado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Este organismo venía trabajando con intensidad en las últimas horas desde cuando recibió “luz verde” para su intervención a través de los portavoces de los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega.

El inicio del operativo de liberación se produjo horas después de que ‘Pablo Catatumbo’ aseguró en una entrevista con RCN La Radio que las FARC no pactaron recibir ningún beneficio a cambio de liberar a los cinco secuestrados capturados en la última semana.

“Desde el comienzo hemos dicho que es un gesto de buena voluntad, una contribución que busca generar un ambiente que aclimate la situación para generar las conversaciones más tranquilamente”, afirmó ‘Catatumbo’ desde La Habana, donde ejerce de negociador del grupo subversivo.

En el país había enorme expectativa por la liberación del general Alzate, junto con el cabo Rodríguez y la abogada Urrego, que tenían que volver a casa “lo antes posible”, según información, también desde La Habana, de los portavoces de los países garantes.

El operativo para liberar al general en tan corto tiempo no sólo es un bálsamo de tranquilidad para su familiay un parte del regreso a la normalidad para la institución castrense, sino que se convierte de paso en un balón de oxígeno para el proceso de paz.

El jefe negociador de la guerrilla ‘Ivan Márquez’, en una de sus intervenciones de esta semana se mostró con un tono respetuoso: “No es sensato que continuemos matándonos en una confrontación que, de no parar, generará más prisioneros e incidentes que pueden poner en peligro la continuidad de la mesa de conversaciones”.

Con el reinicio de las conversaciones tan pronto se libere a la totalidad de los secuestrados, las partes tienen por delante la tarea de resolver los puntos más complejos y delicados de la agenda: el resarcimiento de las víctimas y concretar cómo se producirá el fin de las hostilidades y la entrega de las armas por parte de la guerrilla.

En estos dos años de negociaciones, ya se han logrado acuerdos preliminares en tres de los cinco puntos de la agenda, referentes a tierras y desarrollo rural, participación política y drogas y cultivos ilícitos.

En estos momentos en La Habana discutían la reparación de los 6,5 millones de víctimas del conflicto armado y estaba previsto que en el ciclo de conversaciones que se habría iniciado a principios de esta semana, la mesa recibiera a la quinta y última comitiva de víctimas para enriquecer ese debate con sus testimonios y propuestas.

Pero esos buenos augurios se deben dar con la liberación de todos los secuestrados. Y es que junto a las tres personas raptadas en Chocó también deben ser liberados los soldados César Rivera y Jonathan Díaz, en Arauca, a través también de un operativo coordinado por el CICR.

Por el secuestro del general, Santos decretó la suspensión de los diálogos de paz, que este miércoles cumplieron dos años en medio de la peor crisis desde el inicio de las conversaciones.

El negociador de las FARC insistió en que la retención de Alzate no es un secuestro sino “una acción militar” como consecuencia de negociar en medio del conflicto armado.

“Lo mismo habría ocurrido si un comandante de las FARC está en un caserío y lo detiene la autoridad militar”, argumentó ‘Catatumbo’, quien dijo que “para cualquier analista imparcial que conozca de situaciones como esta, no sería un secuestro”.

Añadió, además, que haber acordado la liberación cuatro días después de haber hecho cautivos al general a sus acompañantes “demuestra que hay una gran cadena de mando” en el grupo subversivo, que mantiene a la mayoría de sus altos mandos en La Habana para negociar.

“El hecho de que hayamos podido trasladar comandantes de la categoría de los que hay aquí y que cuando hay incidentes los podamos resolver de manera pronta demuestra que hay una gran cadena de mando”, apuntó.

‘Catatumbo’ afirmó que “este incidente demuestra que cuando se quiere se puede” y que es posible bajar la intensidad de la violencia en el país.

Frente a la negativa expresada por el Gobierno de un cese al fuego bilateral, apuntó que se pueden “tomar medidas frente al uso de explosivos”, así como “pactar ceses bilaterales al fuego parciales”, aunque fue claro a la hora de mostrar su preferencia por el cese bilateral al fuego de forma indefinida.

“Si no es posible el cese al fuego bilateral, por lo menos mecanismos que nos permitan resolver una crisis como esta, pero lo que sí manda muy mala imagen es suspender los diálogos cada vez que se produce una confrontación”, indicó.

Tras reiterar su deseo de retomar las negociaciones, ‘Catatumbo’ pidió cautela a la hora de establecer una fecha para firmar la paz, que la Presidencia confía en alcanzar en el 2015. Un sueño que, paradójicamente, por el secuestro de un general parece, para muchos, ahora estar más cerca que antes de tan sonado episodio.