PROCESO DE PAZ
Gobierno pide perdón al partido de Vargas Lleras
Lo hizo por no haber llevado a un dirigente de Cambio Radical a Cuba. Benedetti aprovecha para lanzarle pullas al vicepresidente.
Casi una docena de congresistas acompañaron la delegación del presidente Juan Manuel Santos a La Habana para la firma del histórico acuerdo en materia de justicia entre el Gobierno y las FARC.
Por el Palacio de Convenciones de La Habana se vio a los presidentes de Senado y Cámara, Luis Fernando Velasco (Partido Liberal) y Alfredo De Luque (la U). También al jefe del Partido Liberal, Horacio Serpa, y al copresidente del Partido de la U, Roy Barreras. Telésforo Pedraza, del Partido Conservador, también estuvo presente. Antonio Navarro, de la Alianza Verde, e Iván Cepeda, del Polo Democrático, completaron la delegación.
El propósito del presidente Santos era que todos los partidos con representación en el Congreso fueran testigos de la firma del histórico acuerdo. No sólo los de su coalición de la Unidad Nacional, también independientes y opositores como los Verdes y el Polo.
Sin embargo, dos partidos políticos no estuvieron representados en La Habana. Lógicamente, el Centro Democrático fue uno los ausentes. Ha sido el más férreo opositor al proceso de paz y rechazó con dureza el acuerdo.
Pero lo que sí causó sorpresa fue que Cambio Radical, uno de los tres partidos de la Unidad Nacional y el movimiento político del vicepresidente Germán Vargas Lleras, no estuviera en la isla.
Su ausencia en la firma del acuerdo se prestó para nuevas especulaciones que revivieron las permanentes dudas sobre si el vicepresidente y su partido apoyan o no el proceso de paz. Incluso, el miércoles hizo carrera la versión de que, supuestamente, el Gobierno había decidido no invitar a Cambio Radical.
Las dudas sobre si Vargas Lleras apoya el proceso han existido desde mucho tiempo atrás. En el año 2001, como senador, denunció lo que se había convertido la zona de distensión del Caguán. Y durante el gobierno de Juan Manuel Santos, el vicepresidente estuvo al margen de la discusión del marco jurídico para la paz y se ha cuidado de dar declaraciones sobre el proceso, y se ha concentrado en poner en marcha su revolución en infraestructura.
Su partido, donde dicen que no se mueve una hoja sin su consentimiento, ha estado apoyando todas las iniciativas de paz, pero ha sido el partido de la Unidad Nacional que más observaciones ha hecho al proceso de paz. Hace dos años sus congresistas renunciaron a hacer parte de una delegación que se reuniera con las FARC en La Habana, y el pasado mes de diciembre expidieron un comunicado en el que exigieron definir plazos a las negociaciones.
Sin embargo, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, salió a despejar toda clase de rumores respecto a la ausencia de Cambio Radical en La Habana. Las razones fueron más elementales. Un descuido de parte de la logística del viaje, por lo que pidió perdón, públicamente, al partido de Vargas Lleras.
Según el ministro Cristo, el presidente Juan Manuel Santos decidió viajar a La Habana el martes en la noche, y entre las “afugias” que se presentaron para organizar la delegación y garantizar la presencia de los partidos políticos, “no se tuvo el cuidado” de revisar si entre los congresistas había uno de Cambio Radical.
Cristo explicó que el criterio que se tuvo para invitar a los parlamentarios era, además de los presidentes del Congreso, a quienes fungen como copresidentes de las comisiones de Paz, tanto del Senado como de la Cámara. “Lamentablemente este partido de la Unidad Nacional no pudo acompañar al presidente en La Habana. Fue por esa circunstancia, y por nada más”.
Sin embargo, el director de Cambio Radical, representante Rodrigo Lara, no sólo integra la Comisión de Paz de la Cámara, sino que es uno de los seis copresidentes. El único que fue a La Habana fue el conservador Telésforo Pedraza.
Rodrigo Lara prefirió no pronunciarse al respecto. Otro de los congresistas referente del partido Cambio Radical también optó por mantenerse al margen de esta controversia.
Quien sí se pronunció fue el senador Arturo Char, quien más allá del episodio, afirmó que el partido está con el proceso de paz. “Ya se evacuó el punto más complejo de la agenda, el de justicia transicional, y eso nos llena de ilusión, como a todos los colombianos, de que finalmente vamos a tener un país en paz. Tenemos que reconocerle al presidente Santos el gran esfuerzo que ha hecho por este propósito que vemos cada día más cerca. Somos representantes de la gente y la gente lo que quiere es la paz”.
El episodio, sin embargo, fue aprovechado por el senador Armando Benedetti (La U) para lanzarle pullas al vicepresidente y a su partido, a quienes señaló de estar en la coalición de Gobierno “por razones clientelistas”.
“A los de Cambio Radical nunca los he visto apoyando la paz, ellos están en el Gobierno y en la fórmula vicepresidencial fue porque les dieron dos ministerios, ellos están sólo por eso, por clientelismo, así que no se les puede pedir más”, dijo Benedetti a Semana.com.
La ausencia de Cambio Radical no pasó inadvertida y mientras el presidente Santos le daba la mano a ‘Timochenko’, Vargas Lleras, fiel a su agenda, estaba revisando proyectos de infraestructura. Incluso, a propósito de la firma, prefirió decir que con carreteras, viviendas y acueductos se construía la paz.
Quienes tengan dudas sobre si Cambio Radical está o no a favor de la paz, la oportunidad será en el debate del acto legislativo para implementar los acuerdos, que comenzará en dos semanas. Mientras tanto, las especulaciones sobre el partido de Vargas Lleras van a seguir vigentes.