JUSTICIA

Gloria Ortiz, magistrada de la Corte Constitucional

Con 64 votos, fue elegida por el senado para reemplazar la vacante que deja el magistrado Nilson Pinilla.

7 de mayo de 2014
| Foto: Archivo

Era una elección anunciada. Gloria Stella Ortiz se convirtió en nueva magistrada de la Corte Constitucional tras haber sido elegida de forma mayoritaria por los parlamentarios de la coalición de la Unidad Nacional. Así lo demuestra la votación en la que su postulación fue respaldada por 64 votos.

Ortiz ocupará la plaza del magistrado Nilson Pinilla, quien sale de la Corte Constitucional tras cumplir los ocho años de su período.

Había llegado como favorita para ocupar el cargo dentro de la terna conformada por la Corte Suprema de Justicia y que complementaron Jorge Luis Quiroz Alemán, quien obtuvo 12 votos, y John Jaime Posada Orrego quien consiguió 6seis votos. Cuatro parlamentarios votaron en blanco.

Nacida en Pasto y abogada de la Universidad Externado (Bogotá), es la mano derecha del fiscal Eduardo Montealegre, con quien había trabajado desde cuando este era magistrado de la Corte Constitucional y, posteriormente, en su firma de abogados.

Se formó al lado de magistrados como Alejandro Martínez Caballero y Monroy Cabra, de quienes fue agistrada auxiliar. Fue compañera y es cercana a Rodrigo Uprimny, con quien trabajó en la Rama Judicial .

Al llegar a la Fiscalía, Montealegre la posicionó como su más cercana colaboradora y le encomendó adelantar la reforma estructural del ente acusador. Fue, además, quien redactó los decretos que dieron vida al proceso de transformación en el que esta embarcada en este momento la entidad.

Este se considera un nuevo triunfo del fiscal Eduardo Montealegre, quien tendrá una aliada en la Corte Constitucional a la hora de defender allí sus posturas de total respaldo al proceso de paz, uno de los temas que tendría que afrontar la nueva magistrada en su período, pues de haber acuerdo de paz, por la Corte tendrán que pasar las leyes que reglamenten el marco jurídico para la paz que permitiría, entre otras, la participación política de desmovilizados de las FARC.