ENTREVISTA

“Hay que cambiar el modelo urbanístico”: director ONU Hábitat

El también exalcalde de Barcelona Joan Clos tiene una idea que se puede considerar radical de lo que deben ser las ciudades en el futuro.

12 de octubre de 2016
Joan Clos fue alcalde de Barcelona entre 1997 y 2006. | Foto: Archivo particular

Joan Clos es uno de los líderes mundiales que más conocen sobre ciudades. Las grandes transformaciones que lideró como alcalde de Barcelona (1997-2006), entre ellas la renovación de 250 hectáreas de una de las zonas más deprimidas de la ciudad española, lo convirtieron en un experto en temas de urbanismo y lo llevaron a ser el director ejecutivo de ONU Hábitat, la entidad que proyecta las ciudades del futuro.

Este hombre de 67 años que cambió la medicina por la planificación urbana es uno de los invitados destacados en la Quinta Cumbre de Líderes Mundiales Locales y Regionales que organiza la Alcaldía de Bogotá.

Semana.com: ¿Cómo están creciendo las ciudades?

Joan Clos: Las ciudades en el mundo están creciendo muy rápidamente y esto hace que no se puedan planificar. Esto es un riesgo importante y tiene consecuencias graves y evidentemente hay que corregirlo lo antes posible y así evitar males mayores.

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Semana.com: ¿Qué pasó con el sueño moderno de la misma casa y el mismo auto?

J. C.: Este modelo fue una utopía del fin del siglo XX cuando se masificó la producción de vehículos y nacieron las nuevas técnicas de construcción de vivienda para hacerlas elevadas y numerosas. En su origen, fue una ilusión progresista y luego se degradó. Después de la II Guerra Mundial derivó en un proceso de deterioro. Hay un modelo internacional en el que todas las periferias de las ciudades parecen iguales, no importa el continente, la cultura o la raza.

Semana.com: ¿Hacia dónde apunta el actual modelo de ciudad?

J.C.: El modelo de urbanismo es fruto de los sistemas económico y social. Hemos construido nuestras ciudades vinculadas a la industrialización, pero estamos en un proceso de transformación social en el que vamos a una nueva sociedad posindustrial,  donde los servicios son más importantes que la manufactura. Hay que cambiar el modelo urbanístico.

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Semana.com: ¿Las ciudades están segregando?

J.C.: Es el modelo socioeconómico el que segrega y la ciudad digiere esta segregación, la gente rica vive en un sitio y los pobres en otros. No hay políticas suficientes de vivienda, de redistribución de la renta y esto hace que las ciudades se vayan gentrificando.

Semana.com: ¿El Estado debe intervenir en los procesos de urbanización o ese es un tema de los privados?

J.C.: La idea de que la ciudad es autárquica estuvo vigente en la Edad media, pero en la actualidad, cuando el Estado se ha convertido en gestor de servicios públicos: sanidad, educación y es el garante de la renta, el Estado tiene que intervenir más. La calidad urbana no está sólo en el fruto de la intervención del alcalde, sino que es producto de las políticas sociales del Estado. Sin eso no hay una ciudad digna.

Semana.com: Hay un tema poco conocido y es el de pensar la ciudad vinculada al empleo...

J.C.: Este es un tema fundamental. En la medida en que estamos avanzando en la sociedad en el sector servicios, la ciudad se convierte en el territorio del empleo y por lo tanto, hay que pensar la ciudad no sólo por sus calles, autopistas, buses, jardines, sino en su capacidad de generar trabajo.

Semana.com: Entonces ¿cómo debe ser la ciudad ideal?

J.C.: Estamos en el siglo XXI, el de la urbanización, el de las ciudades, la ciudad es la forma normal de vivir de los humanos, por lo tanto, lo que queremos es una urbe justa, equitativa, agradable, digna y feliz. (...) Así como las abejas hacen colmenas por instinto, nosotros hacemos ciudades por política.