ELECCIONES

Dos hijas de parapolíticos en campaña al Senado

El conservador Omar Yepes les dio el aval a la hija de Javier Cáceres y a la de Vicente Blel.

3 de diciembre de 2013
Hijas de Javier cáceres y Vicente Blel | Foto: SEMANA.

Los exsenadores Javier Cáceres y Vicente Blel parecían haber puesto fin a su historia en la política colombiana cuando la Corte Suprema de Justicia, al comprobar sus vínculos con grupos paramilitares, los condenó por el delito de concierto para delinquir. Una pena que les hizo perder sus derechos políticos.

Sin embargo, Cáceres y Blel seguirán activos, pese a sus respectivas condenas. El poder electoral que alcanzaron a cosechar en el departamento de Bolívar será heredado por sus hijas, ambas serán candidatas al Senado. Luz Estella Cáceres y Nadia Blel llevaban meses buscando el aval de un partido político para incursionar en política.

Luz Stella fue diputada de Bolívar y es la cuñada del concejal de Cambio Radical Wilson Toncel. Nadia, entretanto, se desempeñó como concejal de Cartagena y es hermana del presidente electo del Concejo de la heroica, Vicente Blel Scaff.

Ambas buscaron primero la bendición de Cambio Radical, pero el jefe de ese partido, Carlos Fernando Galán, consecuente al proceso de depuración que adelanta en la colectividad, se dio la pela y sacrificó el caudal electoral que ambas dirigentes le podrían representar, y se abstuvo de incluirlas en su lista de candidatos al Senado que lidera.  

Pero las hijas de Blel y Cáceres no se dieron por vencidas. Y golpeando puertas de otros partidos encontraron el aval en el Partido Conservador, para cuyos dirigentes, al parecer, no se podrían negar a los votos que ambas heredarán. En época electoral, los votos, sin importar de donde provengan, pesan a la hora de las estrategias de campaña.


Y los conservadores decidieron acoger los de las herederas de estos dos excongresistas condenados en uno de los mayores escándalos de la política colombiana. Para Ómar Yepes Alzate, presidente de los conservadores, en Colombia no existen los delitos de sangre. Y a pesar de los antecedentes familiares de Luz Estella y Nadia, sus hojas de vida no tienen ningún cuestionamiento, por lo cual no se les puede negar su derecho a elegir y a ser elegidas.

“Nadie pierde sus derechos políticos por los delitos cometidos por su familia. Ellas son dos mujeres muy distinguidas, sin tacha, y se les aceptó la solicitud del aval porque sobre ellas no pesa ningún señalamiento que les impida ejercer sus derechos ciudadanos”, explicó Yepes.

Quizás el presidente de los conservadores tendría otras razones. Pues en su lista de candidatos al Senado una de las primeras candidatas en otorgarle el aval fue precisamente quien se convirtió en su mayor electora en las elecciones del 2010, Olga Suárez Mira, quien heredó el poder político en Antioquia de su hermano el excongresista Oscar Suárez Mira, también vinculado a la parapolítica por decisión de la Corte Suprema de Justicia. Como a la dirigente antioqueña no se le negó el aval por la investigación de su hermano, el mismo argumento pesó a la hora de aceptar a las hijas de Javier Cáceres y Vicente Blel.

Lo que más causa sorpresa es que nunca han hecho política con los azules. Por el contrario, se estrenarán como dirigentes de esta colectividad en las elecciones del 2014. Esta circunstancia causó indignación en un sector del partido.

Por ejemplo, Martha Lucía Ramírez, integrante de la Dirección Nacional del Conservatismo y quien aspira a ser candidata presidencial de la colectividad, cuestionó la decisión al señalar que los avales del partido se deben entregar a personas que tengan unas mínimas calidades para ser candidatos, y no a personas que heredan estructuras políticas por fuera del conservatismo, como es este caso.

Javier Cáceres hizo su carrera política primero en el Polo Democrático, y en el 2006 pasó a Cambio Radical. En el 2010 repitió curul en el senado a nombre de este partido, pero fue el primer dirigente en perder su curul, pues estrenó la sanción de la silla vacía en el parlamento.

Mientras Vicente Blel inició su carrera política en el Partido Liberal, pero en el año 2006 fue marginado de la colectividad ante los señalamientos de sus presuntos vínculos con las Autodefensas. Sin embargo, en ese año consiguió su curul en el Senado bajo el aval del partido Colombia Viva, uno de los partidos que desaparecieron precisamente porque sus dirigentes terminaron presos.

Eso es lo que incomodó a algunos conservadores. Precisamente que las hijas de estos dos excongresistas poca afinidad han tenido con el Partido Conservador. Pero, al parecer, a la hora de pescar la mayor cantidad de votos en las próximas elecciones, estos antecedentes no fueron contemplados por Omar Yepes y el resto de la dirigencia conservadora.

En todo caso, en el tarjetón de las próximas elecciones, dos hijas de condenados por parapolítica aparecerán en la lista de los azules. Es decir, comienza a despuntar lo que se llama el poder político en cuerpo ajeno.