SALUD
Imatinib, el primer fármaco de interés público en Colombia
Aunque la farmacéutica Novartis conservará la exclusividad de la patente, el Gobierno será el encargado de fijar el nuevo precio del medicamento.
Amparado en la necesidad de "preservar ahorros en el sistema de salud", el ministro Alejandro Gaviria tomó este miércoles una decisión histórica para Colombia: emitió la resolución que hacía falta para declarar al Imatinib –un medicamento que trata el cáncer- de "interés público".
Con la declaratoria quedó resuelto el pulso que libraba el jefe de la cartera con la multinacional suiza Novartis, que desde el 2012 conserva los derechos de la patente, para bajar el precio del medicamento con el que se trata la leucemia mieloide crónica y otros tipos de cáncer.
Contrario a los pronósticos, la empresa farmacéutica conservará su exclusiva producción, pero perderá el poder que tenía para fijar su costo. Será ahora la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos la que defina el nuevo valor.
No es para menos. De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, el tratamiento al año por paciente tiene un costo de más de 47 millones de pesos. Una cifra considerablemente abultada si se compara con el costo que tiene formular su competidor: 9 millones de pesos.
El ajuste no tiene un efecto directo en el bolsillo de los colombianos que acceden al Imatinib a través del POS, pero sí representa un considerable respiro para el sistema de salud que ve el tratamiento con ese fármaco como insostenible. El Ministerio de Salud estima que la reducción del precio –que es de 324 pesos por miligramo– se reduzca un 40 % y el 50 %. Es decir, el valor final rondaría los 162 pesos, pero es la comisión la que tiene la última palabras.
"El precio se basa en la observación que hicimos cuando el medicamento entró sin patente al mercado, pues tuvo competidores genéricos durante varios años. En ese momento, demostró un precio significativamente más bajo. El valor de 140 que se propuso en la negociación es resultado de la proyección a 2018 del momento en que mayor competencia hubo en el mercado de Imatinib", explica un vocero de la cartera sobre los aspectos que se han tenido en cuenta para proponer el nuevo valor.
A pesar que Novartis ha insistido en que esta medida no aplica para el caso colombiano, porque en tres ocasiones el Gobierno controló el precio del Imatinib, desde la cartera argumentan que la resolución deja en claro que "la metodología actual para el control de precios tiene unos límites y no sustituye a la competencia" como en el caso de Novartis.
Aunque, por ahora, la medida sólo contempla una regulación del valor del medicamento y no la posibilidad de abriles las puertas a otros competidores, representa un duro golpe a las finanzas de la multinacional. Falta ver su respuesta ante la histórica movida del gobierno colombiano.
La manzana de la discordia entre Novartis y el Ministerio de Salud es una "superdroga" que revolucionó los tratamientos contra el cáncer: ataca las células malas sin afectar las sanas. En lugar de atacar indiscriminadamente todas las células como sucede con las terapias convencionales, este medicamento tiene un objetivo específico.