José Obdulio Gaviria es uno de los pocos que le hablan al oído al expresidente Álvaro Uribe. Durante los ocho años de su gobierno fue asesor de Presidencia, donde siempre fue blanco de controversia. Ahora se estrenará como senador, probablemente ocupe una de las curules de la Comisión Primera del Senado, precisamente por donde deberán pasar las leyes que reglamenten los acuerdos del proceso de paz.
Y aunque la atención del papel de la oposición se concentra exclusivamente en el expresidente Uribe, José Obdulio no pasará inadvertido. Incluso desde ya le anticipa al Gobierno que el control político será férreo y en esta entrevista con Semana.com anuncia los primeros tres debates que el Centro Democrático adelantará contra el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Semana.com: El Centro Democrático será una bancada minoritaria en el Congreso, ¿cómo será el papel de oposición en esas condiciones?
José Obdulio Gaviria: La democracia es un todo y los partidos son una parte. Algunas veces están en mayoría, otras en minoría; nosotros reconocemos llegar como una bancada minoritaria, pero va tener unas características: primero, es una bancada que actúa como un solo cuerpo, es decir, como un trabajo colectivo. Segundo, un trabajo juicioso de reflexión sobre los problemas nacionales y a pesar de que puedan o no tener buen puerto los proyectos, la tarea nunca es vana porque va a ser pedagógica y de formación de alternativa política. Cada uno de los temas se va a tratar como corresponde a una bancada de oposición, presentar los proyectos, estar atentos a los debates de control político y estudiar y atender las iniciativas del Gobierno y de otros grupos políticos.
Semana.com: ¿Cuál será la novedad del ejercicio parlamentario del Centro Democrático?
J. O. G.: El trabajo en equipo. Es una de las diferencias enormes dentro de la metodología de trabajo porque llegar con un menú individual no sólo es una tarea inútil, sino es expresión del individualismo de los partidos que están actualmente en el Congreso. Todo el trabajo será colectivo.
Semana.com: Han anunciado que no sólo harán control político sino que llevan un conjunto de proyectos, ¿cuáles serán las iniciativas del uribismo?
J. O. G.: Hemos ido conformando una especie de gabinete en la sombra y espejo a cada uno de los ministerios, pero entre las preocupaciones que más embargan a la bancada está la reforma al reglamento del Congreso. La productividad del Congreso se anula con el ‘reglamentarismo’ actual, hay normas que sorprenden a cualquier técnico en asuntos parlamentarios. Por ejemplo, a quién se le ocurre que es viable mantener las cámaras en una elección permanente de mesas directivas, hay normas que son trampas para que no sean declaradas exequibles las leyes aprobadas. En el tema de la justicia la preocupación es que hoy buena parte de la política pasa por las Cortes.
Por eso las cortes hacen cocteles con expresidentes y por eso calculan fuerzas políticas para tomar determinaciones a los organismos de control, eso rompe completamente con el principio de división de poderes y en segundo lugar, corrompe la justicia y le quita la venda. Y en el tema electoral estamos convirtiéndonos en un hermano gemelo de Venezuela. Lo más asombroso es que vecinos como Ecuador, Panamá, República Dominicana están profundizando en la transparencia y la independencia del sistema electoral y nosotros hoy tenemos una Registraduría antitécnica, que prácticamente es un apéndice del gobierno del presidente Santos.
Semana.com: Y frente a las iniciativas del Gobierno, ¿se opondrán con terquedad así tengan coincidencias?
J. O. G.: Nosotros somos un Estado democrático liberal cuya teoría es un todo y los partidos una parte. El que nosotros no cantemos el mismo tono la melodía democrática no supone que el presidente Santos pueda tratarnos de extrema derecha, eso muestra su falta de sindéresis, su falta de comprensión de los fenómenos políticos y, sobre todo, su talante antidemocrático. Santos nos va a oír cantar permanentemente y cantaremos la tabla sobre asuntos como la corrupción y el clientelismo que entronizó con los auxilios parlamentarios o con la llamada mermelada.
Semana.com: ¿Cuál será el debate con el que pretenden estrenarse en el Congreso?
J. O. G.: Hay tres preocupaciones grandes. El primero sería con el ministro del Interior, el de Defensa y el alto comisionado Sergio Jaramillo, respecto al proceso de negociaciones con las FARC. Tengo un muy importante archivo de pruebas que demuestran que el proceso ha servido para exaltación, legitimación y crecimiento de las FARC y no para moldear un proceso de paz. Acabo de leer un artículo editorial de un miembro del Partido Comunista Clandestino Colombiano en el periódico del frente Antonio Nariño en el que hace un balance que sorprende, donde dice que es el mejor momento de las FARC, en buena parte como consecuencia y resultado del proceso. El segundo, retomaremos todo el tema del computador de palacio y de los auxilios parlamentarios en Córdoba y Sucre. Y el tercer tema, queremos hacer un debate a la canciller (María Ángela Holguín) respecto a toda la política frente a Venezuela y a la actitud de hacerse de la vista gorda en cuanto a la intervención permanente de Venezuela en el crecimiento del terrorismo desde Venezuela.
Semana.com: ¿Usted aspira a estar en la Comisión Primera, la de los más fuertes debates y en la que pasará el tema de la paz?
J. O. G.: Estaré en la que me pongan. Yo el verbo aspirar sólo lo conjugo para asuntos físicos.
Semana.com: Senadores del Polo como Iván Cepeda y de los verdes como Claudia López ya anunciaron un debate contra Uribe por presuntos nexos contra el paramilitarismo. ¿Cómo se defenderán de ese debate?
J. O. G.: La vida nuestra es la preparación a ese tipo de debates. Les anticipamos nuestra gratitud por darnos la oportunidad de lucirnos y demostrarle al país quiénes somos nosotros y quiénes son ellos.