Santos devuelve las horas extras que quitó Uribe... pero a medias

Uno de los últimos enfrentamientos que sostuvieron Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2014, tuvo que ver con el pago de las horas extra. Un derecho que tienen los trabajadores en muchos países del mundo pero que en Colombia fue reducido en el año 2002.

En el último debate televisado de aquella campaña, Santos acusó a Zuluaga de haber sido quien despojó este derecho a los trabajadores colombianos, al recordar que había sido el senador ponente del proyecto de ley del gobierno Uribe, que estableció el horario de las 10:00 de la noche para el pago del recargo nocturno, a diferencia de las 6:00 de la tarde, como sucedía antes.

Aquella ley modificó la jornada laboral diurna, que hasta ese momento era de 12 horas -entre las 6:00 a. m. y las 6:00 p. m.- y la fijó en 16 horas, entre las 6:00 a. m. y 10 p. m. Además, recortó los recargos sobre la remuneración de los dominicales y festivos, pasando de una remuneración del 100 por ciento a un recargo sobre la remuneración ordinaria del 75 por ciento. El objetivo del Gobierno Uribe era promover la empleabilidad con la apuesta que con esa reforma se generarían entre 650.000 y 700.000 nuevas plazas de trabajo.

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Con ese argumento, Zuluaga consiguió sacar adelante la ley en su condición de senador ponente. Tiempo después se comprobó que no se abrieron nuevas plazas de trabajo, sino que por el contrario los trabajadores terminaron golpeados al dejar de recibir hasta el 30 por ciento del salario que, en teoría, o con el régimen anterior, debía corresponderles.  

Zuluaga, en cambio, le recordó a Santos que en su primer gobierno tuvo la oportunidad de revivir el pago del recargo nocturno, pero que en dos oportunidades rindió concepto negativo oponiéndose a los proyectos del Polo Democrático que pretendían revivir el pago de horas extras. Además censuró el “oportunismo” del presidente candidato que después de cuatro años anunciara revivirlas en plena campaña electoral.

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El entonces candidato del Centro Democrático se refería a un proyecto de ley del senador Alexander López (Polo) que fue archivado, en abril de 2014, por instrucción del gobierno. El argumento fue particular. El concepto del entonces ministro de Trabajo, Rafael Pardo, señalaba que la ley de Álvaro Uribe sí había sido efectiva para generar nuevos empleos.

Aquel debate terminó en que Santos se comprometió públicamente con los trabajadores de Colombia a revivir las horas extras.

La ley

Este martes Santos tuvo la oportunidad de cumplir con esa, una de sus últimas promesas de campaña. Sancionó la ley impulsada por el representante liberal Óscar Hurtado que establece, desde ahora, que las horas extras deben ser pagadas por los empleadores a partir de las 9:00 p.m.

Aunque el gobierno puede exhibir esta ley como el saldo de un compromiso de campaña, también es cierto que las centrales obreras la han calificado como insuficiente.

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Por ejemplo, Alexander López recuerda que en 2015 presentó un proyecto que volvía establecer la hora diurna de 12 horas de 6:00 de la mañana a las 6:00 de la tarde, pero que el gobierno no acompañó.

Luis Pedraza, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se mostró decepcionado con lo aprobado por el Congreso. “El pago de horas extras nocturnas desde las 6 de la tarde fue algo que funcionó por más de seis décadas y nos lo quitaron”.

Antecedentes: Recargo nocturno sería a partir de las 9 pm

La historia de la aprobación de esta ley también tiene como protagonista a Álvaro Uribe, en su condición de senador de la Comisión Séptima, donde se diseñó la ley. El proyecto original pretendía establecer el pago de horas extra a partir de las 8:00 p.m., pero finalmente, y por liderazgo del expresidente, se fijó en las 9:00 p.m., con el argumento de que “la actividad económica en la mayoría de los sectores comienza a disminuirse a esa hora”, como dijo durante el penúltimo debate.

Según el gobierno, con esta ley se podrían beneficiar cerca de 450.000 trabajadores formales, quienes, sin embargo, tienen un sabor agridulce porque esperaban que Santos reviviera las horas extra de forma completa, no a medias como lo señala esta ley.