FALLO

Un periodista en Pereira a punto de pagar arresto por sus comentarios

A través de una tutela, William Restrepo fue obligado a rectificar opiniones que hizo en sus redes sociales contra el director de la Cámara de Comercio de Pereira, y pese a que acató el fallo podría ir a prisión. ¿Por qué?

18 de enero de 2018

Las redes sociales se han convertido para muchos en un auténtico campo de batalla. Mensajes y comentarios explosivos por doquier que muchas veces pueden atravesar la línea de la ilegalidad.

En ocasiones las diferencias que allí se tramitan pasan a mayores, a tal punto que deben ser resueltas en los estrados judiciales. En esos casos los encargados de impartir justicia no la tienen fácil, pues por lo general se enfrentan el derecho fundamental a la libertad de expresión y de información, y la garantía a la honra y el buen nombre de las personas.

Pero una cosa es la teoría, y otra la práctica. Por ejemplo el caso de William Restrepo, en Pereira, quien podría convertirse en el primer periodista arrestado en Colombia por emitir sus opiniones. Confusión e indignación ha generado este caso.

Aunque Restrepo no ejerce como tal su actividad periodística, es un veterano del gremio que en su juventud se paseó por los principales medios de comunicación del país, especialmente en radio y televisión. Vivió muchos años en Estados Unidos, donde formó parte del equipo periodístico de Univisión, hoy considerado uno de los más poderosos canales de habla hispana.  

Hace algunos años Restrepo retornó a su natal Pereira y desde sus redes sociales se volvió una molestia para quienes manejan los hilos del poder público en el eje cafetero. Desde su cuenta de Twitter y Facebook se dedicó a opinar y denunciar toda clase de abusos de poder, irregularidades y actos de nepotismo de los funcionarios públicos y políticos de Risaralda.

Entre sus temas preferidos, el destino que se le dará al megaterreno donde hoy está ubicado el batallón San Mateo de Pereira; el traslado del Zoológico Matecaña y el futuro de Comfamiliar Risaralda. Todos ellos algunos de los bienes públicos más queridos por los pereiranos.

Cada vez que quiso opinar de esos asuntos no tuvo problema en despacharse contra una figura pública de la ciudad: Mauricio Vega Lemus, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pereira.

“Es cierto que la Cámara de Comercio de Pereira lidera una conspiración contra Comfamiliar y que su director sería Mauricio Vega Lemus?”, publicó una vez. “Es cierto que la Cámara de Comercio de Pereira pagó por una entrevista a su director Mauricio Vega en CNN hace un año? En Miami dicen que sí.”, le preguntó públicamente en otra ocasión.

Los interrogantes fueron subiendo de tono en sus redes sociales, “Es cierto que Mauricio Vega, director de la Cámara de Comercio de Pereira y algunos empresarios se quieren apoderar de Comfamiliar para cumplir sus promesas de vender la clínica? Ya le tienen cliente…”. Hasta le dedicó una columna que tituló: ‘Vega Lemus: Un globo‘.

Restrepo hizo públicas estas opiniones entre marzo y julio de 2017 en sus cuentas de Facebook y Twitter. Un mes después, en agosto de ese año, el líder gremial Vega Lemus interpuso una tutela contra el periodista, alegando vulneración de sus derechos a la honra y buen nombre.

El fallo de primera instancia le dio la razón a Vega Lemus y en segunda instancia fue confirmado porque “si bien manifiesta su opinión respecto al actuar del accionante en su calidad de presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pereira, es evidente que el lenguaje empleado en los mensajes publicados, resulta grosero y desproporcionado (…)”. Argumentó en la sentencia la jueza Ana María Hincapié.

(Ver sentencia de segunda instancia)

No era la única perla de la sentencia. No solo le ordenó al periodista rectificar sus opiniones en las redes sociales a través de las cuales las difundió, sino que sumado a ello debía hacer una disculpa pública, “disculpa que además deberá ser publicada en un medio radial y escrito de amplia circulación local”.

Pese a ello Restrepo acató la orden judicial. En su cuenta de Twitter y Facebook publicó el 26 de octubre un memorial con las rectificaciones y la disculpa; repitió el ejercicio en un medio radial y un periódico local.

El desacato

Y cuando el periodista creía superado el tema, el pasado 12 de enero le llegó una carta del juez Juan Carlos González, notificándole sobre un incidente de desacato en su contra, ordenó su arresto por cinco días y lo obligó a pagar una multa de dos salarios mínimos mensuales. Antes de hacerse efectiva la orden de arresto, el desacato debe ser revisado por otro juez superior.

El juez argumenta en su decisión que en la rectificación presentada por Restrepo, “se tiene que es evidente que el señor William no pretende aclarar ninguno de los puntos, sino que más bien justifica sus aseveraciones bajo argumentos de que tales apreciaciones surgieron con base en sus propias percepciones”. (Ver sentencia de desacato)

Esa misma tesis tiene Mauricio Vega Lemus. En diálogo telefónico con SEMANA, se declaró víctima de persecución del periodista: “Desde hace cuatro años viene calificándome personalmente y me cansé”, explicó tras asegurar que antes de acudir a las instancias judiciales “lo busqué insistentemente en diez oportunidades”.

Vega Lemus dijo que instauró el desacato porque desde su punto de vista esa rectitificación “fue una afrenta mayor; y si bien reconozco que estoy en una posición incómoda, me siento tranquilo que se haga justicia”.

En su defensa, el periodista William Restrepo le explicó a este portal que es de aquellos convencidos que “la opinión personal no se rectifica, sino que se aclara”. De hecho, su abogado Édgar Arana calificó como “un acto de humillación” la rectificación y prueba del “arrodillamiento del periodismo frente al poder de la Cámara de Comercio”.


Sin embargo, ese proceso judicial no está exento de las polémicas y desde que se conoció la noticia en Risaralda y a nivel nacional, el tema viene creciendo como espuma.

La Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, fue de las primeras en reaccionar y a través de un comunicado catalogó de “desproporcionadas frente a los hechos” la orden de arresto contra el comunicador.

Además, cuestionan que justamente el señor Vega Lemus se haya visto envuelto en otros enfrentamientos judiciales contra comunicadores o columnistas que opinan sobre él, y recuerdan las acciones que emprendió contra el periodista Leonel Arbeláez, pero que finalmente no prosperaron.

“La decisión también genera preocupación a la Flip, ya que Vega Lemus dirige una entidad que maneja dineros públicos y tiene una relevancia en contexto político y social del departamento de Risaralda, y por esta razón debe ser tolerante a la crítica”, argumentó la Flip en el comunicado.

Sebastián Salamanca, abogado y coordinador del Área de Atención y Defensa a Periodistas de la Flip, explicó a este medio que las autoridades deben considerar que en este caso concreto hubo una rectificación de buena fe y que en ese sentido “resulta absurdo que se ordene el arresto de un periodista que tiene 70 años de edad”.

Salamanca alertó que también preocupa en este proceso, la existencia de dos elementos inusuales en los fallos de rectificación, “que se le exija al periodista pedir perdón y que ese perdón se haga por canales distintos a los que se usaron para difundir la opinión que motivó la acción judicial”.

En efecto, y tal como lo demuestra la Flip en sus informes anuales sobre libertad de prensa y de expresión en Colombia, el acoso judicial se está convirtiendo en una nueva forma de censura. Cifras de la fundación señalan que el año pasado hubo 14 acciones judiciales contra periodistas, cuatro de los cuales se presentaron en el Valle del Cauca, y dos en Risaralda.

De confirmarse el arresto del comunicador William Restrepo, pasará a la historia como el primer periodista de Colombia que va a la cárcel por sus opiniones.