La caleta de Escobar que no hallaron en Medellín

El martes pasado, Semana.com publicó un testimonio del exjefe de sicarios del Cartel de Medellín John Jairo Velásquez Vásquez, ‘Popeye’, en el que dejó claro que su secreto mejor guardado era una caleta con armas que dejó su extinto patrón, Pablo Escobar, y que muchos estaban buscando y no hallaron.

También dijo que, en la sombra, algunos empresarios y políticos lo protegían. Aunque no dio mayores detalles, el primer dato habría levantado las sospechas de algunos delincuentes en Medellín que el pasado miércoles se dieron a la tarea de buscar la supuesta caleta.

El sitio a donde fueron a buscar fue la casa vecina de la última residencia de Escobar, donde fue asesinado a tiros en un operativo del entonces bloque de búsqueda. Llegaron hasta allí, vestidos con el uniforme de una empresa de servicios públicos y amordazaron a la propietaria, preguntaron por la supuesta caleta y procedieron a romper el piso del cuarto principal.

“No haga nada, no diga nada, no grite. Venimos por algo que el 'Patrón' dejo aquí”, dijeron los hombres a la mujer, según su relato.

Acto seguido procedieron preguntarle a la propietaria por una documentación que tenía en la residencia. No encontraron mayor cosa, pero dejaron una estela de miedo entre los vecinos del sector. Buena parte de ellos están atemorizados porque la delincuencia estaría pensando que ellos esconden alguna pertenencia del fallecido capo.

Policía investiga

Las autoridades indagan si existe relación entre una acción de estos hombres armados y la salida de prisión de ‘Popeye’.

El vicealcalde de Medellín, Luis Fernando Suárez, dijo el jueves que la Policía fue avisada el miércoles de que dos hombres armados ingresaron en una casa vecina al lugar donde murió Escobar en diciembre de 1993 en busca de un escondite con armas.

El funcionario dijo este jueves que no se descarta que este hecho tenga que ver con la libertad de ‘Popeye’, cuyo paradero se desconoce desde que este martes dejó la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, donde cumplió penas por 23 años.

Agregó que “la Policía intervino ayer (miércoles)” ante la denuncia de la mujer, y que las autoridades de Medellín están “en alerta” por la posible llegada de Velásquez a la ciudad.

Velásquez, uno de los pistoleros más sanguinarios del cartel de Medellín y quien en entrevistas que dio desde la cárcel se definió como “un buen sicario”, quedó libre al haber cumplido tres quintas partes de su condena. Reconoció también que asesinó directamente a por lo menos 300 personas y que como jefe de los matones de Escobar coordinó alrededor de 3.000 homicidios más

En una entrevista que dio el martes poco antes de salir de prisión al Inpec, Velásquez dijo que después de 23 años tras las rejas es “un hombre totalmente nuevo”. “Ya cambié mis antivalores por valores, que fue un trabajo que hizo el penal conmigo, de machacarme los antivalores, que yo adoraba (...) ya tengo valores”, dijo.

Con información de Efe.