La exministra de Defensa de Álvaro Uribe, Marta Lucía Ramírez, se estrenó como integrante de la Dirección Nacional del Partido Conservador. Su primer movimiento fue enviarle una carta al presidente de la colectividad, senador Efraín Cepeda, en la que le pide formalmente no apoyar la reelección del presidente Juan Manuel Santos.
Ramírez, en sus argumentos, dijo que el más reciente movimiento “electoral” del presidente con miembros de la Unidad Nacional no incluyó al Partido Conservador. Ese hecho, según la exministra, es un asunto suficiente para que los conservadores tengan un proyecto político propio.
Otro argumento que manifestó Ramírez es que Santos ha recibido el apoyo de las Farc a su reelección, hecho que calificó de “lamentable” y que obliga a los conservadores a reaccionar con toda determinación.
La exministra uribista también consideró que el presidente Santos ha utilizado el proceso de paz en beneficio de sus intereses personales y le pidió a Efraín Cepeda activar los mecanismos establecidos en los estatutos del partido para escoger un candidato presidencial propio.
Ramírez es precandidata presidencial del Partido Conservador pero también ha participado de los primeros encuentros del Centro Democrático, movimiento del expresidente Álvaro Uribe, quien impulsa también tres precandidatos presidenciales.
Esta es la carta de Marta Lucía al presidente del Partido Conservador.
Bogotá, Mayo 22 de 2013
Doctor
EFRAÍN CEPEDA
Presidente
Directorio Nacional Conservador
Bogotá D.C.
Apreciado Doctor Cepeda:
En calidad de miembro del Directorio Nacional Conservador, me dirijo a usted con la intención de compartir algunas reflexiones acerca del momento actual que vive el país y del papel que considero que debemos jugar desde el Partido Conservador, como fuerza política con personalidad y valores propios.
Nos encontramos en un momento crucial para el futuro del país, no sólo por los problemas actuales que Colombia necesita resolver, sino también por los retos que nos plantea el futuro.
En este escenario, considero determinante que desde el Partido Conservador pasemos a desempeñar un papel protagonista y aspiremos con toda la fuerza y energía que nos dan nuestros valores para asumir la dirección de la República de Colombia.
Esta convicción, que se sustenta sobre pilares firmes de compromiso con Colombia, se ve reforzada por la actuación del Presidente Santos y por los movimientos que ha realizado en los últimos días, tras mostrar su intención de concurrir a la reelección.
El hecho de que, a pesar del desgaste que sufre su gobierno, asumamos y respetemos el derecho democrático del Presidente Santos a optar a un segundo mandato, no ha de evitar que seamos claros a la hora de analizar el alcance de sus últimas decisiones y movimientos tácticos, con un evidente componente electoral.
En primer lugar, la alianza electoral gestada entre el Presidente y determinados sectores de la Unidad Nacional no incluye al Partido Conservador. Esta circunstancia debe reafirmarnos en la idea de revitalizar nuestro proyecto propio, pero no por cuestiones tácticas, si no por la determinación de ser el Partido que mejor puede representar los intereses de Colombia y de los colombianos.
En segundo lugar, resultaría manifiestamente incoherente con nuestros valores y con nuestra historia de defensa de la dignidad de la nación colombiana obviar que el actual Presidente de la República ha recibido el apoyo de las FARC. En caso de que las razones profundas para presentar un proyecto propio no fueran suficientes, este hecho lamentable debería servirnos para reaccionar con toda la determinación.
El Partido Conservador nació asentado en principios sólidos. Fueron nuestros valores los que nos hicieron pervivir a lo largo de la historia. Y será sobre la base de nuestras convicciones como podremos encarar el futuro tal y como Colombia lo necesita.
Con base en lo anterior, no podemos dejar de decir alto y claro que el Presidente Santos no representa nuestros valores. Sus promesas de no incrementar los impuestos, de realizar reformas históricas o de no negociar con las FARC, fueron meras palabras. Sus posiciones en temas tan sensibles como la despenalización de las drogas, ponen de manifiesto su lejanía con respecto a nuestros principios.
Pero no sólo se ha alejado de nosotros a través de sus posicionamientos y acciones desde el gobierno. Además de esto, en el plano organizativo, ha optado por la reunificación liberal y esto ha marcado su agenda política y su estrategia electoral.
En un momento en que las negociaciones con las Farc amenazan con socavar la dignidad del pueblo colombiano, mientras nuestras fronteras e integridad territorial están en entredicho y cuando la industria nacional se encuentra en un momento crítico, el Presidente Santos ha optado por dar prioridad a sus intereses personales para la reelección. Si hay un partido que no puede permitirse situarse del lado de un dirigente que actúa al margen de los valores, ese partido es el Partido Conservador.
Nos sobran las razones para afirmar que este es el momento del Partido Conservador. Este es el momento de que demos un paso al frente y le digamos a la Nación que tenemos un proyecto fuerte, sólido y ambicioso para Colombia.
Estoy convencida de que el Partido Conservador es la esencia de Colombia, al igual que lo estoy de que el momento que vivimos es crucial para el futuro del país. Así, en mi calidad de miembro del Directorio Nacional Conservador, les solicito activar los mecanismos de selección de Candidato a la Presidencia de la Republica de Colombia estipulados en los artículos 105 y 106 de los estatutos del Partido Conservador. Es nuestro momento para asumir el desafío y convocar de manera expedita la inscripción correspondiente.
Cordialmente,
MARTA LUCÍA RAMÍREZ DE RINCÓN.