O R D E N <NOBR>P U B L I C O</NOBR> <NOBR> </NOBR> <NOBR></NOBR>
La guerra diplomática
En el exterior guerrilleros, paramilitares y Estado libran una guerra que busca ganarse los afectos de organizaciones y gobiernos para avanzar políticamente.
El conflicto armado salió del país. Esto quedó en evidencia hace unas semanas con los casos de un miembro de las Farc detenido en Brasil y de la ausencia de este grupo guerrillero en el encuentro de Costa Rica.
En efecto, las autoridades brasileñas capturaron el 22 de septiembre en Foz de Iguazú, en la frontera con Argentina y Paraguay, a Francisco Antonio Cadena Collazos, conocido como el ‘Cura Camilo’ y quien en Colombia fue jefe de prensa de las Farc durante la instalación de las mesas de diálogo en San Vicente del Caguán en enero de 1999.
Aunque después de varios días de detención fue puesto en libertad en el ambiente quedó un interrogante: ¿Cómo había hecho este hombre para pasearse tranquilamente por Brasil desde 1996 realizando proselitismo político para las Farc?Al gobierno nacional este caso no lo tomó por sorpresa. Al contrario, según dijo a SEMANA el ministro de Relaciones Exteriores, Guillermo Fernández de Soto, existe una estrategia puntual para contrarrestar esta avanzada. “Ellos estaban acostumbrados a ejercer la diplomacia guerrillera con mucha libertad apoyados en la solidaridad internacional”.
La estrategia de la que habla el Ministro está consignada en la ‘diplomacia por la paz’ que, entre otros aspectos, traza instrucciones precisas a todos los países con los que Colombia tiene relaciones diplomáticas. Si en alguna ocasión la guerrilla tiene un contacto con algún gobierno éste le informa previamente a Bogotá. “El 95 por ciento de los países coordinan con Colombia cuando esto sucede”, puntualiza el Ministro.
Periódicamente el Canciller realiza reuniones con los embajadores colombianos para evaluar la situación. Estos, a su vez, deben reporta las actividades ‘diplomáticas paralelas’ a la Cancillería para que tome las medidas del caso. Según Fernández de Soto esta estrategia ya arroja resultados, especialmente en los países nórdicos, “en donde el tema de los contactos con los grupos guerrilleros ha bajado mucho”.
El inicio
La ofensiva diplomática de las Farc quedó en evidencia con la postura que hicieron pública en el reciente encuentro en Costa Rica. “El señor Presidente de la República ha ordenado a sus embajadas una perversa campaña represiva contra las Farc-Ep en el exterior”. Con esta decisión el grupo guerrillero quiso hacer una denuncia y de paso aceptó que no está dispuesto a ceder terreno en la ‘guerra diplomática’.
Pero, ¿en qué momento empezó esta ofensiva? Oficialmente la estrategia de las Farc comenzó en su octava conferencia, realizada el 2 de abril de 1993, cuando ese grupo guerrillero creó la ‘Comisión Internacional’. Según sus conclusiones, ésta tenía “la finalidad de estrechar los lazos de amistad con países socialistas, dedicar sus esfuerzos a difundir la imagen y proyectos de la organización, con el objetivo de aportar a las tareas por el reconocimiento de su lucha”.
Sin embargo sólo fue hasta 1996 cuando el objetivo y la forma de operar de las Farc en el exterior sufrió un cambio radical. Ese año el secretariado de las Farc decidió incrementar sus relaciones internacionales. Comenzó por fortalecer su estructura y cambiar el nombre de ‘Comisión Internacional’ por el de ‘Frente Internacional’. Con esto buscaban tener una infraestructura que les permitiera pasar de simples acercamientos clandestinos con los movimientos y partidos de izquierda a contactos abiertos con gobiernos o partidos mayoritarios de otros países.
La propuesta era ambiciosa porque, al igual que el funcionamiento de los frentes guerrilleros dentro del país, el Frente Internacional debía estar compuesto por un estado mayor, lo que le permitiría actuar con relativa autonomía del secretariado. Por aquel entonces la misión de consolidar y ordenar este frente le fue encomendada a Raúl Reyes, quien durante varios años vivió en Costa Rica y desde allí realizaba los contactos con organizaciones de El Salvador, Guatemala y Nicaragua, que estaban en plena lucha. Según confirmaron a SEMANA varias fuentes cercanas al secretariado, en esa época su mano derecha en la región fue Marcos Calarcá.
El ‘Frente Internacional’ se subdividió en tres grandes áreas de trabajo: Centro y Suramérica, Norteamérica y Europa. El primero tiene dos propósitos fundamentales. El más importante es buscar el reconocimiento del estado de beligerancia. El segundo objetivo busca esencialmente el fortalecimiento logístico, especialmente con países fronterizos como Panamá, Ecuador, Venezuela y Perú. El frente suramericano tiene dos encargados, que son el ‘Cura Camilo’, quien desde 1996 maneja las relaciones con Brasil y Paraguay, y ‘Javier Calderón’, quien desde 1995 trabaja en las relaciones con Argentina y Chile. De allí la importancia que tuvieron para esa organización los incidentes que se presentaron con ellos dos hace poco más de un mes. Como se recordará, hace unas semanas en Buenos Aires las autoridades afirmaron que no permitirían el ingreso de voceros de las Farc a su territorio debido al malestar que generaron las reuniones que sostuvieron el polémico general paraguayo Lino Oviedo y Jairo Alfonso Lesmes, conocido como ‘Javier Calderón’.
El frente de Norteamérica está integrado por comités que buscan conseguir recursos económicos y apoyo de diversas entidades no gubernamentales, principalmente en Canadá.
El frente europeo, sin duda alguna, es el más importante en la actualidad para la guerrilla. “Las Farc empezaron a trabajar fuertemente en Europa tan sólo hace cuatro años. El ELN lleva mucho más tiempo trabajando en esta parte del mundo. Las Farc utilizaron como puerta de entrada a los países europeos dos temas que son bastante sensibles, como son los derechos humanos y el medio ambiente, dijo a SEMANA un alto ex funcionario del Estado. Y agrega: Las Farc se dieron cuenta más tarde que el ELN tenía una serie de ventajas que existen en Europa, como una mayor identidad ideológica. Hay que recordar que existen varios gobiernos socialistas en el Viejo Continente, como en Italia y algunos de los países nórdicos. Hoy tienen unas relaciones fundamentales con la mayoría de los gobiernos socialdemócratas, como Suiza, Suecia, Bélgica, Francia y España”.
Desde hace poco más de dos años esta tarea le fue encomendada a Olga Lucía Marín (cuyo verdadero nombre es Liliana López). Durante años Marín trabajó con Raúl Reyes y Marcos Calarcá en México coordinando las relaciones en Centro y Suramérica. Actualmente ella la encargada de supervisar, dirigir y trazar las ‘políticas internacionales’ en Europa. Con la designación de Reyes como uno de los negociadores en las mesas de diálogo la responsabilidad de coordinar las labores en el continente americano recayó en Marcos Calarcá.
Para los organismos de seguridad del Estado es evidente que las Farc, especialmente en los últimos cinco años, han venido impulsando y desarrollando una estructura a nivel internacional que les ha permitido mostrar su movimiento a nivel mundial, su ideología y su lucha armada, todo como parte de lo que han denominado la guerra política. Sin embargo la forma operativa como funciona el Frente Internacional hace bastante compleja la labor del gobierno colombiano para contrarrestarlo.
Aunque la mayoría de los miembros del estado mayor del Frente Internacional están identificados la principal dificultad consiste en la rotación que las Farc hacen de las personas que realizan esas tareas ‘diplomáticas’. Las Farc tienen ‘embajadas permanentes’ en 15 países en todo el mundo. Dependiendo de una serie de condiciones, que van desde la afinidad ideológica de los gobiernos hasta las posibilidades de autofinanciación, cada uno de estos países tiene una especie de ‘cupos diplomáticos’ asignados (ver mapa). Sin embargo, para evitar ‘quemar’ a quienes realizan estas actividades las Farc rotan periódicamente entre países a sus colaboradores.
Los pioneros
Aunque el M-19 fue el primer grupo guerrillero en intentar establecer, sin éxito, esta diplomacia paralela en la década de los años 70, el primero en trazar una estrategia internacional, delimitada y con objetivos concretos, fue el ELN. Las directrices de lo que sería su ‘política internacional’ están consignadas en un cuadernillo de circulación reservada publicado en mayo de 1989 el cual fue llamado ‘cartilla de trabajo internacional’. En ella están trazados los parámetros de lo que el ELN llamó ‘Colectivo de Trabajo Internacional’. “El trabajo internacional no sólo está orientado a conseguir solidaridad; también se adicionan otros elementos de lucha política y lucha diplomática, superando el marco nacional para conquistar el reconocimiento internacional para el proyecto revolucionario y viabiliza la relación con otros Estados y fuerzas políticas. El trabajo internacional ensancha las fronteras políticas y contribuye al proceso de acumulación de fuerzas”, afirma algunos de los apartes de este documento conocido por SEMANA.
La sede original del ‘colectivo de trabajo internacional’ fue instalada en Cuba a finales de 1990. Desde allí comenzó la que es considerada como la primera etapa ‘diplomática’ del ELN. Durante esta fase se iniciaron contactos con movimientos subversivos y políticos del continente. Por razones de cercanía geográfica los primeros en la lista de contactos, al igual que lo hicieron las Farc en su momento, fueron aquellas organizaciones ubicadas en Centroamérica, como el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln) de El Salvador y la Unión Nacional Revolucionaria Guatemalteca de Guatemala.
La segunda etapa del ‘colectivo de trabajo internacional’, la cual comenzó a finales de 1991, se encaminó a fortalecer y ampliar las relaciones y contactos en Suramérica. Al igual que en Centroamérica, los primeros acercamientos fueron con los grupos guerrilleros de la región, como el Túpac Amaru de Perú o el Movimiento Revolucionario Patria Libre de Paraguay. Sin embargo el trabajo con los grupos políticos de izquierda en Suramérica fue más amplio que en Centroamérica y más importante dentro del plan estratégico internacional del ELN.
La década de los 90 presentó dos factores fundamentales que afectaron la consolidación de este proyecto internacional en esta parte del continente. El primero, y el más importante, fue la progresiva desaparición de los grupos guerrilleros durante los años 90. Este período coincidió, también, con el progresivo detrimento político–militar que comenzó a sufrir en Colombia el ELN.
Estos hechos, sin embargo, no fueron un impedimento para que durante el tercer congreso del ELN, desarrollado en junio de 1996, se fijaran las pautas de la que llaman ‘la última fase’ de la política internacional del ELN, considerada la más importante para la organización guerrillera. En ese congreso se nombró a Milton Hernández como responsable del ‘Frente Internacional’. Sin embargo las pautas de la política internacional están bajo la tutela del Comando Central (Coce).
Embajada virtual
En este escenario ha entrado un nuevo actor. Aunque no tienen una estructura tan compleja como las Farc y sus labores internacionales no llevan tanto tiempo como las del ELN, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) no han sido ajenas a esta guerra diplomática. “Contamos con numerosos amigos de nacionalidad extranjera, particularmente europeos, muchos de ellos los hemos conocido a través de mensajes que envían a nuestro ‘web site’, quienes se identifican plenamente con nuestra organización, respondió a SEMANA el jefe de las AUC, Carlos Castaño. Estas personas vienen ocasionalmente a visitarnos y acordamos tareas y funciones que ellos desarrollan en Europa”, concluyó.
Según Castaño esas ‘tareas’ se adelantan con intelectuales, académicos y directivas de empresas extranjeras con inversiones en Colombia, y buscan difundir ‘la verdad’ de los que sucede en Colombia, “corrigiendo la desinformación y tergiversación que la guerrilla desarrolla en Europa”. Esas labores de divulgación las adelantan, según afirmó Castaño a SEMANA, en “eventos académicos y de investigación en institutos de altos estudios internacionales, en los cuales participamos con nuestras intervenciones vía electrónica, videocasetes o con documentos escritos”.En Colombia diferentes sectores diplomáticos y de los organismos de seguridad coinciden en afirmar que las AUC cuentan con una ‘oficina’ en París, Francia, desde donde realizan su labor internacional. Sin embargo Castaño afirmó que “no es verdad que hayamos abierto una sede de relaciones internacionales en París, a decir verdad no contamos con sedes en ningún país extranjero”.
El Canciller es consciente de que el tema de la ‘guerra diplomática’ no es fácil ni se resolverá de la noche a la mañana. Por el contrario. A medida que se desarrolle el Plan Colombia y los diálogos continúen es previsible que la ofensiva de guerrilleros y paramilitares en el exterior se incremente. El gobierno confía en que ‘la diplomacia por la paz’ será la herramienta más efectiva para contrarrestar esta agresiva diplomacia guerrillera.