CARA A CARA

La iglesia y la academia chocan sobre la adopción de la parejas gay

El secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Juan Vicente Córdoba, se opone a que las parejas del mismo sexo adopten. El defensor de derechos humanos, Rodrigo Uprimny, cree que las leyes no son solo para las mayorías heterosexuales. ¿Quién tiene la razón?

26 de abril de 2012
Monseñor, Juan Vicente Córdoba y Rodrigo Uprimny hablan de la adopción de parejas gay. | Foto: Archivo Semana

A un año de que se presentara una tutela ante la Corte Constitucional en la que dos mujeres lesbianas reclamaran el derecho a tener la patria potestad de la hija de una de ellas, el alto tribunal tiene en sus manos una decisión que no solo abre el debate sobre la adopción de parejas gay, sino que cambiaría el concepto de familia en el país también

Semana.com consultó las dos caras de la moneda en un tema que levanta ampolla y en el cual la Corte Constitucional ha sido protagonista.

¿La Corte Constitucional tiene en sus manos una tutela que podría abrir la adopción de parejas gay, cuál es su opinión?

Juan Vicente Córdoba: Nosotros no estamos de acuerdo, jurídicamente porque no se puede cambiar la Constitución. Los derechos de los niños están primero. Todo niño tiene derecho a tener papá y mamá porque cuando los pierden o son abandonados, el Estado debe darles lo más parecido a lo que perdieron, es decir, un papá y una mamá.

Rodrigo Uprimny: El propósito de la adopción es darle al menor una familia y las parejas del mismo sexo forman una familia. No hay objeción constitucional o jurídica para que la ley excluya a estas personas de adoptar. Ya la Corte ha avanzado en ello con otros fallos.

Semana.com: ¿La adopción de parejas del mismo sexo afecta a los niños...?

JVC: Está probado por la psicología que un niño crece con autoestima cuando tiene una familia compuesta por padre y madre. Si es adoptado por una pareja gay le va a afectar su estabilidad emocional. Él (niño) no va a entender por qué es tan distinto y tan raro. También por el referente identificatorio de rol de género, el niño varón se identifica con el rol masculino y la niña con el femenino.

RU: Existe un argumento en el que prima el interés superior del menor sobre el derecho a la discriminación de parejas del mismo sexo. Eso es falso, porque no existe evidencia que la adopción de las parejas gay afecta a los niños adoptados, toda la evidencia confirma que no hay porqué temer.

Semana.com: ¿El país sí está preparado para aceptar la adopción de parejas gay?

JVC: No puede estar preparado. Es como si se dijera que estamos preparados para que venga un terremoto. No se trata de decir que como no se está preparado hay que prepararse. Eso la ley no lo acepta, no es familia.

RU: Esa es la misma pregunta que se hizo en los años 50 los Estados Unidos cuando la Corte Suprema de Justicia declaró que era inconstitucional la segregación racial contra los afrodescendientes. Decían algunos que la sociedad gringa no estaba preparada para la igualdad racial. Los hechos demostraron lo contrario.

Semana.com: A propósito... ¿cuál debe ser el concepto de familia?

JVC:
Está en la Constitución en el artículo 42. Allí dice que la familia es la célula primordial de la sociedad compuesta por un hombre y una mujer que se complementen física, emocional, sicológica y espiritualmente. La familia debe tener dos objetivos: el amor entre esposos y el fruto que son los hijos.

RU: Lo que ha dicho la corte en otras sentencias es que la familia es una comunidad de amor y de cuidado y por ello no se puede excluir a las parejas del mismo sexo. Ya hay fallos internacionales sobre el tema.

Semana.com: ¿Qué debe pasar hacia el futuro frente a las parejas del mimo sexo?

JVC: Ellos tienen todos los derechos como personas, como ciudadanos, como hijos de Dios. Si quieren vivir juntos que lo hagan, si quieren heredar, que lo hagan, la salud las pensiones. Pero de ninguna manera que nos hagan una ley contraria a lo que está en la Constitución.

RU: Debe haber una protección igualitaria a estas parejas pues no hay ninguna razón de privar el derecho a una persona por su orientación sexual, por consiguiente, deben tener los derechos de las parejas heterosexuales.

Semana.com: ¿Cuál es la percepción frente a los fallos que ha emitido la corte sobre derechos gay?

JVC:
En estos casos la corte no ha cuidado la Constitución y por el contrario la altera. Es lo que llamamos un adefesio jurídico. Nuestro argumento no es de iglesia de fe, es un argumento jurídico. Esos cambios le corresponden al Congreso en un acto legislativo o un referendo.

RU: Es una interpretación apropiada de la cláusula de igualdad en la Constitución. La carta política es pluralista e igualitaria y la corte está tomado en serio esos valores constitucionales que implican que no puede haber discriminación por razón de la orientación sexual.

Semana.com: ¿Con esos fallos hacia dónde está caminado el país?

JVC: Tres juristas no le pueden imponer sus decisiones a 45 millones de personas y pasarse la Constitución por la faja. Vamos hacia una deformación jurídica y una falta del artículo 241 que obliga a la Corte Constitucional defender la Constitución.

RU: Van en una dirección democrática de reconocer el pluralismo y la diversidad en Colombia y evitar que a las minorías no se les protejan los derechos que tienen. Además de que sean discriminados.

Semana.com: Una de las criticas que se hacen a los fallos de los derechos de parejas gay es que se quiere cambiar la Constitución y esa labor es del Congreso...

JVC:
Zapatero a tus zapatos, cada poder a lo suyo, el ejecutivo a realizar las leyes, el legislativo a hacerlas y el judicial a cuidarlas y a sancionar. La Corte se atribuyó lo que hace el Congreso y están haciendo leyes.

RU: Esa tesis parte de un entendimiento literal y aislado que esas personas hacen del artículo de la Constitución que habla del matrimonio entre un hombre y una mujer. Hay tratados ratificados por Colombia en los cuales es un derecho de los hombres y las mujeres, pero no obligatorio entre un hombre y una mujer y por consiguiente no hay objeción al matrimonio igualitario y la adopción de parejas gay.