escándalo

La Mata Hari de Girardot

La historia de Marilú Ramírez, la mujer que infiltró el corazón de la Escuela Superior de Guerra, puede ser sólo la punta de lanza.

17 de noviembre de 2007
La guerrillera infiltrada dada a conocer en exclusiva en la edición anterior de la revista SEMANA supo estrechar las relaciones con sus compañeros de curso. La historia de Marilú Ramírez tuvo resonancia en todos los medios nacionales

Hacía muchos años los militares colombianos no protagonizaban un oso tan grande como el que les hizo pasar Marilú Ramírez Baquero, la guerrillera de las Farc que se infiltró en las Fuerzas Armadas. Las revelaciones de SEMANA dejaron muy mal parados a los coroneles y a los generales del país. Y no era para menos, pues el país aún no se repone al ver las fotos en las que sus más altos mandos militares aparecen abrazados, tomando licor y estudiando con la mujer que, según la Fiscalía, participó en el carro bomba que estalló en la Escuela Superior de Guerra el 19 de octubre de 2006.

Fue sin duda una semana de pasión para las Fuerzas Armadas. Tal vez lo único rescatable del incidente fue que el presidente Álvaro Uribe; su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y sus generales no salieron a minimizar el problema y, por el contrario, explicaron sin rodeos que lo sucedido era muy grave. "Nos damos la pela y reconocemos el error", admitió el comandante del Ejército, general Mario Montoya. Pero la reacción más esperada era la del Presidente de la República. En un enérgico discurso en la Escuela General Santander, Uribe explicó que las Farc tuvieron la osadía de infiltrar las Fuerzas Militares. A renglón seguido, Uribe salió a cobrar una vieja deuda que tenía con sus más enconados opositores.

Hace un año, cuando estalló el carro bomba en la Escuela Superior de Guerra, el Primer Mandatario se fue lanza en ristre contra las Farc y las acusó de ser las responsables del ataque terrorista. En ese momento, como era de esperarse, sus contradictores políticos le pidieron que mostrara las pruebas. Para descanso de Uribe, dos funcionarios de la Fiscalía entregaron esas pruebas el 25 de octubre, ante un juez de garantías de Bogotá. De hecho, una investigadora del CTI recordó en su intervención de hace tres semanas en el complejo judicial de Paloquemao que lo que dijo Uribe en su discurso, al día siguiente del atentado, coincidía con las pruebas que ella tenía en su poder. "En el discurso del Presidente hay un apartecito que me permito leer: 'Pregunto al terrorista Jorge Briceño, conocido con el alias de 'Mono Jojoy', si tiene la cobardía de negar el mensaje recibido de la persona a quien mandó colocar este carro bomba, en el cual el terrorista miliciano desde Bogotá le informaba que ya había cumplido con la graduación". Según documentos hallados en el computador incautado al jefe de las Farc en Bogotá, 'Carlos Antonio Lozada', el referido término graduación tiene conexión directa con Marilú Ramírez y su presencia en la Universidad Militar.

Nuevos detalles

Desde cuando SEMANA publicó la infiltración de Marilú Ramírez en el Curso Integral de Defensa Nacional (Cidenal), El Tiempo ha revelado nuevos detalles sobre esta misteriosa mujer que nació hace 40 años en el puerto de Girardot (Cundinamarca).

Lo primero que sorprendió fue que en el momento de su captura, cursaba el segundo semestre de derecho en la Universidad Militar de Bogotá. Después se conoció que uno o más oficiales de alto rango del Ejército la habían recomendado para el Cidenal. Posteriormente, que, como contratista del Inpec, había sido la jefa de prensa de la cárcel de máxima seguridad de La Dorada (Caldas).

El jueves pasado, los oficiales del Ejército que la habrían recomendado para ingresar el Cidenal dieron la cara. Se trataba de los generales Javier Hernán Arias Vivas y Manuel Guillermo Franco Páez. El primero de ellos no negó haberla conocido y tratado, pero negó haber firmado cualquier papel en el que hablara bien de ella. Y siguiendo con generales en retiro, otros de ellos, Eduardo Morales, director del Inpec, se defendió de las graves acusaciones que en su contra hizo el senador Luis Hélmer Arenas, quien aseguró que el oficial retirado había ordenado borrar del sistema del instituto penitenciario todo archivo en el que figurara el nombre de Marilú Ramírez. "Eso no es cierto, entre otras cosas, porque el tema de esa señora no es de mi incumbencia, ya que yo no la llevé al Inpec", explicó el general Morales.

¿Quién le teme a Marilú?

La incomodidad de los militares y los civiles que hicieron parte del curso Cidenal en 2005 es evidente. Con ellos estuvo durante un año la infiltrada Marilú. Ella los acompañó por todas las bases militares del país y tuvo toda la confianza de ellos. De eso dan fe las reveladoras fotos publicadas por SEMANA en esta edición. Casi todos los asistentes a ese Cidenal de hace dos años se preguntan cómo se les ocurrió llevar a sus casas a una mujer que hoy está en prisión por rebelión, terrorismo y concierto para delinquir. Esos ex compañeros de Marilú recuerdan las anécdotas con ella y se dan cuenta hoy de que todo era anormal.

Anormal al decir de la ex directora nacional de Fiscalías, Janny Jalal, quien junto a Marilú hizo el Cidenal 2005. "Yo creo que la que más capaba clase era yo. En ese 2005, yo me fui para la India con mi esposo a cosas de meditación. Cuando regresé, me encontré con que Marilú me estaba buscando dizque para entregarme todos los informes de los foros y conferencias del Cidenal a los que yo no pude asistir. Con esa disculpa conoció mi casa y la Dirección Nacional de Fiscalías", le relató Jalal a SEMANA.

En mayo pasado, Marilú estuvo en un prestigioso noticiero tocando puertas para que le ayudaran a denunciar el robo de un carro. Si bien la nota nunca se publicó, a lo mejor Marilú logró uno de los objetivos que le habían encomendado: acercarse e infiltrar los medios de comunicación.

Este lamentable episodio deja varios interrogantes. ¿Cuál es el sistema de inteligencia y contrainteligencia en las fuerzas de seguridad? ¿Cómo se están blindando la información y los puntos críticos de la seguridad nacional en el interior del Estado? ¿Cuál es la estrategia de las Fuerzas Militares para combatir una muy calculada ofensiva de infiltración por parte de las Farc? ¿Hasta dónde han llegado los alfiles de la guerrilla en el Estado o establecimiento colombiano? La otra cara de este delicado episodio es que ha sido el propio Ejército el que ha logrado destapar gran parte de los últimos escándalos, y eso, aun en medio del vértigo de las denuncias y de la avalancha de justificadas críticas, hay que reconocerlo.