ESTADOS UNIDOS
Defensa de oncóloga colombiana se la juega por libertad condicional
Ana María González, una oncóloga colombiana declarada culpable por envenenar a su amante, podría purgar hasta cadena perpetua.
Mientras la jueza delibera sobre la suerte de Ana María González, una oncóloga colombiana epecializada en cáncer de mama, la defensa se la juega por mantenerla fuera de prisión y que le sea otorgada la libertad condicional.
El pasado viernes 26 de septiembre la médica fue hallada culpable de envenenar a su colega, con quien mantenía un romance, según determinó un jurado de una corte en Texas, en EE. UU.
Los abogados de González arguyeron este lunes que la especialista oriunda de Popayán merece la libertad condicional debido a una vida dedicada al trabajo altruista.
"La totalidad de la vida de un ser humano no debe ser juzgada por un evento", dijo el abogado Derek Hollingsworth a los jurados durante los argumentos de cierre en la fase condenatoria del juicio.
"No es correcto enviarla a la cárcel por un largo período de tiempo", agregó.
El abogado señaló que González Angulo no estaría en condiciones de ejercer la medicina si es enviada a prisión.
"Ella todavía podría ser investigadora, buscando la cura el cáncer de mama", indicó. "O podría sentarse en una celda de la cárcel, sea bajo la tutela del Estado".
Por su parte, la fiscalía argumentó que la mujer de 43 años merece, por lo menos, 30 años de cárcel por envenenar a su colega, el doctor George Blumenschein, con quien llevaba un romance desde hace más de año.
"Lo merece –dijo el asistente del fiscal de distrito Justin Keiter–. No se puede arreglar la maldad". El funcionario también agregó que González le dio a Blumenschein una "cadena perpetua" porque se espera que el daño que sus riñones sufrieron acorte su vida.
El pasado viernes, la médica colombiana Ana María González fue declarada culpable de intentar envenenar a su pareja, el estadounidense George Blumenschein, con quien sostenía una relación de sexo casual al tiempo que este tenía una relación de más de diez años con su novia. Ese día, una corte de Texas decidió que este lunes dictaría el fallo condenatorio.
Ahora, la colombiana espera este veredicto, que podría fluctuar desde cinco años de prisión hasta cadena perpetua.
La historia
Los fiscales alegaron que González preparó una taza de café para su novio en su apartamento y luego le vertió etilenglicol, una sustancia química tóxica de sabor dulce que puede ser mortal en grandes cantidades, que se encuentra en productos anticongelantes y a la cual tienen acceso fácilmente ambos médicos en el centro donde trabajan.
Horas después, Blumenschein fue llevado de emergencia a un hospital por “dificultades para hablar, pérdida de equilibrio, falta de motricidad, complicaciones cardiopulmonares, depresión del sistema nervioso central e insuficiencia renal” y tuvo que someterse a diálisis. El hombre sobrevivió a pesar del grave daño que sufrieron sus riñones.
Los fiscales, según Houston Chronicle, se refirieron a la relación entre González y Blumenschein como una “obsesión fatal”. Igualmente, el portal Cbsnews.com aseveró que los fiscales presentarán grabaciones telefónicas de la oncóloga que la comprometen con otras acciones presuntamente delictivas donde dice que ella se encarga de sus asuntos “a la manera colombiana”.
Ana María González se graduó en la Universidad del Cauca, de Popayán. Se trasladó a Estados Unidos para continuar su formación profesional y completó su residencia de medicina interna en el centro médico Mount Sinai, en Miami.
Luego, en el 2003, pasó a la Universidad de Texas MD Anderson Center de Houston, donde se especializó en cáncer de mama. Allí ocupa la jefatura de la sección de investigación clínica y desarrollo de medicamentos del MD Anderson, el lugar donde conoció a George Blumenschein.
Se trata, ni más ni menos, de una de las más importantes oncólogas de Estados Unidos. Ana María González Angulo tiene más de 120 publicaciones y trabaja en uno de los hospitales más importantes en el tratamiento e investigación del cáncer: el MD Anderson Cancer Center.
Este viernes los miembros del jurado determinaron, después de cuatro horas de deliberación, que la médica era culpable. Los miembros del jurado, según relata la prensa local de Houston, no tuvieron en cuenta las afirmaciones de los abogados defensores de Ana María González, que dijo que otra persona había envenenado al médico.
Al escuchar el veredicto la médica colombiana miró al suelo. Estaba de pie, impactada por este golpe judicial. Tenía un traje gris. Estaba descompuesta.
La historia no dejó de causar sensación en los diarios norteamericanos, en especial porque González, de 42 años y oriunda de Popayán, se declaró “no culpable”.