Este es el sistema Puma en la actualidad. Tiene capacidad para interceptar 6.000 líneas y con la ampliación y modernización llegará a interceptar de 20.000 líneas a final de año.

JUDICIAL

La polémica que se desató por PUMA

Una paranoia se desató ante el anuncio de que la Policía ampliará la capacidad de la plataforma Puma para interceptar celulares, correos y redes sociales. ¿Cuál es la realidad?

29 de junio de 2013

A comienzos de la semana pasada en Colombia se desató una aguda polémica por cuenta de la publicación de una noticia según la cual la Policía Nacional pondrá en operación el próximo año un sistema que permitirá interceptar no solo celulares sino correos electrónicos y cuentas de redes sociales. 

La información inicial afirmaba que Puma (sigla de Plataforma Única de Monitoreo y Análisis) sería similar a los programas masivos de control de comunicaciones que utilizan los organismos de seguridad de Estados Unidos y Gran Bretaña, los cuales han desatado grandes escándalos en esos países al ser acusados de violar indiscriminadamente la privacidad de los ciudadanos. Ahí fue Troya.

 
La oleada de críticas podría explicarse en alguna medida, pues los colombianos aún tienen frescos los recuerdos del escándalo de las chuzadas ilegales realizadas en el gobierno anterior por parte del liquidado DAS, las cuales fueron reveladas por SEMANA a lo largo de tres años. 

Sin embargo, la realidad es que el tema de Puma como fue presentado la semana pasada tiene mucho de mito y poco de realidad. Gran parte de los debates que se hicieron sobre la violación de la intimidad son más bien la suma de factores que van desde un profundo desconocimiento sobre qué es realmente Puma, hasta el resultado de una guerra sucia entre instituciones, pasando por un tema económico de quién se queda con el negocio para montar esa herramienta.

Lo primero que hay que aclarar es que Puma no es algo que se vaya a instalar. Es un sistema que existe y está en funcionamiento desde hace ocho años. Hace parte de lo que se conoce como el sistema Esperanza,  que es la plataforma de interceptaciones principal del aparato judicial e investigativo colombiano. Funciona en el búnker de la Fiscalía y es administrado y controlado por esa entidad. Cuando entró en operación, Esperanza tenía una capacidad para intervenir 13.000 líneas.
 
Esos cupos para interceptar se reparten en 16 salas, de las cuales 14 están destinadas a intervenir teléfonos de casos de investigación de alto impacto como narcotráfico, guerrilla, terrorismo o secuestro. Solo dos fueron destinadas para otros tipos de delitos como homicidios, ‘paseos millonarios’, robo de celulares, robo de apartamentos y otra larga serie de los llamados delitos comunes, que son los que más afectan a los ciudadanos. Cabe destacar que solo quedaron habilitados cupos suficientes para interceptar únicamente 900 teléfonos en el país para investigar esos delitos, una cifra claramente irrisoria. 

Desde 2005 hasta la fecha se ha mantenido esa capacidad del sistema Esperanza, pues no es posible ampliarlo. Con un agravante adicional. Esa plataforma de interceptación tiene una seria limitación ya que solo permite intervenir celulares de tecnología antigua como 2G o 3G y mensajes de texto. “Aparte de eso, que ya es grave, estamos en desventaja.

Si una banda dedicada al ‘paseo millonario’, por ejemplo, coordina ese delito por medio de mensajes con el ‘pin’ del BlackBerry no hay forma de intervenirlos e impedir el atraco o usar esa comunicación como prueba. Si dos sicarios se están coordinando para cometer un homicidio y se comunican usando Viber, Tango, Skype o alguno de esos sistemas de voz, tampoco tenemos cómo poder interceptarlo”, afirma el funcionario que trabaja en Esperanza.

Por esto en 2011 el documento Conpes Lineamientos de política para ciberseguridad y ciberdefensa aprobó mejoras para el trabajo de inteligencia en internet. Se destinaron 100.000 millones de pesos para la actualización de Puma, que seguirá bajo el control de la Fiscalía con todos los controles de legalidad existentes. Con ese dinero se espera que para finales de 2014 se llegue a 26.000 cupos para líneas interceptadas. 

No se trata de un programa masivo e indiscriminado de interceptaciones. Entre otras razones porque, como ya lo han dicho expertos civiles en seguridad informática,  es imposible monitorear a todo el mundo. Se trata de actualizar una herramienta como el sistema Esperanza, que ha demostrado ser clave en la lucha contra los criminales y no contra los ciudadanos comunes. 

“Recuerde lo que alguna vez dijo el expresidente de la compañía Google, Eric Schmidt: ‘Si no haces nada malo y no tienes nada que ocultar, no tienes que temer’”, dijo un funcionario de la Fiscalía que trabaja en el sistema.