¿La respuesta del ELN a la convocatoria de la marcha?

Aunque hasta ahora no hay mayores detalles, de lo que no parece haber duda es que se trató de un ataque terrorista. Un explosivo instalado sobre el oleoducto Trasandino, a la altura de la vereda Pususquer, del municipio de Mallama, departamento de Nariño.

Según un comunicado emitido por Ecopetrol la explosión produjo “la rotura de la tubería y derrame de crudo en el sector”. Sin embargo, la estatal petrolera también dice en su comunicado que en el momento del atentado el oleoducto no estaba operando, con lo que se espera que el derrame y las consecuencias ambientales no sean de gran envergadura. Aún así, informes locales aseguran que el río Guabó fue contaminado con parte del crudo residual que terminó derramado tras la explosión.

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La emergencia está siendo atendida por el Consejo Municipal de Riesgo y Desastres de Mallama, quienes trabajan con apoyo del Ejército, la Policía y expertos de Ecopetrol en controlar la situación. No es la primera vez que este oleoducto es atacado. Solo el año pasado, según Ecopetrol, el tuvo fue blanco de 16 ataques de este tipo.

El Frente Comuneros del ELN, concretamente la Compañía José Luis Cabrera Ruales, opera en la zona donde se presentó la explosión. Y detonar el tubo es una de sus accionares recurrentes de esa estructura. El ataque se presentó en vísperas de la movilización ciudadana en las principales ciudades del país como respuesta al sanguinario carro bomba que detonó en la Escuela de Cadedetes General Santander, al Sur de Bogotá, y que le costó al vida a 20 jóvenes aprendices de policía y dejó 68 heridos.

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En el acto también murió, ipso facto, el terrorista que conducía el vehículo. El atentado fue atribuido por el gobierno y la fiscalía al ELN, y hasta ahora el grupo armado no se ha pronunciado. Sin embargo, las autoridades han expuestos a la opinión pública evidencias que vinculan tanto al autor material del atentado como a un hombre capturado con el ELN. El presidente Duque tomó la determinación de poner punto final a la insipiente mesa de negociación que heredó del gobierno Santos y hasta solicitó al gobierno de Cuba –donde se aloja la delegación del ELN– que le entregue capturados a los miembros negociadores de esa guerrilla. Cuba, dijo que atenderá los protocolos suscritos en caso de ruptura de la mesa.

Mientras que el país se ocupaba de la marcha en rechazo al terrorismo y de las implicaciones políticas que produjo el atentado, en la remota vereda de Nariño se perpetró el nuevo ataque al oleoducto. Y hay razones de peso para suponer que detrás está el ELN. En el municipio de Mallama hay quienes dicen que incluso se encontró una bandera de esta guerrilla en el lugar, sin embargo esta revista no ha podido verificar con las autoridades tal afirmación. Aún cuando no sea así, el prontuario de esa guerrilla en la zona hace pensar solo en esta como responsable del ataque.

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