NACIÓN
La rumba zombi que casi termina en tragedia en Pereira
Siete jóvenes que consumieron sustancias alucinógenas convulsionaron producto de los efectos de la droga. SEMANA habló con la Policía y con los médicos que atendieron la emergencia.
Las redes sociales volvieron a hacer de las suyas al convertir una verdad a medias en una mentira que se viralizó en cuestión de horas. Sin embargo, con el paso del tiempo y el pronunciamiento de las autoridades la verdad se decantó y salió a flote.
Lo único valioso del episodio es que puso sobre la mesa un debate que ya suena a cantaleta pero que en el fondo abarca una cruda realidad: el creciente consumo de drogas sintéticas por parte de la juventud colombiana.
La historia comenzó así: durante el fin de semana circuló por redes sociales una versión que hacía referencia a una fiesta en la que los jóvenes rumberos supuestamente actuaban como zombis, se arrojaban contra las paredes, se arrancaban las uñas, el pelo; incluso aseguraban que uno de ellos se había lesionado violentamente en un ojo. Hasta de un muerto hablaban, asunto que fue descartado por las autoridades.
En el material que circuló por redes sociales desde el pasado domingo había fotos de tres jóvenes con señales de lesiones y la mirada perdida. Junto a esas imágenes también circularon varios audios con el supuesto testimonio de algunos jóvenes que narraban con lujo de detalles el episodio.
“A todo el mundo drogaron dizque en la máquina de humo, yo no sé cómo fue, o en los Gatorade les echaron una droga que no saben si es LSD líquido, Zombi, Coco o Drive, yo no sé. Que todo el mundo empezó a vomitar, a darse contra las paredes, (…) ellos mismos se aruñaban la cara, estaban como locos, re mal”, se oye en uno de los audios.
En otro audio se escucha a otra jovencita describir el episodio, “(…) Miren todos quedaron así; esa finca quedó llena de sangre, porque es como sentir mil orgasmos a la vez, entonces las peladitas se empiezan a aruñar las tetas, se arrancaban las uñas, el pelo”.
En otro audio más apocalíptico aparece la voz de un hombre relatando algunas mentiras, “les cuento pues que la droga La Flaca, ya llegó aquí a Pereira y ya unos niños se fueron para un party ayer en Altagracia, y les pasó de todo; ya se murió uno y otro se sacó el ojo, se quebraron las manos, la cabeza”.
Las versiones virales sirvieron hasta para especular sobre el origen de la macabra droga; en otro audio una mujer asegura casi en medio del llanto, “Como le parece que un culicagado que vino de Estados Unidos trajo esa droga y dizque se las echó a todos en los tragos, por eso quedaron así (...)”.
En vista de esas evidencias escalofriantes (fotos y audios) que circularon por redes sociales, este portal se puso a la tarea de decantar la información con las autoridades y esto fue lo que encontró.
En efecto, el pasado sábado 4 de noviembre se realizó una fiesta privada con al menos 40 personas, en su mayoría jóvenes, al parecer con motivo de un cumpleaños. La famosa fiesta se hizo en una finca alquilada en la vereda La Palmilla, corregimiento de Altagracia, en Pereira, Risaralda.
Efectivamente en ese encuentro social varios de los asistentes consumieron sustancias alucinógenas, en este caso drogas sintéticas y la reacción de muchos de ellos fue de agresividad; empezaron a autolesionarse, golpeándose entre ellos mismos o contra las paredes.
Como consecuencia de esa ‘rumba loca‘, siete de los asistentes (dos mujeres y cinco hombres, entre ellos un menor de edad) fueron llevados a un hospital del barrio Cuba. Según explicó Cristian Herrera, gerente de la ESE en Salud Pereira, en ese centro asistencial fueron atendidos los jóvenes que convulsionaban por causa de una intoxicación.
“Luego de los análisis clínicos y de laboratorio se pudo concluir que esos muchachos estaban bajo los efectos de sustancias alucinógenas conocidas como LSD, Popper y 2CB”, explicó el gerente, luego de precisar que a uno de ellos lo dieron de alta el mismo domingo y los otros seis permanecieron en observación hasta el lunes festivo.
Por su parte, el coronel Gustavo Moreno, comandante de la Policía Metropolitana de Pereira, señaló que si bien se trató de una fiesta privada, por ahora las únicas acciones que pueden emprender serán contra el dueño de la finca y el administrador, “porque es evidente que en ese sitio hubo consumo de sustancias alucinógenas”.
Entre tanto, Luz Adriana Ángel Osorno, secretaria de Salud de Pereira, manifestó su preocupación por el tema del consumo de sustancias alucinógenas en la población juvenil y aseguró que en la ciudad las autoridades son conscientes de la llegada y comercialización de nuevas drogas sintéticas como LSD y 2CB, “que causan lesiones leves como alucinaciones o severas como excitaciones”.
De esa manera, lo que empezó en redes sociales como una “fiesta macabra” con zombis y jóvenes arrancándose los ojos, el cabello y las uñas, en realidad fue una rumba llena de drogas sintéticas y que casi culmina en tragedia.