JUSTICIA

La última vida de la Gata

En la Florida avanza un 'indictment' para pedir en extradición a la empresaria del chance, Enilse López. Mientras tanto, desde su casa en Barranquilla, donde paga condena, la Gata sigue incidiendo en las elecciones. ¿Qué pruebas hay contra ella?

27 de agosto de 2011
María del Socorro Bustamante, a la Alcaldía de Cartagena, vestida de verde; Juan Carlos Gossaín, a la Gobernación de Bolívar, de camisa blanca, y Alfredo Díaz Ramírez, de camisa roja, candidato al Concejo de Cartagena, en el que quiere repetir.

Enilse López Romero, más conocida como la Gata, ha sido considerada en Magangué, un importante puerto sobre el río Magdalena, como una especie de 'madrecita' que brindó ayuda a miles de necesitados y como una 'heroína' que se ha sobrepuesto a múltiples adversidades: desde la pobreza en la que nació en El Naranjo, un caserío en la Mojana sucreña, pasando por la persecución de la guerrilla que secuestró a su padre y asesinó a cuatro de sus hermanos, hasta lo que ella ha llamado la guerra que le declaró la clase política de Bolívar porque se les metió en su rancho.

A pesar de la fortuna que ha logrado amasar -casas y apartamentos de alto estrato en Barranquilla, Cartagena, Santa Marta y Sincelejo, grandes extensiones de tierra dedicadas a la ganadería, centenares de propiedades y centros comerciales- a sus 58 años su vida no ha sido un jardín de rosas. Los años más difíciles han sido los últimos cinco, desde cuando la Fiscalía allanó su residencia en febrero de 2006 en Magangué, la detuvo y la trasladó a la cárcel El Buen Pastor en Bogotá, acusada de haber incurrido en un caso de lavado de activos por la compra de la nómina del municipio de Montecristo, en el sur de Bolívar.

Por ese caso fue absuelta, pero en seguida le dictaron medida de aseguramiento por la muerte de un vigilante del peaje de El Carmen de Bolívar y fue condenada a nueve años de cárcel con beneficio de detención domiciliaria. Los años de presidio han afectado su salud, al punto que quienes la han visto dicen que está pesando 35 kilos. De El Buen Pastor en Bogotá fue trasladada, a finales de 2007, a la cárcel de Santa Marta, donde tenía dispuestas varias celdas a su alrededor como oficinas, según le informó a SEMANA un funcionario del Inpec en esa ciudad. Allá iban a visitarla senadores, gobernadores y alcaldes, según consta en el libro de visitas de la época, quienes públicamente hoy no se atreven a reconocer la reverencia con que la trataban. La romería los fines de semana terminó cuando fue trasladada, a finales de 2008, a una clínica en Barranquilla, donde le diagnosticaron depresión combinada con múltiples fallas orgánicas.

Pero las penurias de la Gata, lejos de haber desaparecido, parece que podrían empeorar. En el distrito sur de Florida avanza una investigación en su contra que podría terminar con una solicitud de extradición. El diario El Tiempo informó que la DEA está detrás de la Gata, pues quiere confirmar si habría participado en envíos ilegales al lado de exjefes 'paras' como el extraditado Salvatore Mancuso.

SEMANA pudo establecer que en manos de las autoridades de Estados Unidos está un expediente que la Infantería de Marina preparó en 2004 sobre la Gata, a la cual presentan como miembro de la "estructura cerrada" del Bloque Montes de María, de los paramilitares. El informe de la Infantería, que en su momento fue enviado a la Fiscalía General de la Nación, fue elaborado con base en los archivos que encontró el coronel Rafael Colón en el computador de Úber Bánquez, alias Juancho Dique, exjefe del Frente Héroes del Canal del Dique, incautado en su campamento en el corregimiento Ñanguma, de Marialabaja, y en documentos hallados en la finca La Melenas en diciembre de 2001.

El informe en Power Point (ver facsímil) hace referencia a la corrupción política y menciona la existencia de dos jerarquías. Una abierta, a la que pertenecían Salvatore Mancuso, Jorge 40, Diego Vecino, Rodrigo Mercado, alias Cadena, y Juancho Dique, entre otros. Y una estructura cerrada, presentada como una 'jerarquía secreta', encabezada por Diego Vecino, comandante general del bloque, y al cual le sigue en importancia Enilse López Romero, a quien definen como encargada del lavado de activos y apoyo logístico.

El informe, más adelante, también menciona otra vez a Enilse López como miembro de la estructura del narcotráfico del Bloque Montes de María, y al lado de ella están personas como Luis Alberto Castillo Oquendo (exalcalde de San Bernardo, asesinado por sus socios del narcotráfico), y Armando y Óscar Benito Revollo, extraditados a Estados Unidos y hermanos de la exrepresentante a la Cámara condenada por parapolítica Muriel Benito Revollo, quien fue gerente de la Lotería de Bolívar durante varios años.

Los dos detallados informes y los archivos originales contienen información sobre la incautación de siete toneladas de cocaína en San Onofre, Sucre, y describe cómo el grupo escondía la plata del narcotráfico a través de la creación de empresas, inversión en finca raíz, compra de almacenes y haciendas e inversión en ganadería. El grupo enviaba reportes mensuales a los hermanos Carlos y Vicente Castaño, y los libros de contabilidad y balances estaban registrados, dice el informe, bajo la fachada de una sociedad identificada con el nombre de Cultivos y Maquinarias.

En el caso de Enilse López, el informe explica cómo, además de su negocio de apuestas Unicat, manejaba la cartera de salud y el manejo de EPS y ARS en Bolívar, que "sus propiedades proceden de Gonzalo Rodríguez Gacha" -afirmación que ella ha rechazado en varias ocasiones- y la señalan de ser organizadora de las Convivir en Magangué, El Carmen de Bolívar y Mompós, en las que llegaron a tener 150 armas amparadas con salvoconducto. Finalmente dice que fortaleció sus relaciones con el jefe paramilitar Carlos Castaño para vengarse de las acciones de la guerrilla contra su familia, como el asesinato de su hermano en El Carmen de Bolívar.

Enilse López y sus abogados han dicho siempre que todo esto es parte de la persecución que los políticos han desatado en su contra porque sus hijos Jorge y Héctor incursionaron con éxito en su actividad.

En las próximas elecciones de octubre, Enilse López y sus hijos intentarán mantener el control sobre la Alcaldía de Magangué, apoyando la aspiración de Giovanni Meza. A su hijo Héctor Julio, senador del PIN, se le ha visto muy activo en la campaña electoral protagonizando manifestaciones públicas con el aspirante a la Gobernación de Bolívar, el liberal Juan Carlos Gossaín; la candidata a la Alcaldía de Cartagena, María del Socorro Bustamante; y el aspirante al Concejo de esa ciudad, Alfredo Díaz Ramírez. Y la hermana de Enilse, Emilia Rosa, va como candidata a la Asamblea de Bolívar.

La fascinación de las clases populares por Enilse López ha declinado, pues durante la alcaldía de su hijo Jorge Luis hubo casos de corrupción, el hospital La Misericordia quebró y se reveló que más allá de los regalos en épocas decembrinas, la Gata y sus hijos estaban aprovechando el poder político adquirido para fortalecerse más. La cárcel y la detención domiciliaria la han apartado de la gente de Magangué y así como hay quienes se beneficiaron de sus negocios y de la ayuda que ofrecía, también hay quienes afirman que la reverencia que le hacían era más por temor que por afecto.