POLÍTICA

¿Le cumplirá el Congreso a Santos ?

Congresistas, más pendientes de su propia reelección, deben resolver una agenda llena de reformas.

19 de febrero de 2013
El ausentismo podría ser la norma en esta legislatura. | Foto: DANIEL REINA/SEMANA

La frase política de la semana pasada fue la del ministro de trabajo Rafael Pardo. Albergando la esperanza de que el Congreso, al que le falta todavía año y medio de sesiones, tramite a la vez las reformas a la salud y a las pensiones, dijo: “El Congreso no tiene una sola neurona”.

Se refería a que el Congreso tiene dos cámaras, siete comisiones en cada una, y cerca de 260 congresistas para que en los 90 días que durará su siguiente período de trabajo (el Congreso regresa de vacaciones el próximo 16 de marzo y vuelve a irse de receso el 20 de junio) se ocupen, con juicio, de ambas reformas.

Pero en la práctica las ‘neuronas del Congreso’ estarán muy ocupadas. Como suele suceder en año preelectoral, los congresistas están más pendientes de conseguir votos para llevarlos a las urnas, pues cerca del 80% del Capitolio, como es habitual, está pensando en reelegirse.

Esa circunstancia provocará una auténtica ‘operación tortuga’. “Si el Congreso normalmente es paquidérmico para legislar, lo es más en año preelectoral”, dice el excongresista liberal Darío Martínez, quien fue 25 años ininterrumpidos congresista. Una operación tortuga que se puede configurar por cinco razones.

La primera de ellas, según Martínez, es que por lo menos el 80% de los actuales congresistas están aspirando a la reelección, y dice que en un año preelectoral como este, los congresistas aprovechan este período de sesiones para hacer dos tareas simultáneas: la proselitista en las regiones donde tienen los votos y la gestión legislativa ante el Gobierno. “La gestión legislativa se relega y crece el ausentismo”.

Por si fuera poco, dice Martínez, los debates en comisiones, y sobre todo en plenarias, se verán alterados por la confrontación por la posible reelección de Santos y la eventual decisión de Uribe de encabezar una lista al Senado. También por la conformación de listas de los partidos. “Vamos a tener unas sesiones más dedicadas a la cautividad electoral que a la actividad legislativa”.

Quienes pueden aprovechar la ‘resonancia’ del Congreso son los precandidatos presidenciales, aunque por ahora el único precandidato declarado es el senador Juan Carlos Vélez Uribe, quien le dijo a Semana.com que esa aspiración es compatible con las funciones de congresista.

Roy responde

El presidente del Congreso, Roy Barreras, admite la dificultad que pueda tener el actual período legislativo. Por eso revela dos fórmulas para garantizar la disciplina en el Capitolio. Frente al posible ausentismo, la ley establece sanciones para quienes no excusen sus inasistencias a las sesiones. “La ley hay que aplicarla”.

Pero Barreras también le endosa la responsabilidad del éxito del Congreso al propio Gobierno. “La agenda tiene que estar evacuada en mayo, por eso le pedimos al Gobierno que no vuelva a cometer el error de traernos proyectos de ley cuando faltan 15 días para terminar el Congreso, como pasó con la Reforma Tributaria”.

Y aunque la atención la concentran las reformas a la salud y las pensiones, Barreras dice que la agenda va a ser mucho más amplia. El presidente del Congreso dice que en este período debe tener prioridad la ley que reglamente el fuero militar. “La Comunidad Internacional está esperando qué casos deberán ser conocidos por la justicia ordinaria y cuáles por la penal militar”.

También se debe expedir la ley de consulta previa, que tiene frenados el Código Minero y la reforma a las CAR y es determinante para la ley de desarrollo rural. El presidente del Congreso considera que la reforma pensional debe ser concertada con mayor amplitud y por eso asegura que esta discusión bien podría postergarse.

Este martes el Gobierno definirá las prioridades para tramitar en el Congreso. La agenda es amplia y los congresistas andan pensando en las elecciones del próximo año. La inquietud es si el Congreso, la institución del Estado con mayores niveles de desfavorabilidad (57% según la más reciente encuesta de Ipsos-Napoleón Franco, a noviembre del 2012), podrá expedir las reformas pendientes del Gobierno en un año en que los intereses son distintos.