NACIÓN

Los contactos secretos de Uribe con las FARC

María Jimena Duzán había revelado la cronología de la ruta trazada por el expresidente para hablar con la guerrilla.

7 de octubre de 2014, 12:00 a. m.
Pablo Catatumbo, Alfonso Cano y Álvaro Uribe. | Foto: Archivo SEMANA

Las revelaciones de los intentos del expresidente Álvaro Uribe Vélez para iniciar unos diálogos de paz con las FARC van en aumento. A los hechos sacados a la luz por los medios de comunicación se suman las declaraciones oficiales. El presidente Juan Manuel Santos afirmó que el Gobierno de su antecesor intentó iniciar un proceso de paz con esa guerrilla en Brasil.

En una alocución que dio este lunes al concluir un consejo de ministros, Santos añadió que Brasil “ya había dado el visto bueno” a las negociaciones con las FARC y recordó que Uribe también intentó iniciar un proceso similar con el ELN.

En este sentido, Santos añadió que el anterior Gobierno no solo intentó iniciar un proceso, sino que hizo “muchísimos intentos para realizar un proceso de paz” similar al que se está desarrollando actualmente entre el Gobierno y las FARC en La Habana.

Esto está demostrado en una columna publicada por la periodista María Jimena Duzán en abril de 2013 en la revista SEMANA. En ésta, la autora hace un recuento con fechas y documentos que la llevan a concluir dos cosas: “que el expresidente Uribe avanzó más de lo que nos imaginamos en su etapa exploratoria con las FARC y que probablemente sin estos avances Santos se habría demorado mucho más en llevar a las FARC a la mesa de La Habana”.

Duzán publicó la cronología de esa historia en su totalidad. Narró que los primeros contactos se hicieron en el primer semestre del 2009, luego de las liberaciones de los secuestrados por las FARC, las cuales se lograron a través de un contacto que consiguió el gobierno de Uribe. Como estas se pudieron hacer sin mayor contratiempo, el gobierno en cabeza del comisionado de paz Frank Pearl consideró la posibilidad de buscar un encuentro exploratorio secreto con las FARC por fuera del país.

Duzán anota que según sus fuentes, el país escogido fue Brasil. Las razones para esa decisión eran obvias: ese país venía prestando su ayuda en esas liberaciones al punto de que los secuestrados eran rescatados en helicópteros brasileños. Con esa propuesta viajó Frank Pearl el 10 de Noviembre del 2009 al Brasil y se reunió en Brasilia con el canciller Celso Amorim. Brasil accede a la propuesta.

Entre Noviembre 2009 y febrero del 2010 se trabaja entre el gobierno y las Farc en torno a la posibilidad de una reunión la cual contaría con el apoyo logístico de Brasil y de la Cruz Roja. Las FARC le hacen saber al gobierno que  requieren de una carta en la que se les diga oficialmente de su interés por hacer una reunión exploratoria con ellos. Esa reunión se haría sin ninguna concesión y en medio de la guerra. 

Faltando dos meses para las elecciones presidenciales, el 5 de Marzo del 2010, Uribe, luego de haberse mostrado renuente, autoriza a Pearl a enviar esa carta que es dirigida a Alfonso Cano y Pablo Catatumbo en donde le manifiestan su interés en mantener un encuentro secreto y directo en Brasil.

Las cosas avanzaron tanto que el 25 de Marzo del 2010 la embajada de Brasil en Colombia le entrega a Pearl la lista de cuatro sitios posibles para ese encuentro secreto: Cachimbo, Boa Vista, Porto Velho y Hermosa. Junto con los sitios se envía un informe con la ponderación de los lugares.

Según pudo constatar la columnista, estos documentos se les hacen llegar a las FARC pero cuando las cosas parecen que marchan viento en popa, sorpresivamente el 7 de abril del 2010 las FARC filtran una carta a los medios  incumpliendo el acuerdo de que esos acercamientos eran secretos. En esa misiva revelan por primera vez la existencia de esos contactos y rechazan la propuesta de esa reunión inicial en Brasil pero dejan las puertas abiertas para un dialogo posterior con el nuevo presidente.

A pesar de este revés, el gobierno Uribe recibe una carta de las FARC el 25 de abril del 2010 en donde explican las razones de su negativa y su interés por buscar una salida negociada al conflicto armado con el próximo presidente. Y finalmente ese deseo lo vuelven a expresar las FARC a los pocos días de electo el presidente Santos cuando le envían una carta manifestando su interés en reanudar “el camino de las conversaciones”.

La primera reunión exploratoria que se hizo en La Habana bajo el gobierno de Santos fue secreta y se hizo en las mismas condiciones en que se pactó la que su gobierno propuso pero que nunca se realizó. La periodista pregunta: ¿Será que lo que le molesta a Uribe es que Santos haya podido llevar a cabo lo que él no pudo? 

En resumidas cuentas, dice ella, los únicos que teníamos razones para sorprendernos de que Santos anunciara el día de su posesión la idea de iniciar un proceso de paz con las FARC éramos los colombianos que no sabíamos nada de estos contactos secretos. Pero el único que no tenía de qué sorprenderse ni ponerse furioso con este anuncio era el expresidente Uribe que había puesto los primeros ladrillos en la construcción de esa esperanza.

Es bueno recordar estos episodios ahora que el expresidente anda en la tarea mezquina de sabotear el proceso de paz a como dé lugar, concluye.