"Me voy a vengar votando por Marta Lucía Ramírez en la consulta (risas)": Matador

Semana: ¿Quién es el abogado José Luis Reyes Villamizar y cuáles son sus argumentos para poner la tutela?

Matador: Creo que es de un bufet que se llama Reyes & Reyes y se declara en la tutela como seguidor del Centro Democrático y entonces aduce, entre muchas otras cosas, que se le afectó el buen nombre a él por considerarse uribista, y que ofendía a los uribistas.

Semana: ¿Qué ha dicho la Fundación para la libertad de prensa?

M: He recibido mucho apoyo. Primero de mi amigo César Rodríguez de Dejusticia, de la gente de la FLIP recibí un apoyo inmediato y también del ciudadano común que está en redes. Ha sido muy bonito que manifiesten ese apoyo.

Semana: ¿En qué contexto ideó la caricatura titulada "Duque, reflexiona"?

M: Lo que busca el Centro Democrático, que es el uribismo pleno, es limpiar su mala imagen con el candidato Iván Duque. Es más, Duque es un tipo joven y preparado, moderado, entre comillas. Y ellos quieren limpiar su nombre de escándalos. Si hacemos historias el mismo expresidente Uribe tiene 300 investigaciones, su hermano está preso por crear grupos paramilitares, cercanos a su gobierno están en la cárcel: unos por asesinato, otros por paramilitarismo y desplazamiento.

Que un expresidente hable con mafiosos y personas del bajo mundo deja mucho que desear. La caricatura hace alusión a eso. Que Iván Duque no cuadraba en el uribismo. Es una caricatura limpia, es humor blanco.

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Semana: ¿Duque le ha dicho algo al respecto?

M: No, jamás. Pero sí la gente se molesta y me tuitean mucho cuando lo dibujo como un marranito. Pero es un marranito bonito, gordito con su corbatita y sus crocs. Es tierno, podría ser un personaje infantil.

Semana: ¿Por qué Duque es un cerdito?

M: Es una asociación de ideas. Vamos a compararlo con los candidatos que ha tenido Uribe. Uribito era un títere porque era manipulable, Óscar Iván Zuluaga también era un títere en la mano derecha de Uribe. La percepción de Duque es más de un tipo preparado, más estudiado y con conocimiento del país y creo que llegando al poder le podría pasar lo de Santos: darle una patadón a Uribe.

Entonces todos se montan en el bus del gran elector y él los sube allá. Más que un títere es una mascota, por eso lo dibujo como un marranito. Una vez me llegó un meme con la foto de Duque y las semejanzas eran tremendas, por eso es un cerdito tierno, es como esponjocito, con los risos canocitos, es muy lindo.

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Semana: ¿Cree que el uribismo tiene sentido del humor?

M: No, para nada. Usted ve al propio Uribe y no se ríe. Eso es tremendo porque el sentido del humor le da otra dimensión a la inteligencia. El uribista promedio impone su ley. Y ellos apelan al miedo para que la gente salga a votar asustada. Funcionan más como una bandola.

Semana: El Centro Democrático ha adulterado sus caricaturas, ¿cuál le ha generado mayor malestar?

M: La que adulteró la campaña de Oscar Iván Zuluaga y colgó en sus redes sociales. Obviamente es una forma de hacer política cochina entonces está el comentario negro y la acción de descalificar al otro. Como no tienen humor, cogen mis caricaturas y las tergiversan.

Semana: No es solo a usted sino también al diario El Tiempo, ¿han discutido el tema con directivos del periódico?

M: Ayer tuve una conversación franca y amena con el asesor de temas jurídicos de El Tiempo y me dijo los escenarios que se planteaban a responder la tutela, pero hace parte de la defensa jurídica y me sentí apoyado por ellos.

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Semana: A propósito Uribe no quiso retractarse y cuando lo hace insulta con mayor intensidad…

M: Estoy viendo videos de él para aprender cómo me retracto… mentiras (risas) prefiero pasar cárcel, yo no me retracto, esto un ataque a la libertad de expresión.

Semana: ¿Había padecido un antecedente similar a este caso?

M: Jamás me había pasado. Y que yo sepa jamás me habían entutelado una caricatura. Conocí un caso de un caricaturista que se metió en la vida privada de una profesora de un pueblo y sí procedió, pero porque se metía en la vida de alguien particular.

Semana: ¿Cree viable que Petro llegue a la presidencia?

M: Petro es una incógnita y está en un momento que se puede colgar. Porque termina siendo el outsider, el diferente, el que reúne el descontento de las clases populares. Le hice una caricatura y, como él es todo ególatra, lo hice mirándose al espejo y el reflejo era Gaitán porque hay gente que cree que es un Gaitán y ese discurso cala. Y Fajardo es el tipo de la mitad que no es de allí ni de allá… y como la masa votante es una masa visceral y no son pensantes sino que votan emberracados, entonces se puede dar. Petro es pésimo ejecutor y administrador, pero bueno… los otros también han sido pésimos administradores. Él tiene una vaina y es que recoge mucho el fervor juvenil porque los jóvenes son apáticos a esas cosas, eso me parece chévere.

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Semana: ¿Tiene límites la sátira como género?

M: Sí, tiene límites. Creo que el límite que yo no cruzo es tocar cosas de la vida personal de la gente. Pero uno se puede burlar de todo. Por ahí decían que uno no debería vivir en una sociedad que impida hacer chistes de mal gusto y hoy en día la corrección política es muy peligrosa porque quiere ponerle límites al humor y a la forma en que la gente se expresa. A eso hay que hacerle la guerra: a lo políticamente correcto y el humor es una buena arma.

Semana: ¿Qué sigue en esta discusión?

M: Me voy a vengar votando por Marta Lucía Ramírez en la consulta (risas).