NACIÓN

El ‘cambio radical’ de Miguel Uribe

Inició su incipiente carrera política en el Partido Liberal, ahora pasará al gabinete de Enrique Peñalosa, apoyado por el partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras.

21 de diciembre de 2015
| Foto: Imagen tomada de Facebook

Este lunes el alcalde electo de Bogotá, Enrique Peñalosa, confirmó la revelación de Semana.com. El concejal liberal Miguel Uribe Turbay se convertirá en su mano derecha en el gobierno distrital, lo nombró nuevo secretario de gobierno, cargo que asumirá desde el próximo 1 de enero.
 
Esta será la primera experiencia de Uribe Turbay, quien tiene 29 años, en un cargo de la rama ejecutiva. Puede que en su hoja de vida no tenga una vasta experiencia para asumir la secretaría más importante del gabinete distrital. Pero los cuatro años en los que estuvo en el Concejo, donde lideró la oposición al alcalde Gustavo Petro, y sobre todo su futuro político, fueron los que inclinaron la balanza a su favor.
 
La semana pasada, cuando este portal aseguró que el concejal liberal sería la mano derecha de Peñalosa, trascendió que el propio presidente de la República, Juan Manuel Santos, había sugerido su nombramiento.  Entre otras porque Peñalosa tenía, como primera opción, designar a David Luna, actual ministro de las TIC, también del Partido Liberal, pero que ha hecho política por mucho tiempo de la mano de Peñalosa.
 
Luna fue congresista en el 2016 por el movimiento ‘Por el país que soñamos’, creado por Peñalosa y que no alcanzó el umbral. A comienzos de año fue uno de los precursores de ‘Equipo por Bogotá’, plataforma con la que Peñalosa se lanzó a recuperar la Alcaldía. Sin embargo, el presidente Santos se opuso a ese nombramiento pues no quería que le sacaran del gabinete a su ministro de las TIC.   Esa circunstancia auspició aún más el nombramiento del concejal Miguel Uribe, el cual se oficializó este lunes.
 
Pero este nombramiento puede tener otros significados políticos. La pasada campaña fue una dura prueba para los partidos de la llamada Unidad Nacional. Aunque había acuerdos para tener candidatos propios, ‘la U’ y el Partido Liberal se quejaron que Cambio Radical los había incumplido y había traicionado a la coalición, con el agravante de que habían utilizado la gestión del vicepresidente Vargas Lleras para hacer campaña, generando desequilibrio con los demás competidores. Uno de los más críticos fue Horacio Serpa, quien hasta le envió una carta al presidente Santos para que “atajara” a Vargas Lleras y su partido.  

Por eso el nombramiento de Miguel Uribe Turbay puede entenderse más como un deslizamiento del concejal hacia Cambio Radical, principal partido político que respalda a Peñalosa, que un nuevo pacto de coalición. Eso sí, Peñalosa había prometido que nombraría a los mejores, sin importar su filiación política.
 
Precisamente, en lo que tiene que ver al ADN político del próximo secretario de gobierno capitalino, el rojo liberal es el que más lo ha marcado. Primero, por herencia familiar, pues su abuelo, el expresidente Julio César Turbay, siempre fue uno de los líderes referentes del Liberalismo, el cual dirigió en el año 1978.
 
Sin embargo, cuando empezaba a despertar el bicho de la política, Miguel Uribe se vinculó a la campaña del Partido de la U en el 2010, respaldando la candidatura de Juan Manuel Santos. Ese año los liberales tenían como candidato a Rafael Pardo, pero tras su fracaso en las urnas, se unieron al proyecto de Santos. De ahí también las buenas referencias del presidente de la República.
 
Pero otro tres líderes liberales, Simón Gaviria (actual director de Planeación), David Luna, y el senador Juan Manuel Galán volvieron a reclutarlo y ayudaron a consolidarle un proyecto que, en 2010, le permitieron llegar al Concejo. Uribe Turbay considera a Simón Gaviria como uno de sus tutores, con quien además ahora tendrá una nueva coincidencia, pues el actual director de Planeación, también hizo sus primeros pinitos en la política de la mano de Peñalosa.
 
El nieto del expresidente Turbay debutará en el gabinete distrital, y allí estará más cerca de Cambio Radical que del Liberalismo. Y aunque muchos liberales niegan que se llegue a producir una desbandada de dirigentes hacia el partido de Vargas Lleras, uno de sus delfines estará más cerca del vicepresidente que de los veteranos dirigentes rojos.